A pesar de
ser un género tan actual, reputados estudios musicológicos relacionan la rumba
con los últimos especímenes del hombre de Neanderthal que buscaron refugio en
la península ibérica, y que intentaban ahuyentar con este sonsonete machacón al
pujante homo sapiens. Con el tiempo, los menos sapiens entre los homo adoptaron
el género hasta convertirlo en la quinta esencia artística carpetovetónica, la
rumbita guapa que lleva toda la vida machacándonos. Entre todos los paquetes
que se encuentran en el sector hoy rescatamos, más por su portada que por su
música, a los Sobraos.
Estaba claro
que les sobraban los motivos y que a bragados no les ganaba nadie a la hora de
hacer la carpeta del delito. Suponemos que en plena tormenta de ideas alguien
dijo el clásico ¿A que no hay huevos? Y vaya si los había. Aunque a primera
vista se pudiera pensar que se trata de saber quién gasta el paquete más
grande, esos cinturones desabrochados son un potente mensaje subliminal que
habrá llenado los sueños tórridos de las Marus de mercadillo y las chonis de
los autos de choque de medio país.
Lo que está
claro es que estos rebosantes paquetes no son de los integrantes del combo,
tres mendas que llevan desde los noventa dando la murga. Su mayor éxito fue un
tema con toques tecno titulado Quiero verte, y poco más se les volvió a ver.
Después de quemar tímpanos con semejante temazo incluido en el disco que hoy
traemos a portada, han deambulado con su lírica horchatera con más pena que
gloria, pero siempre al pie del cañón. Les dejamos un vídeo grabado en el bar
de abajo de casa con los parroquianos que pasaban por allí y las pibas más
buenas de su portal. Se declaran admiradores de Belén Esteban y Matamoros
mientras animan a la peña a irse pal bar. Letra directa y contundente, pero a
la vez con sus clásicos mensajes subliminales capaces de hacerte perder la
razón.
Hace poco
sacaron disco celebrando sus veinte años dando el cante. Para la ocasión
estuvieron contenidos, que aparecen en la foto de cintura para arriba. Se
titula Reset, pero siguen con lo de siempre. Ahora que el sonido caño roto mola
entre los modernos y los Chichos tocan en el Primavera Sound, quizás estos
rumberos puedan hacer el ventilador en algún festival castizo como Ebrovisión.
Porque está claro que estos sobraos tienen más aguante que los sobaos pasiegos.