lunes, 19 de marzo de 2018

Orgasmo ferroviario

orgasmo ferrocarril
Juego de damas Varenne

Si hay algo que excita de igual manera a viajeros habituales u ocasionales es el chacachá del tren. La rutina de los largos viajes se ve moderada con un buen orgasmo con olor a mantecadas de Astorga o entre los riscos de Despeñaperros. Los trenes modernos con su insulso diseño de autobús interurbano no favorecen el folleteo como los de antaño con sus recatados compartimentos, escenarios de tórridos encuentros. Con la sobria estepa castellana como único testigo el viajante de máquinas de coser podía intimar con la solterona que iba a la capital a comprar un hisopo para el señor cura y lo que surgiera, o el opositor a notarías que daba el do de pecho entre los pechos de una oronda soprano de zarzuelas. Pero quienes más gustaban de los orgasmos ferroviarios eran los exhibicionistas, siempre calientes ante la posibilidad de ser interceptados mientras sincronizaban sus golpes de cadera con los vaivenes del expreso nocturno. Y si esos amores furtivos eran descubiertos por el señor interventor el orgasmo era catedralicio, lo que no impedía que el funcionario les cobrara un recargo por el uso indebido del material rodante.

lunes, 12 de marzo de 2018

Armados y peligrosos

a tiro limpio


Si hay un clásico americano por antonomasia es el de entrar a tiros en un high school, levantarle la tapa de los sesos a media docena de animadoras y finiquitar a toda la clase de segundo de clarinete. Otra variante con mucha aceptación entre asesinos ecuménicos es acribillar familias en el burger del centro comercial y ver como la sangre se mezcla con el kétchup mientras los compradores desalojan saltando por las ventanas.  En un país donde te puede tocar un AK45 en la rifa dominical de la iglesia es normal que la peña solucione sus diferencias de criterio, pleitos y paranoias a tiro limpio. Un estudio reciente ha llegado a unas conclusiones nada sorprendentes, pero sí muy llamativas. El New England Journal of Medicine indica que las lesiones relacionadas con armas de fuego disminuyen en mas de un sesenta por ciento mientras se celebran las convenciones estatales de la Asociación Nacional del Rifle. Cuando la convención es a nivel nacional solo lo hace un veinte.
Los amigos del rifle no serán los principales culpables de todos los tiroteos ocurridos en los USA, seguro que hay pistoleros sin sindicar apostados en cualquier esquina a la caza. Pero visto el bajón que sufren los altercados mientras están reunidos, la solución para el problema de las armas es fácil. Se convoca una asamblea permanente y de obligada asistencia y se acabó la sangría. Mientras estén en el cónclave discutiendo sobre el calibre ideal para reventar seseras o los pros y contras de las bombas de mano no van matando por ahí. Aunque la solución ideal sería que un descerebrado entrara en la convención escupiendo plomo, a ver si era recibido con una cerrada ovación o con ráfagas de metralleta.