lunes, 19 de diciembre de 2016

Penas y penes

crece y crece
Todo es fachada en la cirugía estética. La tiranía de la belleza consigue que la gente suba gustosa al potro de torturas para rebanarles aquello que les cuelga de más o de menos. Las ganas de los que no se ven guapos por cambiar su sino da jugosos dividendos. Es campo fácil para profesionales que obtuvieron su titulación en la Rue del Percebe y que lo mismo ponen ubres de vaca suiza que morros de trompetista de Nueva Orleans a su acomplejada clientela, cuando la mayoría lo que necesita es un par más de circunvoluciones cerebrales.
El caso que nos ocupa es el de otro cirujano de lo estético al que se le fue la mano con el bisturí. La policía de Mendoza, Argentina, fue a la clínica ilegal de Carlos Arzuza después de que una de sus clientas muriera tras el implante de prótesis de glúteos. El buen doctor es jefe de cirugía en el Hospital General Las Heras de Tupumango, pero redondeaba sus ingresos aumentando pechos y reduciendo barrigas. Por desgracia, esta paciente y otra que cayó en sus manos en 2013 pasaron a mejor vida en su intento de mejorar su aspecto.
Lo sorprendente es que cuando la policía fue a echarle el guante encontraron al cirujano en plena operación. Estaba procediendo a una intervención de alargamiento de pene. Concretamente, del suyo propio, con la ayuda de su asistenta rumana. Nunca es buen momento para que te detengan, pero que justo lo hagan cuando estás hecho la picha un lío es para que te tiemble el pulso. No sabemos qué técnica utilizó el autocirujano, pero debía ser prometedora si decidió aplicarla en carne propia. El caso es que el diario Clarín informa que la operación no tuvo éxito, sin concretar si fue culpa de la policía por ir a tocar los cojones o por falta de chicha que estirar.
Confiamos que el coitus interruptus en el que finalizó la intervención no le deje secuelas y aun con su tamaño habitual pueda ejercer de amante, porque de cirujano lo tiene más difícil. En adelante que se olvide de alargamientos de pene y se centre en reducciones de condena.

lunes, 12 de diciembre de 2016

Nos sobran los motivos

lloros
Porque los hay, y muchos. El paso del tiempo, los pasos a nivel, los niveles de renta, los rentistas gotosos, la gota que colma el vaso, el colmo de la paciencia, los pacientes terminales, las terminales internacionales, los nacionales alzados, los críos descalzos o las mentiras con calzador. El calentamiento global, las calenturas locales, Felipe VI de bonito, los seguidores en Facebook de Coca-Cola, el café aguado, la Trump Tower y las trampas para osos. La pobreza energética, las energías perdidas y las sinergías no renovables. También están los mercadillos medievales, el libre comercio, el comezón al subirse a la báscula, el bajar los brazos antes tiempo, los anuncios de lotería, la sonrisa de Montoro, el desinfectante de los retretes públicos, la violencia machista, el macho rematando de  cabeza, el equipo económico de Mariano, las apariciones marianas, las desapariciones de fondos, los cajones desfondados, las ventanas abiertas a patios interiores, los exteriores desérticos, las montañas de basura, los tertulianos haciendo tortillas sin romper huevos y la tortilla sin cebolla.
Además de estos motivos puede usted añadir los adornos navideños, los anuncios de colonias o la soledad rampante de estos tiempos conectados. Por supuesto, se aceptan todo tipo de motivos personales. Haga buen acopio y vaya el próximo 6 de abril junto a otras doce mil personas que se han dado cita para llorar a moco tendido en Madrid y Barcelona. Si las penas con pan son menos, los lloros a coro son más elocuentes. La risa nos diferencia del resto del reino animal, pero las lágrimas nos acercan al prójimo. Quizás tanta gente llorando por lo suyo y lo ajeno mueva algún corazón de cemento. Y si no pasan la tarde y se desahogan, que tampoco viene mal.

lunes, 5 de diciembre de 2016

Peca que te peca

 sagrada familia erecta
Las entrañables fiestas que se nos echan encima cuentan entre sus rancias tradiciones con la de montar belenes, afición que es a los católicos como las maquetas de trenes a los frikis. Este acartonado mundo suele ser de sota, caballo y rey, o sea, María, José y el niño; los coros celestiales y pastorcillos haciendo bulto ya depende del presupuesto de cada uno. Pero siempre hay espacio para la innovación, como los de la tienda Non sit peccatum de Talavera de la Reina. Esa localidad es famosa por su cerámica abigarrada, platos y jarrones que epatan con su barroquismo trasnochado desde los viejos aparadores. Pero el citado negocio es una parafarmacia erótica que comercializa el famoso Lancero de Talavera, que no es otra cosa que un consolador de cerámica de ley con el que darle gusto a su distinguida clientela. El dildo ha sido diseñado por el escultor Ernesto Yáñez y parece que fue un éxito de crítica y público, que la creación de objetos que alegran la vida siempre ha estado bien visto. Pero este año a los de Non sit peccatum se les ha ocurrido montar un escaparate en el que los artísticos dildos simulan a la sagrada familia, y se montó el belén. Una agrupación que se hace llamar Los hijos de María les está haciendo la vida imposible. Varios iluminados han ido al local a rezar a grito pelado contra el supuesto sacrilegio y hasta han tachado con espray el rótulo del negocio. 
Se da la casualidad de que el año anterior también montaron el mismo escaparate, pero parece que la virgen no estuvo diligente en avisar a sus acólitos. Los dueños del local están haciendo una encuesta entre sus clientes en las redes sociales para saber si quieren que retiren el belén de la discordia. Porque ya se imaginarán que ninguno de los que se pone a rezar en la puerta del establecimiento es cliente suyo. Y ahí radica el problema, que si estos hijos de María tuvieran un buen dildo entre manos en vez de tanto rosario verían el mundo mucho mejor y dejarían de amargarse la vida propia y la ajena. Rezaremos para que vean la luz.

lunes, 21 de noviembre de 2016

A La buena vida


Donosti es una ciudad enfrentada a un mar tempestuoso, que ruge mientras se estrella ola tras ola, por eso los grupos allí nacidos parecen querer calmar con su música la furia del cantábrico. La pequeña ciudad cuenta con un plantel deslumbrante: La Dama se esconde, Duncan Dhu, Lemans, Family, La Buena Vida o los denostados de La Oreja de Van Goth. Salvando las diferencias entre unos y otros, diríase que les une el afán de las pequeñas revoluciones burguesas, las melodías de mesa camilla, de excursión de grupo parroquial, un pop de andar por casa teñido de la bruma de la vieja ciudad un día cosmopolita y que hoy vive de las rentas. Un estilo que está en el germen del indie que hoy padecemos y disfrutamos.
Y como lo que más nos gusta es La Buena Vida, dejamos aquí esta joya en recuerdo suyo. La suave voz de Irantzu nos lleva de vuelta a los temas intimistas que convertían sus conciertos en remansos de sencillez y calidez. No están pero llevan ya con nosotros la mitad de nuestra vida y los seguimos echando de menos.