La sensación
del momento en el show business es el
nuevo disco del grupo funk Vulfpeck, unos
yanquis llamados a hacer historia en el mundo de la música popular. Pocas veces
encontramos una propuesta tan vanguardista y radical. Sleepify es una obra
eminentemente conceptual en su planteamiento y minimalista en su ejecución. Una
producción que no carga las tintas con arreglos innecesarios, dejando canciones
desnudas de cualquier artificio. Este disco a su vez es una reflexión sobre la
naturaleza y valor de la música en nuestra época. En la trayectoria de Vulfpeck
supone un golpe de timón, explorando territorios vírgenes hasta ahora pero con
gran potencial. Jack Stratton, líder del grupo, reconoce sin embargo que ésta
ha sido la obra más fácil de grabar y más rentable.
Sleepify
consta de diez canciones que duran 31-32 segundos en las que lo único que se
oye es el silencio absoluto. Lo subieron a Spotify y pidieron a sus seguidores
que las reprodujeran todas las veces que pudieran, preferentemente de noche
mientras dormían. Como sabrán, por cada reproducción Spotify paga una pequeña
cantidad al grupo. En poco tiempo llevan recaudados unos cinco mil dólares, con
lo que piensan financiar una gira gratuita, pasando por aquellas localidades
donde sus fans hayan sido más activos a la hora de reproducir el disco
fantasma.
En Spotify
se lo han tomado con humor, que mientras usen su servicio tanto les da lo que
suene o deje de sonar. Los seguidores de Vulfpeck están encantados de ver a sus
ídolos gratis total. Y los músicos han tenido más repercusión con su silente
disco que con todos los anteriores juntos. La verdad es que tras una audición a
fondo del disco completo, reconocemos que Sleepify supera la media de lo que se
escucha por ahí, y ataca menos a los oídos.