Llevamos días ya bajo el fuego cruzado de las ofertas
navideñas que servirán para que gocemos en plenitud de estas entrañables
fiestas, en las que todas las familias serán una piña y todos estarán a partir
un piñón con el prójimo. Para que todo sea así las empresas se dejan los piños
por servirnos, generalmente con pingues beneficios.
Como suele ocurrir, la ciencia viene a corroborar algo que
el sentido común hace tiempo que daba por descontado. Bueno, lo de científico
no queda muy claro, que no sabemos si la psicología es una ciencia social,
exacta o infusa. El caso es que una que tiene un título que pone psicóloga, la
británica Linda Blair, se despachó a gusto diciendo que los villancicos pueden
ser perjudiciales para nuestra salud mental. Según la experta, estos diabólicos
sonsonetes repetidos machaconamente que aluden en sus letras la necesidad de
comprar regalos, organizar viajes, reuniones y fiestas pueden estresar al
personal, sobre todo si estamos dos meses y pico aguantando semejante
cencerrada.
Así se demostraría que el nacimiento de Jesús en verdad no
es más que una estratagema del maligno para buscar nuestra perdición. No hay
noche de paz ni día de descanso que valga mientras nos atosigan con semejantes
músicas, así se ahoguen todos los peces de río y se vuelvan a ahogar. Y si
encima nos ponen a los coros a la suegra y al cuñado, es normal que más de uno
colapse y prefiera refugiarse en la locura que soportar la loca realidad. Con
lo feliz que es la gente a su bola tocando la zambomba.