lunes, 13 de octubre de 2025

Cumpleaños total

Era una tarde de tantas en el apacible otoño mediterraneo. El sereno crepúsculo diluía el día en Javalí Viejo, una pedanía de la ciudad de Murcia. Nada hacía presagiar la terrible tragedia que se estaba preparando. Las familias se sentaban frente al televisor dispuestas a ser irradiadas, los más díscolos se dedicaban a entretenimientos más peregrinos. De pronto, sin previo aviso, comenzó a sonar por toda la pedanía Cumpleaños feliz de Parchís. La pegadiza melodía brotaba del sistema de megafonía del colegio sito en el término municipal. Más de uno dejaría escapar una sonrisa de complicidad al oír tan chiripitiflautica canción, melodía central de mil onomásticas infantiles. El tema soñó una vez. Y luego otra. Y otra vez. Cuanto más se reproducía más se torcían las iniciales sonrisas. De alguna manera, la megafonía del colegio había saltado a las once de la noche con la intención de amenizar toda la pedanía. Tanto viejos como jóvenes de jabalí Viejo comenzaron a rayarse ante la sobre exposición sonora. Les dieron las doce, la una y las dos, y los amigos de Parchís seguían erre que erre. La machacona rutina roía los nervios de la población, Javalí Viejo era salvajemente atacada. Alguno llamaría más que irritado a la SGAE pidiendo que los derechos de la maldita canción se entregaran a la Asociación de Enemigos del Parchís (ASENPA) de próxima creación. Otros reclamaron la intervención del ejército, solo la cabra de la legión podría salvarles. Alguno quizás prometió peregrinar a Graceland si paraba la tortura. Nada funcionó, Parchís seguía a volumen brutal. Javalí Viejo en estado de shock, la pedanía patas arriba.

Al final, la heroica intervención de los bomberos a las cuatro y media de la mañana puso fin al martirio. Asaltaron el colegio y destruyeron el bucle infernal. Todavía no está claro el origen de semejante barbarie. Podría ser la travesura de algún alumno. Podría ser algún error técnico. O quizás fueron hackers norcoreanos ensayando la nueva guerra híbrida. Por si acaso, oído al parche si viven cerca de centros escolares, no se repita el dantesco suceso con temas de Pablo Alborán o Pitingo, los daños podrían ser irreparables. Mientras tanto, en Javalí Viejo se lamen las heridas. Falta evaluar las secuelas psicológicas de la población expuesta a la serenata apocalíptica. Más de uno al oír de nuevo el temazo de Parchís puede perder el control de sus esfínteres. Tendrán que aprender a vivir con ello.


 

11 comentarios:

Rick dijo...

Eso es puro sadismo. Espero que las autoridades competentes hagan un exhaustivo trabajo de investigación y comprueben si realmente ha sido un accidente o es intencionado. De ser así, echémonos a temblar: nadie está a salvo de que esto pueda suceder de nuevo.

Cabrónidas dijo...

Ha sido un ataque despiadado contra el estado del bienestar.

TORO SALVAJE dijo...

Me inclino por hackers norcoreanos... dicen que son extremadamente crueles y el "cumpleaños feliz" de Parchís es peor que un ataque nuclear.

Saludos.

José A. García dijo...

A mediados de los 80s, en mi casa solía haber varios discos de los Parchis, tres, tal vez cuatro de ellos. Por suerte, nunca tuve la alegría de escucharlos...

Saludos,
J.

María dijo...

jajajaja sigues tan sembrado como siempre CHAFARDERO! comprendo perfectamente el sufrimiento de la pedanía de Javalí Viejo, tengo unos vecinos que celebran cumpleaños cada dos por tres en su finca y estoy por mandarles un misil tierra aire cada vez que lo ponen a todo trapo horas y horas destruyendo la paz ...del campo : ) Mil gracias, un abrazo fuerte!

Chafardero dijo...

Crea un precedente muy peligroso, con toda la morralla que suena por ahí esporádicamente, imaginatela en bucle

Chafardero dijo...

Hay un malestar creciente en Javalí Viejo, es evidente

Chafardero dijo...

Una hora de escucha de Parchís equivalen a cincuenta kilotones, no es broma

Chafardero dijo...

Eres de los pocos que se libró de su pernicioso influjo

Chafardero dijo...

Pues ya sabes, entra en su sistema y dales cumpleaños non stop,

Ángeles dijo...

Sin duda, un ciberataque castizo. Yo lo veo claro.
Saludos!