Otro año más nos vemos en la triste obligación de tomarnos unas vacaciones. Como la oferta turística es tan amplia, resulta difícil saber dónde tirar el dinero. Una visita a la cárcel de Alcatraz con derecho a pensión completa, un maratón por la Patagonia para ampliar horizontes, un curso acelerado de cocina caníbal en alguna isla cuqui del pacífico, todo nos llama la atención. Menos mal que han venido Jordana B en nuestra ayuda, recordándonos lo bonita que es Murcia y los murcianos. Así que pasaremos los duros calores estivales vomitando en el mar menor, actividad lúdica como pocas. Esperamos que vosotros lo paséis igual o incluso mejor. En septiembre volveremos a la carga.
REPÁMPANOS
La actualidad a la remanguillé
lunes, 14 de julio de 2025
lunes, 30 de junio de 2025
¡Hazte el sueco!
Una expresión muy socorrida entre los españoles es la de hacerse el sueco. De hecho, hay muchos con dotes innatas para ponerla en práctica. Dícese cuando un sujeto no se hace cargo en una determinada situación, con el objeto de escabullirse o evitar obligaciones. Hacerse el sueco está muy bien para saltarse la cola en el super, si te cruzas por la calle con algún antiguo jefe o cuando piden tu ayuda en una mudanza. Hay muchas expresiones equivalentes, a la peña lo de escaquearse le mola. Está la de hacerse el loco, condición indispensable para votar a Vox. Hacerse el distraído está muy bien traído si quieres hacer un sinpa en un bar. Estar en babia no solo se usa con los tontos de baba, hay listillos que babean mientras miran para otro lado.
Aunque lo parezca, la frase no tiene nada que ver con los habitantes de la idílica y fresca Suecia. Sabios de larga erudición hacen venir el dicho del teatro romano nada menos. Los actores usaban unos zapatos llamados succos, palabra de la que derivan zueco, zoquete y el sueco que traemos hoy a la palestra. Otros eruditos no se van tan lejos y dan una oportunidad a los nórdicos, apuntando que lo de hacerse el sueco era propio de los marineros de aquel país, que por no saber el idioma iban a su bola.
Sea lo que sea, hace poco la embajada sueca en España ha metido mano al dicho, impulsando una campaña de apoyo al medioambiente al grito de ¡Hazte el sueco! Dice el señor embajador que son ejemplo de sostenibilidad y respeto a la naturaleza. Hacerse el sueco no solo será sinónimo de hacerse el longuis, también de reciclar y de hablar con los gorriones.
Ya saben, si quieren ser suecos con pedigrí, echen el vidrio al contenedor verde. Es otra de esas iniciativas bobaliconas de las instituciones. Pero bien podíamos enseñarles a estos nórdicos que aquí no todos somos como López Vázquez, que lo único que hacía era perseguir suecas por la costa del sol.
lunes, 16 de junio de 2025
Subiendo la media
No solo aumenta día a día el paro, el tráfico de drogas, la temperatura, el precio del vino, las matanzas de niños, las canciones chorras, las astracanadas de jueces y fiscales o los bombardeos a gogó. También está aumentando una de las medidas básicas de la civilización, referente del progreso humano, regla de oro. Sí, nos referimos al tamaño del pene. En los últimos treinta años ha crecido un 24%.
Semejante estirón se ha producido en todos los grupos humanos. Desde los orientales, que en ése como en otros muchos aspectos siempre se han mostrado contenidos, hasta los africanos, que suelen ir más sobrados. Los europeos nos mantenemos en un digno término medio, cumpliendo pero sin alardes. Según un estudio chorra, la media en 1992 era de 12,27 cm con el pene erecto. En 2021 hemos llegado a los 15,23. Para evitar distorsiones, se han evitado las auto mediciones, que ya se sabe lo que les gusta a muchos exagerar.
Lo que no está claro es por qué la tenemos más larga. Los niños llegan antes a la pubertad, igual eso influye. También se habla de disruptores hormonales, del aumento de la obesidad infantil y del sedentarismo. Pero a ciencia cierta no hay datos que expliquen que cada vez marquemos más paquete. Nosotros sospechamos que el principal motivo es que no la sacamos de la boca. Desde me importa una polla a pollas en vinagre, pasando por una polla como una olla, el miembro viril se puede meter en cualquier sitio. Es normal que con tanto uso se haya venido arriba.
Si comparamos este estudio con otros que indican que el nivel de inteligencia está bajando, se puede entender mejor el mundo en el que vivimos. Cada vez se hacen más las cosas por mis huevos o por mis cojones morenos. Para este tipo de argumentos no se necesitan dos dedos de frente, con un palmo de polla basta.