Al fin tenemos un líder político con dos dedos de frente. En Dinamarca se acaba de presentar The Synthetic Party, un partido dirigido por un chatboot llamado Leader Lars, todo ello gobernado por una inteligencia artificial. La gente que se encuentra tras el invento ha alimentado el programa con las propuestas electorales de partidos minoritarios daneses desde 1990. El objetivo es ganarse el apoyo del veinte por ciento de la población que no está de acuerdo con las fuerzas dominantes. Pretenden conseguir un representante al menos en las próximas elecciones.
Con lo compleja que es la realidad, difícil lo tiene cualquier programa para digerir todas las variables a tener en cuenta y no hundirse en los procelosos mares de la política, sobre todo con el nivel de imprevisibilidad que tienen las relaciones sociales. Pero los daneses son gente de orden, quizás con ellos se pueda intentar. Las principales propuestas de Leader Lars son la creación de un ministerio del ramo y una renta básica universal. Esta idea es sospechosamente filocomunista. Al final, según cómo los humanos alimenten el programa, cojeará por la derecha o por la izquierda.
Debidamente implementada, esta inteligencia podía ayudar a los partidos tradicionales a clarificar sus objetivos y estrategias. En el caso del PP, con añadir un par de subrutinas denominadas Sobres y Caja B aumentarían su vocación de servicio al pueblo. Con VOX sería todavía más sencillo, con dar privilegios de sistema a conceptos como Toros, Banderas y Escopetas hasta podrían prescindir de Santi, que por fin se dedicaría a su máximo afán, intentar clonar la cabra de la legión. Para serle útil a Podemos habría que afinar el algoritmo, que fuera capaz de distinguir entre posibles votantes arrománticos varones de los demisexuales queer o de los poliamorosos con tendencia a la abstención. Con el PSOE el programa colapsaría sin remisión, estos pueden ser de izquierdas por la mañana, de derechas a media tarde, y a la noche ya ni la madre que los parió sabe por dónde andan.
Otro reto para esta inteligencia de silicio sería ayudar a partidos en crisis. Con los conservadores ingleses quizás convendría renovar la elección de nuevo líder. Una pelea en el barro entre todos sus parlamentarios pondría orden en semejante gallinero. Con los republicanos USA sería más fácil, son muy predecibles. Añadimos unas líneas de código para legalizar el uso de bazucas por las calles, etiquetamos a todos los rivales políticos como pederastas satánicos, y todos a una.
En fin, no está claro todavía si estaríamos mejor en manos de máquinas o de humanos. Al menos, que no sea en manos de tontos.