4 Fantásticos John Byrne |
No es la quinta dimensión, más frecuentada que metro en hora punta. No es uno de los infinitos universos paralelos, donde tus innumerables yos lo mismo hacen de ventana oscilobatiente que de jefe siux autista. Es la zona negativa, la antítesis de nuestra dimensión, habitada por seres abismales de la calaña de Annihilus, su rey y señor. Es un universo de antimateria en estado de contracción, diferente al nuestro, hecho de materia y en plena expansión. El tiempo transcurre a gran velocidad. Todo ello hace que la vida sea algo tan excepcional como el dopaje en los clubes de brisca. Los pocos entes que se mueven en ese medio como Annihilus o Blastaar están más zumbados que una legión de cocineros deconstruyendo la sopa boba. El infierno de Dante es un balneario para almas de amapola comparado con la zona negativa. Hasta al gran Galactus, el devorador de mundos, le tira la sisa en aquellas tenebrosas latitudes. Quizás la puedas visitar si te vistes con un traje de vibranium y moléculas inestables, que da un toque de glamour high tech y te disimula los michelines. El modelón es gentileza de Red Richard, la mente más brillante vista nunca en un humano y líder de los 4 Fantásticos, el grupo que más excursiones organiza a aquella temible realidad.
La zona negativa es una de tantas ideas pop que pueblan las historias de superhéroes dotándolas de una pátina bizarra disparatada épica apocalíptica que lo flipas en colores que tanto nos gusta. De propina, les regalamos un temazo de Los Vegetales dando su propia versión sobre semejante realidad.