lunes, 13 de noviembre de 2023

El presupuesto


 

Reportamos suceso acaecido en Málaga, que ha tenido gran repercusión por las especiales características del hecho delictivo. Todo comenzó cuando en la centralita de la policía local se recibió la llamada de un ciudadano, visiblemente inquieto al escuchar en su edificio varias detonaciones. Con la presteza que la caracteriza, varias unidades de la policía se personaron en el lugar de los hechos, donde, tras una inspección preliminar, localizaron a un individuo armado y muy alterado. Se había atrincherado en su piso, tras haber colocado en el descansillo una bombona de butano que amenazada explosionar. En una operación relámpago, los municipales sacaron la bombona a la calle y desalojaron a los vecinos más cercanos. A continuación, intentaron negociar con el hombre, que se encontraba muy soliviantado y se negaba a abrir la puerta. Le convencieron de que tirara la pistola, que resultó ser una imitación, por la ventana. También se apercibieron que dentro del piso había otra persona que pedía socorro. Esto agudizó el ingenio de las fuerzas del orden, que intentaron entrar en el domicilio del presunto sospechoso en un momento en que abrió una rendija la puerta. El tipo había colocado una barricada de muebles tras la entrada, dándoles a los agentes con la puerta en las narices. Ante el empecinamiento del individuo y el temor por la seguridad de la persona retenida contra su voluntad, se pidieron refuerzos. Estos entraron a las bravas y detuvieron al sospechoso, que se defendió con uñas y dientes, y sobre todo con una silla con la que repartió leña a diestro y siniestro. A continuación, se procedió a liberar al hombre que pedía auxilio y que estaba encerrado en una habitación. Tras la batalla campal se procedió a la consiguiente investigación para esclarecer los hechos. Prima facie, el hombre secuestrado resultó ser un fontanero, que acudió al domicilio del presunto alborotador con el objeto de realizar una reparación. Según el relato de la víctima, cuando le presentó el presupuesto el hombre entró en combustión. No solo se quedó escandalizado de las cifras que vio, sino que se puso hecho un basilisco, fue a por la pistola de pega que tenía, encerró al fontanero en una habitación, empezó a gritar que iba a quemar el edificio y alguna que otra barbaridad más.

Aunque la respuesta de este ciudadano airado se haya pasado tres pueblos, ilustra perfectamente el embolado en el que te puedes meter si necesitas hacer obras en casa. El dueño ya está con el alma en vilo y la cartera con respiración asistida cuando el profesional llega a la zona cero, ya sea una humedad en la pared, la jamba de una puerta que va por su cuenta, el grifo que gotea monótonamente o una baldosa floja y vacilona. Su ojo experto analiza la avería, se rasca el mentón como si sopesara usar un pico o dinamita. Luego mueve la cabeza con el aire de quien va a necesitar maquinaria pesada. Saca una libreta del chaleco acolchado con el nombre de la empresa, tal que Gremios García, presupuestos sin compromiso, y garabatea unas cifras. Luego queda meditabundo unos instantes, que lo mismo está pensando en el próximo partido de su equipo y a ver cómo se apañan con toda la defensa con diarrea por beber garrafón en una disco de moda, que en el precio del cemento en el mercado de futuros de Chicago. Luego suelta la frase lapidaria, la que echa a temblar hasta al más templado: Hay que picar, y luego ya se verá. Aquí es cuando el propietario empieza a echar cuentas, saco la pasta del fondo de pensiones, me prostituyo en OnlyFans, o ya de perdidos, pido un crédito en Cofidis. El del presupuesto enumera las múltiples contingencias que pueden darse: que si la tubería está podrida, que la pared está viciada, que ya no se fabrican este tipo de juntas, que la bajante la hicieron a mala fe, que si el anticiclón de las Azores le pega de lleno, que si debajo de la baldosa está la playa. Y cada una de ellas engorda el presupuesto. Eso sin contar con que al abrir no encuentren la tumba de un rey godo, lo declaren monumento nacional y te echen a la puta calle.

Así que pocas opciones tenemos. O pagas o secuestras al fontanero. O nos hacemos con una enciclopedia de bricolaje y destrozamos nosotros mismo la casa.

14 comentarios:

Cabrónidas dijo...

Jajaja, imaginemos ahora cómo gestionan los presupuestos los que están en el ayuntamiento. No quiero ni pensar cómo será más arriba.

Rick dijo...

A medida que iba leyendo, tu estilo me llevó a los tiempos heroicos de La Codorniz o el Hermano Lobo. Pero es que además la cosa es exactamente así, y eso que no has contado la segunda parte:

Llega el fontanero, o más de uno, cargado(s) de "cosas" con aspecto intimidante: picos, palas, tubos, artilugios desconocidos (y la bombona pequeña de gas que no falte, para el soplete). Comienzan los ruidos, los comentarios del tipo "!Huy, cómo está esto!", y pasa el tiempo... y no sabes cuándo terminarán, si hoy, mañana, pasado...

En fin, mejor tratemos de no pensar en ello.

U-topia dijo...

Tal cual como lo cuentas... y eso si encuentras un fontanero porque cada vez escasean más y su precio sube más... una aventura que suele acabar con tus ahorros conseguidos con tanto esfuerzo.
Tengo que decir que comprendo al secuestrador.

Rodión dijo...

Me he reído con la historia, pero sobre todo por cómo la cuentas. Muy buen texto, maestro. Y sí, esto de las reformas se encuentra a veces entre la comedia y el género del terror. Y luego en estos gremios hay de todo: los que son buenos profesionales se comen la mala fama de los chapuzas y los peseteros, o los que tiran por la calle de en medio. Un buen profesional debe mirar también por el bolsillo y la comodidad del cliente a la hora de recomendar material o técnica de obra; llámame ingenuo, pero haberlos, haylos.

Chafardero dijo...

Como el dinero no es suyo manejan los presupuestos más alegremente, y si algo se les queda en los bolsillos, miel sobre hojuelas

Chafardero dijo...

Sí, lo de cuándo acabarán tiene su miga. Unos amigos ingleses se pusieron a cambiar el baño. El fontanero les dijo que en un mes les sobraba tiempo. Se fueron de alquiler mientras duraba la obra, con lo que cuesta en Londres. Pasaron dos meses y la obra seguía empantanada y el fontanero dándoles largas por teléfono. Un día vieron en YouTube al fontanero, estaba en un festival en Alemania. Tres meses tardó el bribón en acabar. Es un problema mundial

Chafardero dijo...

Sí, a pesar de sus formas, es comprensible su reacción. Quizás el fontanero se corte un poco en sus siguientes presupuestos

Chafardero dijo...

Hace poco se atascó el desagüe de la cocina. Llamamos a un "profesional" que tras echar ácido, meter alambres y no sé qué más nos dijo que había que picar. Probamos con otro. Vino y en cinco minutos lo solucionó. Si hacemos caso al primero nos tira la casa y nos vacía la cuenta

José A. García dijo...

Primero sacas un seguro, luego esperas un tiempo prudencial, por último te vas de vacaciones dejando la llave de gas abierta y la heladera conectada a la corriente, cuando la casa de llene de gas y el motor de la heladera se encienda... ¡Boom! Casa nueva.

Suerte,
J.

María dijo...


jajaja ¡¡cada día te superas más CHAFARDERO!! Me tienes aquí, partida de la risa, intentando centrarme para poder escribirte algo medio decente, aunque no hace falta, que en tu casa lo indecentemente divertido hace subir al IBEX y el Daw Jones! : )
Te confesaré que cuando comencé a leerte, no me digas por qué cruce de cables, creí que ibas a parodiar a ese demente que salió el otro día con una pistola en Ferraz ajaja creí que este destacamento tuyo había ido a detenerlo a su casa…¡ me tiene obsesionada estos chiflados! : ) Muchísimo mejor esta historia y además taaan pero taaan bien contada...sobre todo la forma en la que se piensan los garabatos que hacen en sus libretas antes de darte el presupuesto a ojo, y al estilo del gran Capitán, entre picos, palas y hazadones cien millones : ) Buenísimo!! mil gracias por las risas..un abrazo muy fuerte, buen finde y cuidadito con las tuberías, mejor una indigestión dolorosa que un atasco en ellas : )

Chafardero dijo...

@ Jose A. García:
Me apunto tu receta, aunque la veo más extrema que la del protagonista de la noticia

Chafardero dijo...

@ María:
Gracias por los elogios. Al de la pistola en la manifa carpetovetónica tenían que condenarlo a unos meses en servicios sociales, cuidar ancianos es una manera mejor de servir a la patria que pasear pistolón por la calle.

Recomenzar dijo...

Qué maravilla de blog- Nunca te había leido antes-
Gracias por alegrar los momentos- dela vida de otros-

Chafardero dijo...

Muchas gracias y bienvenida