Noche de negro satén, noche de sombras chinescas, sustos morrocotudos garantizados. El Jamaica, la mejor y única disco de Ventorrillo está preparando una fiesta de Halloveen por todo lo alto. Almas sensibles abstenerse.
Sonsoles hará de anfitriona, embutida en un traje de catwoman, todo cuero negro y látigo a juego, y nos enseñará a ser mala malísima con los hombres. El que aguante todos sus arañazos y zarpazos recibirá un cofre con todos los episodios de Médico de familia. ¡Espeluznante!
El DJ Resident, DJ Bankal, tiene preparada una sesión muy especial, a base de bandas sonoras de pelis de kárate y música de anuncios de compresas. ¡Hasta la familia Adams perdería la calma!
El plato fuerte de la noche será sin duda la final del primer concurso mundial de imitadores de Enrique Bumbury. El moñas maño, el Jim Morrison de baratillo, el de la fétida y engolada voz, cerriles letras peripatéticas, tiene por fin un certamen en el que sus admiradores imitarle. Difícil será llegar a su grado de amaneramiento y grandilocuencia, pero voluntarios hay, venidos desde Atlantic City o Angoulême, dispuestos a batirse el cobre por ceñirse la corona mundial de la categoría. Se le podrá imitar en su etapa de héroe silencioso o en la de freak solitario. En el premio se incluye un día entero solo con él, y poder escucharle cantando en la ducha las canciones de Parchís, o verle hacer cucamonas ante el espejo. ¡Pavoroso!
Tras el concurso puede que parte de la peña esté presa de un ataque de nervios. Tranquilos, que será el turno de Aramís Fuster, astróloga, médium, adivina y mujer de mundo, que sabrá con sus secretas artes aconsejaros y orientaros: como pillar con esa jicha del gimnasio que se os resiste, acabar con esa carie que da guerra con una pizca de cemento cola, o hacerse rico franquiciando un negocio de porras de chocolate. ¡El futuro es vuestro!
Ya tardáis en reservar vuestra entrada. Disfrazados a mitad de precio. Los que vayan de Adán y Eva, gratis, que alegran el ojo. Aunque éste si da mucho miedo, no se permitirá la entrada a los que vayan travestidos de Ángel Acebes.