lunes, 21 de noviembre de 2016

A La buena vida


Donosti es una ciudad enfrentada a un mar tempestuoso, que ruge mientras se estrella ola tras ola, por eso los grupos allí nacidos parecen querer calmar con su música la furia del cantábrico. La pequeña ciudad cuenta con un plantel deslumbrante: La Dama se esconde, Duncan Dhu, Lemans, Family, La Buena Vida o los denostados de La Oreja de Van Goth. Salvando las diferencias entre unos y otros, diríase que les une el afán de las pequeñas revoluciones burguesas, las melodías de mesa camilla, de excursión de grupo parroquial, un pop de andar por casa teñido de la bruma de la vieja ciudad un día cosmopolita y que hoy vive de las rentas. Un estilo que está en el germen del indie que hoy padecemos y disfrutamos.
Y como lo que más nos gusta es La Buena Vida, dejamos aquí esta joya en recuerdo suyo. La suave voz de Irantzu nos lleva de vuelta a los temas intimistas que convertían sus conciertos en remansos de sencillez y calidez. No están pero llevan ya con nosotros la mitad de nuestra vida y los seguimos echando de menos.

6 comentarios:

Rick dijo...

Aun siendo poppie, la verdad es que la tropa de San Sebastián me cansa bastante: me gustaban algunas canciones de La Dama y poco más. Les reconozco una cierta exquisitez, pero hay mucho manierismo, mucha suavidad de diseño, o algo así. En fin, al menos técnicamente eran solventes.

Doctor Krapp dijo...

Es curiosa tu teoría sobre los efectos del Cantábrico en el pop aunque no sé si en otras ciudades azotadas por tan escabroso mar sufre un efecto similar, caso de Gijón por ejemplo con Los Ilegales, Nacho Vegas, Australian Blondie, Doctor Explosión etc... Me inclino a pensar que se trata de la propia idiosincrasia de la ciudad siendo tan balnearia, con cierto aire decadente y hablando en plata: con mucha pijería de familias bien, combinadas con un sector muy euskaldún que no participa de esa música que señalas.
Estoy con Rick, son demasiado blandengues para mi gusto.

Chafardero dijo...

@ Rick:
es una opinión muy extendida, y reconocozco que a ratos también me carga la pose exteticista que gastan, pero el pop intimista lo bordan.

Chafardero dijo...

@ Doctor Krapp:
es una licencia poética, que en Bilbo disfrutamos del mismo mar y no nos da por ahí. Es una música de pijos, estoy de acuerdo, pero los hay que tienen cosas que decir, y tienen clase. Aun así, reconozco que no es música para cualquiera, pero son mi debilidad.

U-topia dijo...

Me uno a la opinión de los anteriores comentaristas. Muy ñoños, no me han gustado nunca, aunque alguna canción se deja escuchar.

Chafardero dijo...

@ U-Topia:
Sí, pero todos necesitamos alguna vez un momento ñoño, y estos chicos vienen como anillo al dedo.