Por
si alguien no se había enterado en este remoto confín del imperio, en la
metrópoli tienen nuevo presidente. Un tal Trump es el que corta ahora el
bacalao, tipo que concita el rechazo de amplios sectores tanto en su país como
en todas sus colonias. Lo más suave que le han dicho es populista, epíteto tan
de moda, además de racista y machista. Aunque no crea en el calentamiento
global hay que reconocer que sabe caldear el ambiente. Llegó a la presidencia
con la promesa de ponerle puertas al campo, reto a la medida de un magnate de
la construcción. Otra cosa es que de puertas para adentro muy pocos se creen
sus fanfarronadas. Ya se echa de menos al cool de su predecesor. Obama
bombardeó medio oriente medio y casi nos cuela un tratado de libre comercio que
se pasaba por el forro derechos de trabajadores y estados, pero su talante
progresista hacía menos daño a las conciencias bien pensantes.
Con
Trump llega a la casa blanca uno de los suyos, uno de esas amplias capas medias
americanas donde la vulgaridad y la chabacanería son moneda corriente. Es el
yanqui que eructa satisfecho mientras su jugador preferido llega a la tercera
base, que recela de todo lo que no sea blanco y protestante, que ve complacido
que uno como él, que llama a las cosas por su nombre, sea el que manda. Porque
Trump, a pesar de venir de familia de pasta, encarna la mediocridad triunfante,
la sordidez rampante.
Mientras
tanto, la resistencia se organiza. Una iniciativa surgida en Twitter intenta
que un perfil liderado por media cebolla metida en una bolsa de plástico tenga
más seguidores que la cuenta del presidente. Parece que el repeinado no tuvo
tantos espectadores como le gustaría en su toma de posesión, y ahora quieren
aguarle la fiesta intentando que la cuenta cebollera le supere en seguidores.
Ya se acercan a los 750.000, lejos de los 21 millones del presi, pero nos
gustaría ver la jeta de cemento que se le queda al contratista metido
gobernante al ser superado en Twitter no por una cebolla sino por media. No se
echará a llorar, pero quizás le escueza.
9 comentarios:
Nos guste o no, como se suele decir, fue elegido democráticamente. Y aún diría más, si sus compatriotas realmente no le quisieran de presidente, se las habrían ingeniado en modo "que parezca un accidente" para que no lo fuera...
Saludos.
Se supone que quien manda en realidad es el Sistema, no un candidato determinado, y que por lo tanto quienquiera que sea el presidente llegará hasta donde el Sistema le permita llegar. Bien, pues nos guste o no ahora vamos a ver hasta dónde puede llegar realmente el Sistema. Porque lo que estamos viendo,además, es una especie de guerra civil dentro del sistema capitalista: la globalización contra la autarquía. ¿Quién ganará? Qué nervios...
¿Como puedo hacerme seguidora de la media cebolla?
Trump representa lo que más odioso me parece en este mundo.
Dijo un humorista el otro día por televisión. "Quisimos ser tan guais que dejamos que ganaran ellos".
Los que se manifiestan, se escandalizan, se abochornan, se cabrean , se molestan por la llegada de Trump al poder en la Casablanca son precisamente los que no le han votado. ¿Qué piensan sus votantes?
¿Acaso no queremos ser conscientes de que también en este asunto hay puro marketing político? Todos esos gestos ominosos de Trump son así por qué interesa que sean así, porque atrae votos. Si lo propio fuera recurrir a lo contrario se pasaría a lo contrario sin mayores reparos de conciencia. Trump solo quiere poder, poder, poder.
@ Elvis:
Por ahora lo que parece es que va a provocar más de un accidente.
@ Rick:
razón tienes. El anterior inquilino de la casa blanca tampoco se llevaba mucho en sus políticas al lado de este. Lo que pasa es que Trump es más vulgar.
@ U-Topia;
https://twitter.com/intent/follow?screen_name=HalfOnionInABag
Aquí arriba puedes hacer tus sueños realidad
a Doctor Krapp:
En eso estamos de acuerdo, se trata de hacerse con el poder, y todo vale.
Doktor, en serio culpabilizas a los que no votaron del triunfo de Trump? ¿No serán responsables los 50 millones de sus votantes y la incompetencia de su opositora? No pensaba leerte una afirmación tan manida.
Publicar un comentario