Estar podrido de dinero tiene sus ventajas, qué duda cabe.
Te puedes permitir comer caviar a carretillas bajo una cúpula trenzada con rabos
de cereza, navegar en yates de cien metros de eslora con anclas de adamantium
repletos de playmates, o como el multimillonario japonés Yuzaku Maezawa, darse
un paseo por la luna. SpaceX, la empresa de Elon Musk dedicada a la conquista
del espacio merced a la iniciativa privada, planea un vuelo alrededor de
nuestro satélite para 2023, y acepta viajeros que sean capaces de pagarse el
billete. Se inaugurará así el turismo espacial, visto que en la Tierra ya no coge
un maldito turista más. Como Yuzaku es un echao palante con el riñón forrado no
ha dudado en sacarse pasaje. Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid,
el arrojado astronauta ha decidido que es un buen momento para echarse novia,
una compañera de vida lo llama él, y dar un romántico paseo por la cara oscura de
la luna.
Lo de buscarse media naranja y mandarla al espacio exterior cumple
todos los requisitos para hacer un reality por todo lo alto. La cadena nipona
Abema TV seguirá de cerca el proceso selectivo de la aspirante a primera novia
en la órbita lunar. Las que estéis interesadas os lo ponen fácil, con tener más
de veinte años, personalidad radiante, ser positivas, gustaros los viajes
largos y amar la paz mundial, ya os podéis apuntar.
Aquella manida frase de los boleros ñoños de te daré la luna
se quedará corta, con Yuzaku te darás de bruces con ella. Habrá mujeres con los
pies en el suelo que no estarán por la faena de un paseíllo espacial, pero
también mucha lunática suelta que podrá hacer realidad sus sueños. En el viaje
parece que irán también artistas que inmortalizarán la excursión, por lo que
tal acumulación de egos en una sola nave puede resultar peligrosa.
En realidad, esta será la primera y auténtica luna de miel,
en gravedad cero y con vistas al mar de la tranquilidad. Lo complicado será
consumar la unión, que la ausencia de gravedad no favorece el acoplamiento
carnal, sin contar con que este tipo de naves no incorporan suites nupciales.
Pero como los japos tienen la líbido por los suelos, tanto les dará la luna, Marte
o los anillos de Saturno.