lunes, 1 de junio de 2015

Caro filtro

amores filtrados
En el mundo del balón pie hay gente con la mano muy larga. Dejaremos de lado el conglomerado mafioso de la FIFA o las piruetas contables del Barça porque tantos ceros a derecha e izquierda nos marean,  y hablemos  del antiguo presidente del Castellón,  José Luis Laparra, que tras dejar al club de sus amores con el culo al aire ha continuado con sus chuscas  actividades hasta acabar con sus huesos en prisión,  esta vez por un  supuesto filtro de amor infalible.
En el planeta fútbol no todos tienen la mirada pícara de Messi o las hechuras de chulopiscinas de Ronaldo. Los hay del montón como Laparra, enamorado y no correspondido. Así que contrató los servicios de una pitonisa que le preparó una pócima de amor.  Tenía que lavarse con un agua que había estado cuarenta días con unas flores dentro y luego frotarse el cuerpo con tierra de un cementerio para que la ingrata bebiera los vientos por él, o al menos suspirar de vez en cuando por el directivo. La celestina le endosó una factura de 165 mil euros por sus servicios.
Pero pasó lo que tantas veces, no se sabe si no se frotó bien el sobaco con la tierra del cementerio o no se mojó detrás de la oreja con el agua milagrosa,  el caso es que la ingrata por la penaba siguió pasando del expresi como de pisar mierda.
En esto de los filtros de amor nosotros siempre hemos optado por dejar macerar una braga de la interesada un mes en agua de borrajas,  que no hay nada que motive más a las chicas que les pidan prestada ropa interior para hacer guarradas. Pero se ve que el amigo José Luis es nuevo en tales menesteres y con las prisas del enamoramiento se dejó engañar. El caso es que mosqueado se presentó con cuatro colegas,  todos con las caras tapadas,  en el domicilio de la bruja dispuesto a recuperar la talegada  que había pagado. Mientras el padre les daba largas en el salón, la hechicera, que no tenía a mano ningún conjuro ni maldición con los que ahuyentar a los allanadores de moradas, se metió bajo la cama para llamar a la guardia civil,  que personados en el lugar se los llevaron a todos palante.
Laparra ha aceptado una condena de seis meses de trullo por subirse a la parra e intentar tomarse la justicia por su mano,  además de una pequeña multa. Eso sí,  ha jurado que él invirtió el dinero en el negocio de videncia  de la pitonisa,  no en ningún filtro. “Que haya pagado 165 mil euros por amor es una barbaridad” ha declarado.  Y le creemos,  que en cualquier puti le harían mejor precio.


6 comentarios:

Rafa Hernández dijo...

Había leído algo de esto sí, y todavía les pasa poco por marrulleros y marranos. Buena entrada.

Saludos.

Chafardero dijo...

A Rafa:
Pues la cárcel está llena se esa gente, va a estar como en casa.

Rick dijo...

Pues yo creo que en este caso lo de menos es que haya estado al frente de un equipo de fútbol o no: es un chorizo, pero además es tonto. Porque vamos, gastarse semejante cantidad de dinero en filtros amorosos pudiendo montar un puticlub para él solo o hacer unas buenas promociones inmobiliarias y luego pulirse los beneficios en más puticlubs, no tiene sentido.
Y si estaba enamorado, tampoco esa es la salida. Pero... ¿esta gente se enamora?

U-topia dijo...

Primera noticia, como me he retirado de las noticias todas... Es alucinante todo ello. Estoy de acuerdo con el anterior comentarista en que une el choriceo con la tontura.

Salud-os!!

Chafardero dijo...

A Rick:
No, estos tipos como mucho se encoñan, de ahí que me crea su versión de que el dinero fue para invertir en el negocio de videncia de la colega. Para que luego digan que nuestros empresarios no buscan nuevos mercados.

Chafardero dijo...

A U-Topia:
Sí, es un preclaro ejemplo de nuestro sector empresarial.