lunes, 24 de diciembre de 2012

Otro fin más



Por si aún no se habían dado cuenta, no se ha acabado el mundo. Los mayas se unen a la nutrida lista de agoreros, que abarca desde los voluntariosos pastorcillos de Fátima hasta los cansinos testigos de Jehová, en quedarse con el culo al aire en lo referente a predicciones catastróficas. Tampoco es que estos señores despertaran mucha confianza cuando fueron incapaces de predecir el fin de su propio mundo o confundían con dioses a los cazurros extremeños que fueron a darles matarile a los cuatro que quedaban.
Desde que se escribió el Apocalipsis, ese gran precursor de la ci-fi y el terror paranormal, no ha habido año en que no nos prometieran el fin de los tiempos: que esto no da más de sí, que tanto pecar al final se paga, que hemos acabado con todo, que estamos en el tiempo de descuento, que esto va a petar por algún lado. Y aparte de meter el miedo en el cuerpo a unas cuantas almas de cántaro y hacer negocio de poco más ha valido tanta escatología.
Así que el que haya tirado la casa por la ventana antes del fin que baje a la calle a recoger los restos. Los que andaban con la mosca tras la oreja y han preferido nadar y guardar la ropa que se vayan vistiendo que ya ha escampado. Al próximo grupo en predecir el fin, no sabemos si ahora les toca el turno a la nueva iglesia druidica de los arcanos esdrújulos o a la asociación de chacineros de Getafe, les pedimos un poco de seriedad y que busquen argumentos más originales para sus profecías que ya estamos aburridos de oír siempre la misma letanía.
Decía Gracián que las cosas más importantes vienen siempre a medio decir. Por lo mismo, seguro que el fin del mundo llegará sin avisar ni presentarse más que lo justo. Y además nos pillará a todos trabajando, en vez de en  la barra del bar, el mejor lugar para ver la vida pasar, y más cuando es por última vez.



                                                                      

lunes, 17 de diciembre de 2012

Rosalie enamorada

Rosalie Blum por Camille Jourdy

Si se preguntan cual es el momento justo en el que una mujer se enamora  hoy traemos a su consideración un documento gráfico revelador. Observen detenidamente el gesto de esta chica: la mirada vaga, perdida, levemente soñadora, de quien diseña altas barandas al abrigo de las nubes; una sonrisa recatada tras la que está creciendo una arquitectura emocional cuyos pilares y contrafuertes no transiguen con las leyes terrenales. Dicen que estos síntomas suelen cursar con un fuerte batir de alas de mariposa que crean en la mente de la mujer sinapsis contractuales de largo recorrido y un cambio en la longitud de onda de su aura, con lo que su interacción con el mundo que la rodea sufre una reducción de sus puntos de contacto. Algunos autores apuntan también alguna fluctuación del campo magnético terrestre, pero es un punto a demostrar. Nosotros desde aquí solo podemos ponerles en antecedentes para que llegado el caso sepan a lo que se enfrentan, y que si deciden no huir sepan que no tienen escapatoria.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Promesas electorales

Aristóteles creía que la política era el arte de lo posible. Siglos después, otro gran pensador en sus ratos libres y de verbo atropellado, Manuel Fraga, le enmendó la plana al ateniense al considerar que a veces para conseguir lo posible había que hacer lo imposible. Como la política hace extraños compañeros de cama, el paladín de la derechona coincidía con los que tras las barricadas de París en el 68 pedían lo imposible en un ejercicio de realismo. Como ven, el arte de manejar los asuntos públicos ha basculado entre el pragmatismo pegado al suelo y la nebulosa utopía. Gracias a la intervención del genio analítico alemán de Bismarck y sus mariachis, con el concepto de la realpolitic, se pudo centrar un poco el problema. Ahora, desde el partido pirata germano le dan una nueva vuelta de tuerca. Esta formación celebró hace poco un congreso para diseñar su programa electoral. Entre las ideas más arriesgadas se encontraba una para incluir los viajes en el tiempo entre sus puntos programáticos, considerando que con el debido empuje político el ir y venir en el tiempo, ya fuera en escapadas de fin de semana o en quincenas vacacionales, se podrían realizar en esta misma década. Verán que la línea de lo posible y lo imposible se diluye por mor de las promesas electorales. La propuesta no salió adelante por ser demasiado adelantada para su tiempo, pero desde luego es una inquietud que se palpa en los sondeos electorales, donde todos maldicen los tiempos que les han tocado vivir y los políticos que padecemos.
Por fin encontramos un partido con visión de futuro y a la vez pegado a los problemas reales. No importa que la propuesta no haya llegado hasta la cartelera electoral pirata. Pronto algún otro recogerá el testigo, y podremos comprobar in situ el famoso verso de Manrique de que cualquier tiempo pasado fue mejor, o si tenía razón Cicerón cuando clamaba O tempore,  o mores, que en todas las épocas cuecen habas.
Por otra parte, se nos antoja la única propuesta realista contra la crisis que padece España. Con una máquina del tiempo podríamos catapultar a todo el país hasta el siglo XXXIII, donde se calcula que se empezará a ver el final del túnel. Pero como siempre tendremos que esperar a que la máquina la inventen otros,  posiblemente alemanes, porque con el raquítico presupuesto que han dejado aquí para investigación no llega ni para rediseñar el pitorro del botijo. Una vez más estamos a  expensas de Alemania, hasta que el tiempo se nos acabe o nos lleve por delante.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Rocky Sharpe & The Replays



El doo wop, el shoobedoing o duduá, la música vocal de los años 50, tuvo por estas latitudes su época de gloria en los últimos setenta y primeros ochenta gracias al bueno de Rocky Sharpe y sus Replays.  Allá por el 74 en Brighton junto a su hermano Johnny Stud montaron Rocky Sharpe and the  Razors, combo con el que arrasaron en los círculos estudiantiles. Años después volvieron a la carga con el nombre que les hizo famosos y nueva formación. Grabaron 4 discos y aguantaron sobre los escenarios hasta 1985. Hicieron una puesta al día de los grandes del género, con versiones arrolladoras de los Bellmont o del mismísimo Elvis. Rescataron del olvido el pegadizo rama lama ding dong de los Edsels, viajaron hasta marte y enmendaron la plana a Boby Darin con su versión de Dream Lover. Con un directo divertido y dinámico, llenaron las emisoras de la época de esos juegos vocales que devuelven a uno a la loca adolescencia cuando la sonrisa de una chica era suficiente para que tu corazón estallara en fuegos artificiales. Ahora que solo quedan rescoldos es buen momento de volver a escucharles para reavivar la llama.