El demonio cristiano no tiene que maquinar mucho a la hora de buscar
tentaciones, nuestra natural inclinación al vicio y la depravación juega
a su favor. El diablo musulmán, en cambio, ha de hilar más fino pues
lidia con gentes de sólida formación moral, impermeables a las
asechanzas del maligno, así que sus celadas tienen que ser más
sibilinas. Pero siempre hay guardianes de la virtud dispuestos a
desenmascarar las múltiples formas en que el maldito busca nuestra
perdición. La más novedosa ha sido recientemente denunciada por un jeque
saudí cuyo nombre suena como un grajo con garrotillo. El prenda se ha
despachado una fatua condenando a los muñecos de nieve por anti
islámicos y por fomentar la lujuria y el erotismo.
Aquí entra en
juego la manía iconoclasta de estos barbudos, que no les permite recrear
figuras humanas, aunque muchos muñecos recuerden más a osos obesos o a
sacos de patatas con una zanahoria pinchada. En lo que no habíamos
reparado la gran mayoría, a pesar de ser pecadores impenitentes, es en
su contenido sexual, por muchas curvas que tengan. Quizás en Arabia, tan
reprimidos como están, la gente se ponga muy caliente ante los muñecos
de nieve, masturbándose compulsivamente al ver unos níveos muslos
clamando para que te hundas entre ellos. Pero el jeque este se puede
estar tranquilo que no hay mal que cien años dure, y más tratándose de
esculturas de nieve, a las que los calores primaverales suelen sentarles
fatal.
Desde luego, ni la mente calenturienta de Wolinsky, al
que hace poco unos hermanos en la fe han dado matarile para mayor gloria
de Alá, hubiera imaginado tan gélida aberración. De hoy en adelante,
cuando veamos uno de esos diabólicos muñecos, actuaremos con frialdad y
cambiaremos de acera para evitar la tentación. Pero advertimos, como
alguno se nos insinue, vamos a fusilarlo a bolazos de nieve.
10 comentarios:
jajaja lo que me has hecho reír ... qué inspiradísimo has estado jaja esto no es cierto ¿ verdad ? si ahora la toman con los pobres muñecos de nieve es que una termita se les está comiendo el cerebro a todos estos barbudos fanáticos del turbante o será el sol desierto, o el demonio ese, que se les ha metido dentro... jaja sí, la lascivia y el desenfreno se desatará a la vista de una puntiaguda y provocativa nariz de zanahoria y una pancita de nieve jaaja aaayyyyy.. además! ¿desde cuando hay nieve Arabia saudí?
Te digo yo que estos esnifan petróleo y por eso andan como andan :-)
Mil gracias por la risa... siempre, pero un lunes no sabes lo que se agradece... un beso!
Está claro que la estupidez humana no conoce límites; aunque a veces se leen unas tonterías que, como esta, son de tal calibre que ya se queda uno pensando si lo habrán dicho en serio o simplemente es por fastidiar.
De todos modos, y teniendo en cuenta que los muñecos de nieve no suelen ser vistos en las zonas de mayor influencia de los imanes, no sé a qué viene esta inaceptable injerencia en las costumbres de los paises norteños. ¿Será para responder a la supuesta injerencia norteña de las caricaturas?
Vaya usted a saber...
Esta gente cada vez se les va más la pinza, y son unos tocapelotas de mucho cuidado. Vaya chorro de gilipollas que se creen estar por encima del bien y del mal.
Saludos amigo.
Debe ser un coñazo vivir allí y no saber con que fatua te van a despertar esa mañana.
¿Crees que las actualizan por el facebook o por el twitter?
Además puede que haya un mensaje secreto detrás de todo ésto y se refieran a muñecos fabricados con la nieve que se cansan de esnifar esos emires. Ya sabes que esos potentados del petroleo son muy derrochones.
Hoy más que nunca:
https://www.youtube.com/watch?v=_oq3Z7gyX7A
Parece que en la frontera con Jordania el invierno está siendo mas duro de lo habitual, lo que ha sido aprovechado por el maligno.
Que su principal intención es fastidiar al pobre creyente de a pie seguro, cuando no meterle unos cientos de latigazos o algo peor.
a Rafa:
Sí, pero tienen bajo su babucha a millones de personas.
a Doctor Krapp:
Me temo que hoy en día entonar estas lindas canciones sea un ejercicio de riesgo.
Comparable a la mente calenturienta de los inquisidores cuando imaginaban a brujas y machos cabríos. Estos capullos censurarán dentro de poco al conejo de la suerte por excitar con su movimiento de orejas.
No les des ideas, no les des ideas.
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