lunes, 17 de febrero de 2020

Hacia la extinción

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Si cada vez hay más tontería es porque cada vez hay más tontos. Lo que era una impresión generalizada ya tiene fundamento científico. Distintos estudios hechos en varios países europeos indican que los teses de inteligencia bajan una media de siete puntos por generación. Desde los tiempos dorados del viejo siglo XX, cuando el más tonto hacía relojes, hemos llegado al mediocre siglo XXI, donde se necesitan cuatro ingenieros para sacar un café de la máquina expendedora.
El asunto es encontrar la causa del bajón intelectual, y aquí cada cual tiene su teoría. El consumo de telebasura puede ser un factor importante, o la exposición a todo tipo de tóxicos, o la ingesta galopante de ultraprocesados. Igual le podemos echar la culpa al embrutecimiento de la población gracias a las políticas neo liberales. El abuso de las tecnologías, estar enganchado al mando mirando fijamente la pantalla, agarrota las neuronas. El apoltronamiento de la peña, la falta de estímulos intelectuales, convierte en zombis legiones enteras. También se puede especular con el abusivo consumo de porno, con una conspiración alienígena, o que alguna secta masónica eche polvos en el agua potable.
Pero quizás todo sea un error de medición, que los clásicos teses no valoren lo que se conoce como inteligencias múltiples, ya saben, competencias  que hasta hace poco no se consideraban pertinentes a la hora de decir pero qué listo es mengano. Piensen por un momento en la visión holística del creador de la pizza kit kat, la inteligencia espacial necesaria para un buen perreo, la diarrea verbal de cualquier gañán haciendo trap a la puerta del DIA, o la inteligencia emocional del que arrima la cebolleta en el metro.
No está claro si ha mutado o se ha esfumado nuestra inteligencia. Antes había un tonto oficial en cada pueblo. Ahora, dada su escasez, quizás haya que nombrar a un listo. Sin embargo, no conviene asustarse, los cortos de entendederas suelen dormir a pierna suelta, y al final de lo que se trata es de ser felices. Los tontos heredarán la tierra, y cuando llegue el fin, les cogerá hurgándose las pelusas del ombligo mientras consultan el horóscopo en el teletexto.

6 comentarios:

Doctor Krapp dijo...

Supongo que ya conoces el famoso comienzo de la célebre Idiocracia pero te lo pongo de nuevo por si acaso:

https://youtu.be/L7eyMZomtFw

Lamentablemente si la tesis de esta película es verdad quizás Hitler... en fin no sigo.

Rick dijo...

Desde luego la relación de posibles causas que enumeras es tan completa que no se me ocurre ninguna más. Y la decadencia de la raza debe de haber comenzado en la Edad Media o por ahí, porque ya nuestros padres opinaban de nosotros que éramos medio tontos por los gustos un tanto extraños que teníamos.

Pero quién sabe: tal vez con las nuevas tecnologías la tontuna se convierta en inteligencia digital, o algo asi.

Luis Antonio dijo...

Nos pasamos muchas horas delante de pantallas poco educativas, leemos menos, nos cuesta mantener la atención, predomina la ley del mínimo esfuerzo, el trabajo intelectual tiene pocos adeptos... No sé. A lo mejor, y ahora quiero pecas de optimista, estamos desarrollando otro tipo de inteligencia incluso superior...

Saludos

Chafardero dijo...

@ doctor Krapp:
es otra posibilidad, la de que solo se reproducen los tontos, lo que hace el futuro mucho más incierto.

Chafardero dijo...

@ Rick:
Desde luego, con la inteligencia artificial a la vuelta de la esquina ya no necesitamos estrujarnos el cerebro. Que piensen las máquinas por nosotros

Chafardero dijo...

@ Luis antonio:
esa es la idea que defienden algunos, que está surgiendo una inteligencia multi facética, aunque todavía no se sepa qué es.