El ser humano es un animal social, o sea, hace el animal en sociedad. Y las comunidades de vecinos son un lugar muy abonado para ello. Vivir puerta con puerta con individuos de tu misma especie es eterna fuente de dramas, comedias y astracanadas. Los vecinos son como la familia, no se eligen, te tienes que aguantar con lo que te caiga en suerte. Lo mismo encuentras el amor de tu vida que un demonio dispuesto a cocerte en aceite hirviendo. Puedes convivir con un filántropo epicúreo que te enseña la cata de caldos al por mayor, o una rata de alcantarilla que le grita furibundo a la tele, siempre con fútbol a volumen brutal. Después están los que roban felpudos, los que follan en el descansillo, la del quinto que cuelga la ropa chorreando, el piso de estudiantes convertido en disco non stop, y tantos otros tipos haciendo la vida imposible o medio posible al prójimo. En lo único que coinciden es en el temor atávico a la palabra maldita: ¡derrama! Ahí van todos a una como Fuenteovejuna, a nadie le gusta que le toquen el bolsillo.
Los vecinos y sus cuitas son tema recurrente en la ficción. Queremos homenajear a la comunidad ibérica por excelencia, 13 rue del percebe, del inmortal Ibáñez. Desde el moroso del ático (que no era otro que el inefable Vázquez) hasta el tendero tramposo del bajo, pasando por el caco o el ascensor asesino, el mítico inmueble nos regaló horas y horas de diversión. La versión contemporánea podría ser la serie Aquí no hay quien viva. Lástima que parte de un error de planteamiento, pues en la mayoría de comunidades nadie quiere la presidencia, y en Mirador de Monte Pinar andan a tortas por el cargo. Pero claro, quizás ocurra como en el caso que vamos a comentar.
El presidente de una comunidad en Estepona se ha puesto un sueldo de 86.724 euros. Más que el presidente del gobierno, y posiblemente con menos trabajo. El espabilado se llama Stephen Hills, podemos suponer que sea inglés. En vez de dedicarse al trasiego de cerveza y al balconing como otros de su tierra, ha optado por actividades más lucrativas. Torre Bermeja se llama la urbanización donde manda y cobra Hills, con residencias de lujo que pagan seis mil euros al año de comunidad. Si el listo de Stephen creía que ochenta y picó mil euros iban a pasar desapercibidos, erró. A los vecinos les ha hecho la misma gracia que si les arrancasen cuatro muelas sin anestesia. Como presidente no tiene derecho a sueldo, pero él se ha nombrado administrador gerente de la urbanización, y todos a callar y él a cobrar. El bien pagado no se achanta, dice que todo es legal, pero sus convecinos lo han denunciado. Para más cachondeo, como presidente todopoderoso se ha eximido a sí mismo de pagar las cuotas. En Torre Bermejo la cosa está al rojo vivo. No sabemos hasta qué punto se habrá viciado la convivencia a cuenta de la pagita de Hills, pero cada vez que coincida en el ascensor con algún vecino no creo que hablen del tiempo precisamente. En fin, otro caso más de la difícil convivencia en comunidad. Si quieren librarse de tales movidas, ya saben, una jaima en el desierto y a disfrutar de la tranquilidad.
4 comentarios:
Sí, seguramente será inglés. Digno sucesor de la estirpe del pirata Drake. En fin, supongo que por las buenas o por las malas acabarán neutralizándolo, o no.
13, Rue del Percebe... Cuántos años, cuántos recuerdos...
"... Más que el presidente del gobierno, y posiblemente con menos trabajo.."
¿¿ Posiblemente ?? jajaja ¡¡ Obviamente diría yo!! vamos, sin ninguna duda, de ahí lo caradura que debe ser este tipo, porque además, no puede constituirse motu propio como administrador de una comunidad, sin ser nombrado como tal, por los comuneros. Vamos, que sin duda debe ser un pirata y obviamente de bastante peor calaña que el Drake del que habla RIcK.. pero sí, si yo te contara la de pleitos que se generan entre vecinos alucinaría, de hecho siempre recomiendo a mis clientes que antes de comprar un piso se cercioren además de las calidades de la edificación, sobre todo y más que nada de las calidades humanas que van a encontrarse.. aunque claro, hasta que no convives, eso es complicado de comprobar .. ocurre como con las parejas ; )
Como siempre muy divertido instructivo tu post. Un abrazo y buen finde!
@ Rick:
Se supone que sí, pero con los ingleses nunca se sabe
@ María:
Sí, los vecinos son seres que te pueden llevar a la gloria o al infierno. Yo he tenido suerte, pero sé de otra gente que están amargados.
Publicar un comentario