lunes, 8 de marzo de 2021

Iniciativa privada


 

El futuro cada vez está más cerca, casi a la vuelta de la esquina. Para muestra, dos botones. Un entendido en criptomonedas, Jeffrey Berns, jefazo de Blockchains LLC, quiere construir en el estado de Nevada una ciudad gobernada por una compañía privada, concretamente, la suya. El listo de Jeffrey nos quiere convencer de las ventajas de su proyecto alegando que con una corporación al mando la innovación tecnológica no estaría limitada por el gobierno tradicional. Los responsables políticos del estado se lo están pensando, pero si en Las Vegas mandan las ruletas y la mafia, no creemos que vayan a poner muchas pegas a la oligarquía del chip. En la nueva tecno urbe habría algún representante público, pero el bacalao lo cortaría el CEO y sus mariachis. Seguramente, los habitantes de esa ciudad futurista pasarían a ser meras mercancías, consumidores a los que se cobraría hasta el desgaste de las aceras o la puesta del sol. En la nueva realidad privada como no consumas a los niveles deseados por los accionistas te convertirías en un asocial, o mucho peor, un comunista. En caso de no pagar todas tus facturas, porque vivir allí no será barato, la empresa se quedará con tu alma, la convertirá en avatar de video juego y algún niñato gordo de Connecticut la utilizará para destripar zombis con diarrea.

Pero si el clima de Nevada no os gusta podéis ir a la soleada Texas. Allí, Elon Musk ha iniciado los trámites para construir Starbase, peliculero nombre para la nueva ciudad cerca del centro de lanzamientos de sus naves en Boca Ratón. En Twitter decía en plan promotor inmobiliario que de allí a Marte y luego a las estrellas. Elon Musk, bajo su disfraz de gurú tecnológico, esconde un carácter de tirano de manual, a saber de qué sería capaz como alcalde. Comenzaría por implantar la jornada laboral de doce horas 364 días al año, que conquistar el espacio no está reñido con la esclavitud. Al final, los que viajen a Marte lo verán como una liberación. Los que nos quedemos aquí seguiremos al albur de estos visionarios del futuro, cada vez más amenazante.

8 comentarios:

Rick dijo...

Leyendo este tipo de noticias y otras cuantas, casi me alegro de tener la edad que tengo porque a los de mi quinta todo esto ya nos coge de refilón. Lo siento por los que vienen detrás, y la única esperanza que queda es que salgan unos cuantos Espartacos que se enfrenten a estos nuevos emperadores romanos. Otra cosa no se me ocurre...

Doctor Krapp dijo...

No es nada nuevo, desde la Revolución Industrial los oligarcas construyeron ciudades para alojar a los obreros en fábricas, minas o altos hornos. La idea era que los trabajadores hicieran gasto en las tiendas y restaurantes de la empresa y todo quedará en casa. En los países del Este hay muchas ciudades nacidas de esa manera pero incluso aquí tenemos Peñarroya Pueblo Nuevo y algunas más.
Este artículo lo expresa bien:
https://verne.elpais.com/verne/2019/06/20/articulo/1561026041_802038.html

Rodión dijo...

Una distopía de manual, pero no orwelliana, sino más bien tirando a 'La rebelión de Atlas' de Ayn Rand. La rebelión de los tecnoreyes. Miedo da, sí, sobre todo si va envuelta en un envoltorio de sofisticación moderna, jaula de oro. En el fondo, como dice el Doctor, es una actualización de una iniciativa ya vieja (me viene a la mente, desde la ficción, por ejemplo 'Las uvas de la ira').

U-topia dijo...

Estos "visionarios del futuro" pretenden reconstruir realidades pasadas con una leve pincelada de modernidad del siglo actual. Dan bastante repelús y miedo (su sociedad es totalitaria, jerarquizada, basada en la dominación y en la precarización de la vida).

Chafardero dijo...

@ Rick:
con la velocidad que llevan ahora los acontecimientos no sé si se librará alguien

Chafardero dijo...

@ doctor Krapp:
Sí, y les pagaban en cupones de la empresa, no en dinero. Era un sistema que los sindicatos lograron erradicar, pero ahora con la coartada de la innovación quieren volver a a la carga. Y como la gente lo ve como irremediable...

Chafardero dijo...

@ Rodión:
Y más cerca, en la zona minera en la Bizkaia del siglo XIX pasaba lo mismo

Chafardero dijo...

@ U-Topia:
Pues sí, es la esclavitud de toda la vida, pero con un barniz tech que queda muy cool