lunes, 7 de octubre de 2013

Hautôvia





Una nueva nación pugna por surgir, un nuevo país lucha por un lugar bajo el sol. Como todos ustedes estaban pensando, el nonato estado que reclama sus derechos es Hautôvia, una pequeña entidad territorial de poco más de trescientos mil metros cuadrados cerca de Valdebebeas, en Madrid.
Que Hautôvia se parezca bastante a un descampado entre autopistas en quiebra y solares recalificados de forma fraudulenta no quita para que a sus escasos mil doscientos habitantes, que no residentes, se les llene el pecho de orgullo ante la visión de su terruño. Cualquiera puede nacionalizarse en este utópico país con una módica aportación que le dará derecho a un pasaporte, placa de matrícula y demás. Hautôvia dispone de bandera, sellos y moneda propia (el auto), y prometen que poco a poco irán inventándose la historia, fauna y paisanaje como cualquier otro estado nación al uso.
Este país promete ser un modelo a estudiar en la ardua disciplina del derecho constitucional, pues será el único hasta la fecha que proponga que el presidente del gobierno se elija mediante sorteo entre todos los ciudadanos. Visto los estragos cometidos por los designados democráticamente, pensamos que con uno elegido a voleo no irán las cosas mucho peor.
Tras todo este tinglado está una plataforma, Trusth Behind 404, un proyecto artístico que pretende denunciar las atrocidades urbanísticas e intentar volver a un modelo de ciudad hecho para personas y no para especuladores.
Como suele ocurrir, el camino hacia la independencia es duro. Al inveterado imperialismo español se unen problemas de tesorería. Se había confiado en un proyecto de micromecenazgo para lograr los fondos necesarios para reclamar la soberanía, pero los tiempos no están para semejantes aventuras. Aun así, no desfallecen en sus ansias de lograr la desanexión de España y que Hautôvia sea una más en el concierto de las naciones.
Ya saben todos aquellos que estén buscando una patria por la que matar y morir, emocionarse con los éxitos de la selección nacional de tiro pichón, indignarse cuando queden antepenúltimos en Eurovisión o apalear a todo aquel que no siga a pies juntillas las más acrisolados valores patrios: Hautôvia es su nuevo descampado prometido.

2 comentarios:

Rick dijo...

Pues sería cosa de pensárselo. Aunque primero deberán explicar qué tipo de ideología piensa emplear su gobierno. Por ejemplo: ¿se podrá fumar en sitios publicos, como en el futuro Eurovegas?

Porque la verdad, del resto de la legislación no me espero nada diferente a lo que ya tenemos en la malvada España. O de la futura Catalunya liberada.


Chafardero dijo...

En la futura Cataluña libre solo se podrá fumar en catalán, mientras que en Hautovia se podrá encender puros en cualquier idioma.