La riqueza mental es don que se puede cuantificar mediante el léxico que utilizamos. Al menos es lo que dice una inteligencia artificial al ser preguntada sobre individuos de poca inteligencia natural. La nueva fuente de sabiduría afirma que la gente con menos de dos dedos de frente se caracteriza por el uso abusivo de ciertas palabras y recursos, aunque creemos que estos vicios oratorios retratan a otros muchos. Vamos a pasar revista a cinco palabras que denotan que no eres muy brillante.
Yo: el uso reiterado del pronombre personal de primera persona indica que son personas muy suyas. Yo es un concepto que divide la realidad en dos partes irreconciliables. El Yo es la atalaya desde donde se contempla el mundo, la medida de todas las cosas. Los que están todo el día diciendo es que yo esto, es que yo lo otro, suelen mirarse el ombligo con devoción, ignorando todo lo demás, y tienen la misma empatía que un cenicero.
Obviamente: y sus sinónimos, adverbios aparentemente inocuos, son muy útiles para no argumentar tus ideas. Es un recurso para retorcer la lógica y llevarte el gato al agua. El agua moja, obviamente, porque la tierra es plana, y asunto resuelto.
Siempre: otro adverbio inofensivo, a no ser que lo metas en todas las frases. Denota rigidez mental, propia de personas a las que cuesta adaptarse a una realidad siempre cambiante. Esto se ha hecho siempre así, y punto en boca; frase lapidaria difícil de rebatir.
Cosa: contenedor semántico universal por excelencia. Vale para todo. Cosa es el cosmos, la política de fichajes del Logroñés, el ambiente del bar de la esquina o las fluctuaciones de la masa monetaria nipona. Es el comodín más socorrido, término que depende del contexto para adquirir significado pleno. Su uso abusivo denota pobreza verbal como mínimo, cuando no cosas peores.
El insulto: como gran aliado de los recursos anteriores, un buen taco cargado de mala baba, un exabrupto tabernario, una frase apocalíptico fratricida que apabulle al interlocutor, es la mejor manera de actuar para mucha gente. Ya se sabe que la razón se la lleva el que más grita, y que desear las calderas del infierno a toda la familia viva y muerta del prójimo te llena de argumentos.
Si conocen gentes con estos recursos lingüísticos es aconsejable que extremen las precauciones, no vayan a caer en sus mismos vicios. Yo, obviamente, siempre he visto así la cosa, maldita sea mi estampa.
14 comentarios:
En algunas zonas meten palabrotas en todas las frases. Un beso
Al igual hay quien tiene dos léxicos: el que utiliza en confianza y el que utiliza con los desconocidos.
Hola! Gracias por pasar por mi Blog, y me vine a ver el tuyo...
Me gustó mucho esta última entrada, hablando del doble lenguaje que muchas veces casi sin darnos cuenta utilizamos socialmente para agradar, imponernos,manifestarnos.
Pero los ítems que marcas aquí con diferentes palabras usadas, nos deja ver lo atentos que tenemos que estar al lenguaje coloquial que puede encerrar alguna que otra sorpresa.
Un saludo
Si la pobreza de vocabulario denota pobreza de pensamiento, ¿implica ello que el habla elocuente es señal de pensamiento avanzado? Porque ¿te has fijado en lo bien que habla la inteligencia artificial?
Por eso, lo mejor, es, siempre, nunca, jamás, hablar con nadie.
Saludos,
J.
También puede ocurrir lo contrario, el exceso verbal, el hablar muy florido para no decir nada. Eso suele ser vanidad pura, y lo definía muy bien Juan Marsé para referirse a personajes como Umbral: la prosa sonajero. En el medio está la virtud, o debería.
Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra...
Me reconozco como gran pecador.
Un buen taco zanja muchas discursiones. Un beso
Muchos ajustan su forma de hablar al interlocutor, pero la cosa prevalence en todas las hablas.
Desde luego, la forma en que hablamos dice mucho de nosotros.
Un saludo
La IA por ahora lo único que hace es conectar palabras, normal que hable bien. Lo de razonar todavía le queda lejos
Es una solución radical pero efectiva
A mí me gusta el estilo de Umbral, aunque a veces quedaba hueco, la verdad
La cosa es tener espíritu de enmienda
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