lunes, 16 de febrero de 2015

Ofertas

carro de ofertas


Miró el carrito de la compra por si se haa olvidado algopan, leche, yogures, carne, birras... Estaba todo, se fue en busca de una caja. Era un laborable al mediodía, el centro comercial estaba tranquilo, un buen momento para una compra rápida. Encontró una caja libre con una chica que parecía la eficacia en personaEsto iba a ser coser y cantar pensó. 
 Buenas tardes, gracias en confiar en Carrekide para hacer sus compras. ¿Tiene nuestra tarjeta? 
No, no tengo. 
Le interesaría tenerla, le dará acceso a grandes ofertas, promociones exclusivas 
Gracias, no me interesa. 
Le serviremos su compra en casa, haremos una estadística de sus gastos. 
No, muchas gracias. 
Diligente, comenzó a pasar los artículos por el lector de códigos. La máquina emitía un pitido por cada uno que contabiliza. La cajera, con una discreta elegancia, deslizaba los productos rampa abajo para que el cliente los recogiera. De pronto, sonó un doble pitido. Algo pasaba con los yogures naturales. 
Caballero, este pack viene con una oferta para que pueda adquirir otro de natillas de coco a mitad de precio. ¿Quiere que llame a mi compañera de sección para que le traiga uno? 
No, no me gustan las natillas. 
Pero son de coco. 
Ni de coco. 
Tres productos más adelante, es el jabón de la lavadora el que pita. 
Promoción especial. Si se lleva tres cajas de detergente, paga solo dos. 
 ¿Para qué  quiero yo tres cajas? Me van a durar hasta el día del juicio. 
Pero le salen muy bien de precio. La mirada helada del comprador hizo que la cajera volviera a su trasiego de productos. Ya quedaban pocos, un manojo de puerros, una bolsa de patatas y las cervezas. Vaya por dios, con las cervezas volvió el doble pitido y la diligente cajera pasó a informar. 
Esta caja de cervezas le da derecho a participar en un sorteo para un fin de semana en el pirineo francés. 
No voy al pirineo ese ni regalado. Haga el favor de cobrarme respondió el cliente, cansado de tanta oportunidad. 
Antes de dar el total, la máquina pasó un rato escupiendo vales descuento de todas clases y categorías. El cliente hizo una bola con ellos y los tiró en una de las bolsas. 
 ¿Tarjeta o efectivo? 
Tarjeta. 
Entregó el trozo de plástico junto con su carnet. La cajera marcó la cantidad y esperaron la respuesta del sistema. Salieron dos pequeños tíquets que el comprador firmó con la cabeza puesta en la siesta que se iba a echar  al llegar a casa. 
Enhorabuena, caballero. Acaba de adquirir nuestra súper oferta especial del gabinete de tatuado. 
 ¿Qué dice? Yo no he comprado nada de eso. 
Al firmar ha aceptado las condiciones de la oferta. Es una promoción especial para clientes recalcitrantes como usted. Le van a estampar un moderno tatuaje en una de sus nalgas, para que vaya a la última. 
Está loca, yo no me voy a tatuar nada, faltaría más y metió en el carro las bolsas que le quedaban con la intención de alejarse lo antes posible de semejante chalada. 
Tranquilo, caballero, por favor. A veces la gente se pone nerviosa, pero somos profesionales, todo irá bien. 
 ¡Váyase  a la mierda y  quédese allígritó el comprador, pero en ese momento dos armarios roperos vestidos de blanco le cogieron por los sobacos y lo encaminaron suave pero firmemente hacia el gabinete de tatuado, sito entre una tienda de fundas para móviles y una franquicia de encurtidos. 
 ¿Es tu primera vez? Tranquilo, no te dolerá dijo uno de los celadores con una blanca sonrisa. 
 ¡Pero bueno, déjenme en paz! gritó el comprador mientras intentaba forcejear. Entonces le pusieron una gasa en la nariz y todo se desvaneció. 
Horas después, atontado por la anestesia y con el culo dolorido, el cliente yacía en el sofá de su casa. La cabeza le daba vueltas, tenía nauseas, no había comido todavía. Tambaleando se fue al baño, se bajó los pantalones y pudo contemplar la rutilante C de Carrekide que lucía en su culo. 
  ¡Joder! Tenía que haber cogido las natillas de coco. 

lunes, 9 de febrero de 2015

Tequilas y taburetes

líder del taburete

En los malos momentos es cuando los grandes se crecen. Tal es el caso del pequeño Bárcenas, al que el cambio de actividad de su padre, de tesorero a taleguero, le ha hecho replantear su situación vital. Mientras su papá repartía sobres en Génova 13 no era más que otro pijo del montón: su universidad privada, master en Nueva York escapadas a Suiza a esquiar, sus francachelas, su novieta de familia bien. Pero la reciente experiencia carcelaria del cabeza de familia  ha sumido a Willy Bárcenas  en un ejercicio de introspección del que ha nacido un trabajo musical que verá la luz en breve. 
Su afición a la música viene de atrás. En 2012 apareció en Punto Pelota, bizarro espacio televisivo donde un tal Pedrerol reunía una recua de zombis balompédicos y sentaban cátedra sobre cómo meterle los tacos al contrario sin queriendo  o desdoblarse por la banda con viento racheado. En un ambiente tan proclive al arte y ensayo se presentó Willy con su primer grupo, Los Jardineros, cantando un Himno a la Eurocopa de su cosecha. El pop por pelotas, con Pipi Estrada de padrino, transmitía una épica casposa muy en la línea estética de la rojaSi en la sección rítmica hubiera estado Manolo el del Bombo la canción hubiera llegado más lejos. 
Como decíamos, los disgustos familiares han arrancado una respuesta visceral a Willy. La urgencia del momento requiere un cancionero con ramalazo escatológico, que se vea que aunque pijo tiene sangre en las venasQue se jodan todos los que se ríen de mi papá y de mi mamá ha declarado el joven airado. Ése es el mensaje que destila su disco Tres Tequilas, y que define, no sabemos si con choteo, como electro-chotis con toques new ageCon tal coctel los oyentes van a necesitar más de tres tequilas para sobrellevarlo. En un velado homenaje a su padre, camino del banquillo de los acusados, el niño ha bautizado su grupo Taburete, nombre todavía más sinsorgo que el anterior. Circula por ahí un vídeo en el que las tres patas del taburete presentan uno de sus temitas new chotis y creemos firmemente que puede impactar tanto  en la escena dance berlinesa como en las rondallas de Corella. 
Como Willy conoce el show business sabe que necesita otro personaje con gancho en su proyecto. Qué mejor que Antón Carreño, nieto de otro ilustre de Soto del Real, Gerardo Díaz Ferrán. No sabemos si se conocieron en la cola de la prisión o en la de alguna discoteca del barrio Salamanca, pero son una combinación ganadora. Y como se les una Paquirrín, rompen con la pana. 

lunes, 2 de febrero de 2015

El arma definitiva



Todos los que vivimos la frustrante experiencia de fabricar aviones de papel para ver que su vida útil era de dos o tres segundos, antes de caer en barrena balcón abajo o estamparse contra la televisión, estamos de enhorabuena. Ya no tendremos que estrujarnos las meninges calculando el ángulo de ataque del fuselaje, la superficie de las alas o el gramaje ideal para que nuestra aeronave de papel cruce elegante el éter. Gracias a la tecnología y eficacia alemanas podemos presentar el Automatix A6, la primera máquina que hace y lanza aviones de papel. Solo tienes que apretar el gatillo y llenarás la habitación de gráciles avioncillos que ejecutarán las más arriesgadas piruetas, antes de aterrizar de emergencia en el sofá o estrellarse contra el ficus.
El mundo de la papiroflexia por fin ha entrado en el futuro. No creemos que haya mucho problema en adaptar el invento para que haga sombreros de papel, y sobre todo, la figura dominante de este arte, la misteriosa y compleja pajarita, cuyos pliegues y repliegues solo están al alcance de unos pocos privilegiados. Una vez más, la tecnología viene a democratizar el arte.