lunes, 24 de junio de 2013

¡Viva Las Vegas!

Cumpleaños bizarro
Repámpanos cumple un año más, como siempre en olor de multitudes. Para celebrarlo vamos a gastarnos del tirón todas las ganancias generadas por esta página, no sea que el fin del mundo nos pille con el dinero en el banco. Y el mejor sitio para fundir pasta  es las Vegas. Allí nos verán, sacándole chispas a las tragaperras, dejándonos llevar por algún crooner momificado mientras acabamos con las existencias de don José Cuervo,  apostándolo todo al rojo o casándonos de forma intempestiva con alguna playmate venida a menos.
Todo este ajetreo nos dejará poco tiempo para actualizar el blog. Deberán tener paciencia y esperar hasta septiembre cuando daremos rendida cuenta de nuestras aventuras en la capital del vicio. Pero vamos a aprovechar el receso estival para desgranar una serie de melodías en blanco y negro. Este verano gracias al posteador automático  haremos una pequeña recopilación de temas doo wop, el rock vocal que nació en los años cincuenta. Bellas melodías asaetadas por voces que revolotean en todas direcciones, amores puros, ausencias sublimes, dichosa inocencia de un tiempo ya pasado. Vaya desde aquí nuestro sentido homenaje a un género hoy perdido pero que encierra momentos estelares de la historia de la música. Los Belmonts, Diamonds o Monotones pondrán la pizca de tecnicolor a un verano que se presume gris.

Nada más que desearles felices vacaciones y gracias por estar ahí.

lunes, 17 de junio de 2013

Antes tonto que rojo

En el PP no hay listos

 
Las razones que llevan a uno a hacerse de izquierda o de derecha son muchas y variadas. El ambiente familiar, la educación, inquietudes sociales, presión religiosa, imperativos éticos o cualquier otro estímulo que le pueda a uno salir al paso hacen que te conviertas en un carca o en un progre. Como siempre, es la ciencia la que viene a sacarnos de nuestro error. Un trabajo aparecido en Psychological Science firmado por Gordon Hodson y Michael A. Busseri afirma que los de derechas se caracterizan por ser unos ceporros. Estudiaron a quince mil personas comprobando su coeficiente de inteligencia cuando tenían once años y a los treinta y tres volvieron a entrevistarlos para saber sus posiciones políticas. Según estos autores, las personas con más bajo coeficiente intelectual son más proclives a demostrar inclinaciones conservadoras. La explicación que aportan es que estos individuos tienen mayores dificultades para adaptarse y asimilar las diferencias, por lo que buscan mantener el orden establecido para tener una sensación de seguridad.
Así que los que pensaban que los de derechas no tienen dos dedos de frente aquí tienen las pruebas, aunque la verdad es que hay que mirar mucho para encontrar diferencias apreciables entre los principales partidos de derechas y de izquierdas, meras correas de transmisión de los poderes económicos. Necios son los que siguen creyendo en esa división que resulta falaz desde hace tiempo. De acuerdo que al ver la cúpula directiva del PP podemos sospechar que en este estudio hay más razón de la que parece, pero nosotros también tenemos que hacernos los tontos para poder soportarlos, a estos y a los demás.


lunes, 10 de junio de 2013

La Estatua del jardin botanico



Los Radio Futura empezaron enamorados de la moda juvenil en un primer disco en el que intentaron venderlos como ídolos de adolescentes en celo. Tras la resaca del experimento y botar a Herminio Molero, Santiago Auserón  cambió el rumbo de la formación, y fruto de ello llegó el single La estatua del jardín botánico.
La canción supuso uno de los hitos de la movida y un himno entre loa amantes de lo arty, enterados y modernos en general. Al fin un grupo que no solo no decía tonterías sino que hasta parecía mandar crípticos mensajes envueltos en imágenes deslumbradoras. Era la prueba de que la poesía y la inteligencia tenían cabida en el mundo del pop. Muchos nos quedamos a meditar sobre el asunto en la penumbra de un jardín, y sobre todo apurando copas después de la medianoche, embelesados por esas metáforas que abrían un mundo de sugerencias. Con este tema Radio Futura comenzó a cimentar una carrera cargada de grandes canciones, pero en ninguna, el mismo Auserón le reconoce, llegaron a igualar el lirismo y el misterio que emanan del jardín botánico.
Los años han tratado bien a la vieja estatua. Su poética futurista quizás hoy parezca algo hueca y pretenciosa, y de tan oída ha perdido parte de su antigua magia. En vez de una disquisición filosófica suena más al delirio de un drogata. Pero cuando se oyen esos golpes de batería con los que se abre la canción vuelves a un tiempo mítico en el que te creías capaz de dibujar sin que te temblara el pulso elipsis entre el sol y tu corazón.

lunes, 3 de junio de 2013

El papel de la revolución

viva la venezuela bolivariana

De todas las revoluciones que en este mundo han sido ninguna tan chusca como la bolivariana. Ni el mismo libertador sabría decirnos las bases sobre las que se asienta este movimiento amorfo y pachanguero. Con Chávez un nuevo tipo de caudillo se ha añadido a la peregrina lista de jefazos que han campado por las américas. Con él la revolución se hacía en chándal y en horario de máxima audiencia. Con su personalísima forma de entender el gobierno (sintetizada en todo el poder para mi al precio que sea) junto a sus mariachis montó un tinglado populista apoyado en el chorro de billetes procedentes del petróleo. El pueblo, educado a base de telenovelas y  cuyo principal deseo es colocar a una hija como próxima miss mundo, cansado de la oligarquía depredadora que los había exprimido durante décadas, se echó en los brazos del militar que lo mismo te soltaba una arenga que una ranchera y que prometía que los parias de la tierra heredarían la tierra prometida, liberada al fin de las garras del imperialismo yanqui. Entre tanto, a base de amañar elecciones y otras maniobras iba ampliando su cotarro.
Muerto el amado líder, al que por falta de previsión no han podido momificar para adorarlo como un Lenin caribeño, su sucesor recoge los frutos maduros de la revolución. El problema es que la praxis bolivariana corre peligro de irse a la mierda ante la preocupante escasez de papel higiénico que se ha declarado en el país. Como siempre, se echa la culpa a la oposición que hace acopio de rollos y rollos para enfangar al gobierno legítimo. El nuevo presidente, no sabemos si inspirado en algún pajarillo que le ha cantado al oído, ha tomado la audaz decisión de importar cuatro millones de rollos de papel más para que nadie ande con estrecheces a la hora de rendir cuentas en el retrete. Llama la atención que Venezuela dependa del exterior en un sector tan sensible, y que la rutilante economía bolivariana sea incapaz de producir siquiera los rasposos pero socorridos rollos de papel El Elefante que de tantos apuros nos sacaron a nosotros.
La falta de papel de váter es la prueba fehaciente de que la revolución va de culo. Los pobres venezolanos deben controlar sus esfínteres mientras peregrinan de súper en súper en busca de un mal rollo que echarse al ojete. Dirán que esto solo son pequeñas incomodidades materiales, pero en el plano espiritual tampoco van a encontrar mucho consuelo. Si quieren ir a algún templo a meditar y a reconfortarse con la palabra de dios lo van a tener difícil pues la iglesia se está quedando sin vino de misa. Solo quedan existencias para dos meses, luego no saben si llenar los cálices con cerveza o con ron, que para  la transustanciación no vale cualquier brebaje. Todos los historiadores consultados están de acuerdo en que ninguna revolución ha salido adelante sin papel de váter, y mucho menos sin vino de misa. Tememos lo peor para nuestros camaradas.

En la larga y siniestra lista de tiranos americanos nuca hemos tenido a alguien tan telegénico y lenguaraz como Chaves. Ha sabido agitar a las masas para llevar el agua a su molino. Ahora las masas andan agitadas, con el culo prieto y ni se atreven a comulgar. El libertador Bolívar estará en su laberinto renegando de la mala suerte de su querida América.

lunes, 27 de mayo de 2013

De cómo aún a su pesar el caballero del Flequillo Flojo declaró sus hazañas (III)


–En este caso, la hacienda real se daría por satisfecha con el rucio de su escudero.
–Óigame usted bien, fiscalizador de bienes ajenos, que mi montura no tiene nada que ver con las hazañas de mi señor, que me lo gané con el sudor de mi frente en muchas siegas y vendimias, y si quiere confiscar algo, confísque los calzones de mi señor, que guardan huella de todos los lances de honor que ha tenido, pero a mi burro ni me lo toque.
–Sea pues –dijo el de la mesa –alguaciles, metan presos a estos irredentos fiscales, y que paguen en galeras lo que no pagan aquí. –Como viera Flequillo Flojo que los hombres de armas se les echaban encima, levantó la mano para detenerles a la vez que conminaba a Marco.
–Amigo Parco, aquí te emplazo para que te sacrifiques por tu señor. Bien sé que tienes en más estima a tu rucio que a tu esposa, que más coces te ha dado ella que él, pero pasar esta mala jornada bien vale un animal que bien mirado ya está muy corrido y pronto a abandonar este mundo. Entrégaselo a estos carroñeros y al buitre que los manda, que yo bien sabré agradecerte tu gesto, y en cuanto la fortuna nos sople a favor, cabalgarás en recio alazán, como corresponde a tu condición. –Viendo el escudero que los cuadrilleros estaban prestos a cargarlos de grilletes, y ponderando que mejor ir a pie pero ligero de carga que con todo el hierro de Vizcaya a cuestas, cedió en las demandas de su señor y puso pie en tierra.
–Quién me mandaría, necio de mí, hacerle caso el día que me sacó de mi bancal, donde tan a modo estaba yo criando mis calabazas, para seguirle del páramo a la sierra y de la sierra a la llanada bajo la promesa de que un día me sentaría en trono de oro, cuando a lo que se ve, voy a tener que ir a pinrel en busca de tal asiento.
Una vez que los de la Santa Hermandad tomaron posesión del tributo por actividades caballerescas y el secretario extendido la debida cédula que acreditaba a su poseedor de estar al día para con la real hacienda, dejaron paso franco a Flequillo Flojo y Marco Parco, que prestos pusieron tierra de por medio no fuera  a subir la tasa mientras estuvieran cerca y se quedaran también con Rampante.
–No reniegues tanto, Parco amigo –dijo Terco cuando se vieron lejos del afán recaudatorio de los hombres del rey –que de este mal paso podemos sacar una gran lección. A saber, el soberano que sangra a sus súbditos no merece sino nuestra reprobación. Porque las contribuciones son obligación de todos, como de todos es la cosa pública, pero cuando el estipendio solo sirve para empobrecer al pobre más si cabe y al poderoso hacerle más arbitrario y arrogante, no queda otro remedio que ir a pedirle cuentas, y si no le salieran, buscarse otro soberano que mire por el bien de sus súbditos.
–Muy buenas razones son ésas cuando se dicen desde el lomo de su Rampante, pero como súbdito de a pie que soy, solo puedo decir que con el fisco hemos topado, y que dios nos coja confesados como volvamos a caer en sus manos. 

lunes, 20 de mayo de 2013

De cómo aún a su pesar el caballero del Flequillo Flojo declaró sus hazañas (II)


–No estamos aquí para discutir si sus predecesores corrían moros o cristianos, sino para acatar la voluntad real, que en este punto es muy clara. Todo caballero andante que vagara por su reino, sea cual sea su cuna o nación,  deberá pagar un tributo para sostener la campaña de Flandes, que va para largo, y bien sabrá lo costoso que sale clavar una pica en aquellos andurriales.
– ¿Pero dónde se ha visto semejante atropello, tal escarnio a la sagradas leyes de la caballería? –se incendió el del Flequillo Flojo, al que el molinillo que coronaba su casco las aspas empezaron a girarle enloquecidas –mezclar en el mismo odre sus pedestres cálculos mercantiles con el oficio de paladín errante, donde las únicas cuentas son amor y honra.
–Cuando vaya acabando sus quejas me hará una relación por menudo de los duelos que le han acontecido en el último año, las doncellas rescatadas, agravios desagraviados y demás ocupaciones propias de su condición, para que vayamos aplicándoles a cada una la tasa que le corresponda. Y tenga presente que toda resistencia será vana, que como no afloje la bolsa aquí y ahora los de la Santa Hermandad –señalando a los alguaciles que le rodeaban con ganas de ponerles las manos encima –no han de tener ningún reparo de acabar con sus huesos en prisión.
–Para que veas, Parco amigo, en que acaban los reyes y príncipes, en vulgares asaltadores de caminos, que otra cosa no es ésta sino un espolio en toda regla.
–No debería extrañar a su merced lo que vemos. Nobles y magnates labraron su posición levantándole las alforjas al prójimo, normal que cuando la necesidad aprieta vuelvan por sus fueros.
–Como sigan vituperando al rey nuestro señor les voy a aplicar un correctivo que hará época en sus anales andantes –dijo tajante el recaudador de impuestos, a la par que apremió a Tirso Terco a que hiciera descripción de sus hazañas para establecer la correspondiente contribución. Hízolo nuestro caballero de mala gana, y hasta podemos afirmar que contrariando su juramento de ir siempre con la verdad por delante, algún lance se dejó en el tintero.
Hizo el escribano sus cuentas y dieron un total de mil maravedís que Tirso Terco tendría que pagar sí o sí si quería seguir ejerciendo de caballero andante y no de caballero enjaulado.
–Pero nosotros no poseemos tal suma, que no somos mercaderes ni chalanes, que nuestro oficio no reporta beneficio alguno, solo la gloria venidera y el afán de servicio a nuestra dama.
–Pues idle a pedirle prestado a ella, que seguro que le place auxiliar a su caballero.
–Antes la muerte que abusar de semejante manera de mi amada Brisilda, que una cosa es que sea de natural liberal y otra que la vaya con ese sablazo.
–Como la magnanimidad de nuestro señor no conoce fin, también acepta contribuciones en especie.
– ¿Y de qué especie se trataría? –inquirió el del Flequillo Flojo algo amoscado.