La lideresa pepera de Madrid, Díaz Chisgarabís Ayuso, maquiavélica de cotolengo, ha tenido tiempo entre despropósitos y melonadas para cocinar los presupuestos de su comunidad. Si quiere sacarlos adelante necesita el beneplácito de Vox. Rocío Meapilas Monasterio le ha dicho que las negociaciones tendrán que ser en un bar a las nueve de la noche, por aquello de apoyar a la hostelería y saltarse el toque de queda. Parece que quieren repartir(se) los presupuestos entre patatas bravas y tablas de ibéricos. Lo de la Monjasterio es una de las mil necedades a las que nos tiene acostumbrada la derechita chulita desde que les han dado voz y voto. Tachan de asesino al ministro de sanidad y a renglón seguido llaman a llenar los bares. Si luego algo sale mal la culpa del coletas o del contubernio comunista bolivariano, y suma y sigue.
Nos preguntamos de qué dehesa se han escapado los de Vox, en qué vertedero de la historia se escondían. Desgraciadamente, siempre han estado ahí, arropados por su partido madre, esperando su oportunidad. Son españoles sin complejos ni etiquetas, pero a poco que mires se les ven las costuras. Esta cofradía más rancia que el palo de un gallinero está llena de cayetanos descamisados, generales gagás, escopeteros con más balas que neuronas, gente de lidia y lodo, además de pijos mermados. Estas frutas podridas del fondo del cesto son tricornios tridentinos, patriotas de pasodoble, bocachanclas espídicos, liberales trapisondistas, hijas putativas de sor Patrocinio, canis con ínfulas, monárquicos lameculos y atorrantes de todas las clases. Todos ellos son novios de la muerte, cuñados adictos al carajillo, matasietes de mear en pared. Son una unidad de destino en la mediocridad, acaudillados por Santiago Machomen Abascal, cuya divisa es a dios rogando y con el mazo dando. En el bando de este nuevo Monipodio el programa es convertir el país en un cortijo donde a salida de misa mayor el señorito y el cura repartan las migajas con la plebe. Y a todo el que no españolee como ellos quieren palo y tente tieso.
Vox es a la política lo que los torreznos a la gastronomía. Su proyecto, más allá de sembrar cizaña, es una entelequia mayor que la sabiduría fallera. Abascal tiene la misma talla de estadista que un bote de pimentón, normal que la Monjasterio vaya al bar a negociar, les puede el olor a fritanga. Solo utilizan la cabeza para embestir. Pero se van a dejar los cuernos en el intento, aunque los demás nos llevemos algún dolor de cabeza.
10 comentarios:
Por relación de ideas, he recordado aquella vez que Vox utilizó al padre de Monedero para realizar una falsa entrevista en su bar (después de que Jordi Évole entrevistara a Iglesias y Rivera en una cafetería), en una estrategia de marketing de muy baja estofa. Eso fue antes de su escalada de votos, pero como pueden permitírselo y necesitan hacerse notar a toda costa, continúan en esa línea populachera, alimentando la crispación que les mantiene vivos. Luego tenemos a Ayuso, que amparada en su partido lanza joyas dialécticas como que no entiende por qué Cataluña tiene los bares cerrados, con el buen tiempo que vive (solo un ejemplo reciente de su repertorio).
De todos modos, y dejando a Vox aparte, lo que más me molesta de la gestión actual es aquello en lo que caen todos (izquierda y derecha, arriba y abajo) y es que el partidismo prevalece sobre la responsabilidad política; Madrid solo es el anfiteatro mediático que más manifiesta esa polaridad. Las discrepancias y las diferentes posturas ante la crisis son connaturales en una democracia, así como la necesidad de contrapoderes frente al ejecutivo, pero una situación extraordinaria exige políticos a la altura de las circunstancias, y a nuestra partitocracia se le ven las costuras más que nunca: se delegan responsabilidades porque nadie quiere quemarse en el dilema sanidad-economía. Y no hablemos ya del entendimiento entre partidos enfrentados… Sé que criticar todo esto suena muy ingenuo, porque estamos acostumbrados a que nos traten como a niños, a que muestren la mayor preocupación por evitar una foto incorrecta, como puede ser una simple colaboración entre oponentes políticos.
Mientras tanto, los medios de prensa siguen con sus respectivas agendas: unos centrados exclusivamente en demonizar a Sánchez, otros en demonizar al PP y oposición, y otros incluso especializados en atacar a algún sujeto particular, como el alcalde Almeida o Iceta. Por no hablar de los que se han reciclado en expertos inmobiliarios y de decoración del hogar, especializados en el barrio de Galapagar.
Pues sí estaban agazapados, pero fueron los medios próximos no lo olvidemos y el triunfo exterior de grupos de aparente similar pelaje los que le dieron vidilla a esta fauna que hace unos años solo eran frikis de feria en Intereconomía y el programa de Fede.
Desgraciadamente no hay una derecha coherente, han puesto un inútil al frente, un supuesto centrismo oportunista llena de descerebrados y esta horda de piojosos rancios. Voy a escribir algo que nunca creí que podría escribir: se echa de menos a un tipo como Fraga porque siendo un facha de ley los pondría firmes y los devolvería al monte de donde nunca debieron salir.Lo de pensar que puede haber una derecha democrática tipo Merkel o Macron ya ni merece la pena plantearlo.
Esta vez lo has bordado, y hay poco que añadir. Abundando en el asunto de la prensa, lo que está claro es que también tienen su parte de culpa, y la tienen todos. Hace mucho tiempo que vivimos en un pais cuya prensa es de trichera en su mayoría: o estás con unos o estás con los otros, y si quieres buscar un término medio o te hunden a collejas los dos bandos o no vendes un colín. Porque esa es otra: el paisanaje ha caído en la trampa y hay un creciente sector de devotos de uno y otro bando que ni se cuestionan el grado de razón que puede tener el adversario. Así que a cada mamarrachada de los "nuestros" sabemos responder enseguida con el "y tú más" que ya es de patente nacional. Un gustazo, estar al día en este país.
Qué verbo tienes!! Los adjetivos calificativos dedicados a estos personajes son lo más acertado que he leído, oído o pensado sobre esta gente. Olé
@ Rodion:
Tienes razón, la pandemia es otra excusa para el rifirafe de patio de colegio. No creo que nos merezcamos estos políticos, la sociedad no es tan corta de miras como ellos. El problema creo que reside en que es una profesión muy desprestigiada y solo acaban allí lo peor de cada casa.
@ doctor Krapp:
Sin irnos a Fraga, hasta Rajoy nos parece hoy todo un estadista comparado con Casado. Y lo de compararnos con la derecha europea ni te cuento, la derecha cazurra y carpetovetónica es impermeable acualquier intento de modernización que no pase del vestuario.
@ Rick:
Los medios van a hacer pasta, y las chorradas de Vox llaman la atención, hay audiencia, hay anunciantes. Las tertulias políticas antes aun eran medianamente serenas y se podía sacar algo en claro, ahora son más edificantes las de Sálvame.
@desconocida:
Muchas gracias por los adjetivos, todos merecidos.
La política es una caca cada vez más indecente, trilera y mentirosa. La pandemia los ha dejado con el culo al aire. Desde luego, entre todos, estos son los impresentables por antonomasia.
@ U-Topia:
Así es, el más impresentable es que saca más ventaja.
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