lunes, 24 de abril de 2017

Justicia pluscuamperfecta

balines dispara
Acabamos de ver a la lideresa pepera de Madrid, doña Espe, ante el juez excusándose con el manido ni lo sé ni lo conozco de nada para explicar lo que sabía y lo que no sobre el caso Gürtel. En el banquillo de los acusados todo vale para escurrir el bulto. Clásica la borbónica salida de yo nada vi, yo nada sé, qué hago yo aquí, váyase usted. Otros en semejante trance se muestran más imaginativos a la hora de echar balones fuera: que si fui abducido por telépatas de Raticulín  que me obnubilaron para robar el banco, que me echaron burundanga en el colacao y acabé robando bonito en escabeche en el super, o que unas voces dentro de mí me obligaron a mover esos fondos para mobiliario urbano a mi cuenta suiza.
El caso que nos ocupa es un poco más elegante que los arriba expuestos a la hora de exculpar. Un hombre ha sido condenado por un juzgado de Cartagena después de que un niño le pegara un perdigonazo a su hija. El interfecto, prima facie, amenazó a la víctima con la espeluznante expresión” te voy a reventar la cabeza” Aunque no llevó a efecto su amenaza, los familiares del pequeño rambo consideraron que podía estresar o incluso dejar trauma indeleble en su belicoso churumbel, por lo que denunciaron al agresor verbal, de tal manera que el padre de la víctima tiene que pagar noventa euros al del gatillo flojo, que no sabemos si los gastará en más perdigones a se pasará a los cartuchos.
El reo interpuso recurso alegando que la frase desencadenante de la querella fue pronunciada en pluscuamperfecto de subjuntivo, tal que “te hubiera reventado la cabeza”, que solo indica hipótesis o deseo, no como el indicativo, modo que se refiere a una acción real. La estrategia lingüística del penado no dio los frutos deseados, que el tribunal se reafirmó, tras recabar todos los indicios, en el uso del indicativo con intención de amedrentar al angelito armado con una pistola de balines.
Hábil el recurso, pero jugar con la conjugación no le eximió de la pena. Si le hubiera dado una pescueza al crío le habrían empapelado por crímenes contra la humanidad. El único consuelo que le queda al pobre hombre es renegar de la justicia en presente de indicativo, pero en su casa, no le vayan a oír.

lunes, 10 de abril de 2017

Demasiado humano



Se ha detectado una emisión estelar originada en la fortaleza de la soledad, sita en Murcia, desde donde el humano y genio conocido como Parade inunda el cosmos con sus sones futuristas. Es el mismo compositor que nos hizo soñar con autopistas elevadas, hipnotizarnos dentro de bucles surf, aterrarnos con las recetas de Flora Rostrobruno o huir allende de Transplutonia.
El video de hoy se titula como su último disco, Demasiado humano, y envuelto en una delicada melodía especula con los límites de la inteligencia, la supuesta dicotomía entre lo biológico y lo mecánico. Estos días venideros en los que la poca inteligencia natural que anda suelta se esconde bajo caperuzas en sórdidos cortejos quizás sea hora de reivindicar otro tipo de entendimiento alejado de la barbarie y el oscurantismo. Mientras tanto, seguiremos bailando con Parade.

lunes, 3 de abril de 2017

Muerte instantánea

selfi suicida

Dice la leyenda que Narciso se quedó enamorado de su imagen reflejada en un estanque hasta que acabó cayendo en él y se ahogó. En la actualidad muchos están empeñados en actualizar el mito a base de hacerse selfis en los lugares más peregrinos. La gente corriente y moliente se retrata a sí misma a cuerpo gentil en la barra del bar amorrado a su cerveza preferida, en la playa mientras se rebozan en la arena, en el restaurante al lado de unas pencas rellenas de tofu, o ya arriesgando un poco en el balcón de casa con el gato por sombrero. Pero los hay que necesitan emociones fuertes, tal que ponerse en la vía del AVE justo un momento antes de que pase a ver si le revuelve el flequillo. O el que quiere salir guapo delante de los mihuras en mitad del encierro y acaba con varias cornadas de trayectoria ascendente y descendente que le dejarán feos costurones. Varios se han venido abajo intentando retratarse en el quicio de la ventana de la planta treinta y dos. Los hay que quedaron hechos un cuadro mientras encuadraban su jeta al borde del acantilado, todo por conseguir más likes en Instagram. Después están los que juegan con fuego, como el que se fotografió junto a una pistola con tan mala suerte que se le disparó, su última instantánea certificó su muerte instantánea. Los rusos son unos especialistas en estos accidentes gráficos, como cuando a dos de ellos les explotó una granada con la que posaban. No sabemos si sus familias les recuerdan con pena o vergüenza ajena.
Como ven, el listado de accidentes por culpa de los autorretratos es copioso y ridículo. España es el cuarto país del mundo en siniestralidad fotográfica, que en esto de las estadísticas bizarras siempre despuntamos por arriba. Nunca antes la vanidad había hecho tantos estragos. Perder la vida por un me gusta y ser el gilipollas más famoso del cementerio no lo quisiera para sí ni el mismo Narciso. El caso es dejar huella, y testimonio gráfico para tu escarnio. Mientras tanto, Pedro Botero acondiciona nuevas dependencias para esta tropa.