jueves, 31 de mayo de 2018

Robocop

el robocop

La inteligencia artificial está de moda, visto que la natural cada día escasea más. Chismes de todo tipo parece que son capaces de decidir por sí solos tan bien o mejor que los humanos. A día de hoy los coches autónomos atropellan con toda naturalidad a los despistados peatones. Los móviles maquillan de oficio los selfies para dulcificar esas caras de espantapájaros apaleados que pone la peña a las cinco de la mañana del sábado. En el futuro no hará falta ser más inteligente porque hasta el más tonto podrá mandar a una máquina para que les saque las castañas del fuego. El problema es que por ahora los avances son limitados.
Buen ejemplo es lo que ha ocurrido en el aeropuerto neoyorquino de La Guardia, donde han contratado un robot que patrulla la terminal a la caza de carteristas, conductores ilegales y demás gentes de dudoso proceder. El cacharro con forma de pepino responde al rimbombante nombre de Knightscope K5, y va armado hasta los dientes con sensores, cámaras y micrófonos. No se mueve una mosca sin que él lo sepa, el problema es que infunde el mismo respeto que si patrullara Peppa Pig. La peña sigue con sus trapicheos mientras se ríen del pobre K5.
Como los malosos pasan de él como de pisar mierda, el robocop ha decidido incordiar a los viajeros, no se sabe si para aumentar su autoestima o por algún cortocircuito. Varias usuarias se han quejado de que la máquina se acerca a ellas y se queda pegada mirándolas fijamente. Alguna dice que le ha lanzado miradas lascivas, aunque quizás la mujer haya puesto mucha imaginación en el lance. Las que han intentado quitárselo de encima han recibido amenazas del tipo”¡cuidado conmigo!”
Ya ven, no han disminuido los delitos pero sí aumentado las mujeres incómodas. Mientras los negocios ilegales siguen viento en popa en el aeropuerto, la compañía arrendataria del robot cobra entre 5000 y 6500 euros al mes. Y todos contentos, menos los viajeros acosados. Habrá que esperar próximas versiones del robot policía a ver si afinan un poco más. El modelo K5 solo ha sido un precursor, el futuro KH7 será el que haga la verdadera limpieza que el aeropuerto necesita.