lunes, 27 de febrero de 2017
lunes, 13 de febrero de 2017
Gayumbos rotos
Los que desde pequeñitos hemos llevado en el interior
Abanderado hoy estamos consternados por la dejadez de nuestros congéneres.
Según una encuesta más del cuarenta y cinco por ciento de los hombres lleva
calzoncillos viejos o con agujeros, y la cuarta parte de ellos da poca o
ninguna importancia a la ropa interior. Ante un tema tan sensible hay que
hablar a calzón quitado: el tópico que se regodea en el tipo que solo se quita los
gayumbos para darles la vuelta y tirar con ellos un par de semanas más va a resultar
cierto, así como que las únicas innovaciones estéticas no van más allá del
clásico estampado a base de palominos.
Pero cuando leemos la letra pequeña de la encuesta
creemos que no todo está perdido. Primero, porque se hizo en Bélgica, Holanda,
Francia y Alemania, por lo que a los bragados españoles podemos darles por
ahora el beneficio de la duda. Después, porque Zeeman, la empresa encargada de meter
el morro en tales intimidades, preguntó a las mujeres para que hablaran de los
calzonazos de sus maridos y novios, una táctica claramente tendenciosa. En
estos datos hay un soterrado ajuste de cuentas del sector femenino. O también
que el macho una vez que cubre a una hembra de forma regular se olvida del
protocolo, de las buenas costumbres y le sale otra vez el pelo de la dehesa.
Pero hay un amplio sector de hombres al que no le duelen prendas a la hora de
renovar el cajón de los calzoncillos. Los que están todavía en el mercado ponen
más esmero en deslumbrar a sus ligues a la hora de bajarse los pantalones.
Nos gustaría conocer una encuesta hecha a los hombres
sobre bragas, fajas y demás complementos íntimos femeninos, iba a ser un
despendole. Mientras tanto, queremos pensar que dichos como el de que tienes
los ojos más negros y más rasgados que los calzoncillos de un gitano son cosa
del pasado, que hoy en cualquier mercadillo te haces con tres gayumbos por dos
euros.
Etiquetas:
moda,
revolución sexual
lunes, 6 de febrero de 2017
Sobradamente preparado
Por si no están
al corriente, REE es la empresa encargada de gestionar las líneas de
distribución eléctrica en el país. Una tarea de gran complejidad técnica. Sería
lógico que su consejo directivo estuviera formado por reputados expertos en el
ramo. Pues no, con su último fichaje se han ido por las ramas contratando al
jardinero Arsenio Fernández de Mesa.
Si presuponen que
en REE se entra por enchufe o por servicios políticos prestados, no es verdad.
La propia empresa ha pregonado el impresionante currículo de Arsenio para el
puesto. Pero como suele suceder en estos casos el historial estaba más inflado
que las tarifas eléctricas. No es un caso de sobre cualificación, cuando uno va
de sobrao basta con que sepa accionar el interruptor adecuado. Nos informan de
que el aspirante es funcionario del estado, lo cual es cierto. Pero en la
categoría de auxiliar de jardinería, puesto que le cualifica como pocos para
asesorar sobre el mejor fertilizante a usar con los ficus que adornan la sala de juntas. Según su
currículo, también es inspector técnico de una multinacional inglesa, lo que se
traduce en una etérea relación con una
empresa de pintura para barcos. Desde su nueva responsabilidad igual se embolsa
una buena comisión encargándoles repintar de verde guardia civil todas las
torretas de alta tensión. Otro de los méritos que atesora son varias
diplomaturas, que no es otra cosa que algún cursillo que el ministerio de defensa impartió a los señores
diputados. No sabemos si en ellos aprendió a cambiar los fusibles de la garita
o a desmontar el toldo de la plaza de armas.
El señor Arsenio
antes estuvo de director de la guardia civil, buen puesto para un jardinero con
ganas de repartir leña. El jefe de los picoletos cambia las porras por los
postes de la luz, que poca diferencia hay entre una carga policial y una
descarga eléctrica, el caso es dar todo por la patria, por supuesto,
debidamente remunerado. Su superior en el cargo, el ínclito Jorge Fernández, se
tuvo que conformar tras su cese con una comisión parlamentaria de segundo
nivel. Se ve que su ángel de la guardia, Marcelo, no estuvo diligente. Pero el
ángel de Arsenio se llama Mariano y es mucho más cumplidor.
Más de 170 mil
euros cobrará Fernández de Mesa a mesa puesta en REE. Pero para la ciudadanía
es una buena inversión. Los próximos recibos de la luz olerán a lavanda.
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