lunes, 6 de abril de 2015

Les sucettes






Tras los castizos y castos polvorones estepeños cruzaremos los pirineos en busca de los delicados pirulís de anís que tanto gustaban a France Galle. En este video la tenemos junto a Serge Gainsbourg, muy interesado en las habilidades de su pupila en el difícil arte de lamer pirulís. Nosotros nos quedaremos más felices que un tonto con un chupachús recordando al divino Gainsbourg, ideal para quitarnos de encima la negra mugre de la semana santa.

8 comentarios:

Rick dijo...

Ay, qué encanto tenía la France yeyé sesentera... Lo que aún hoy no entiendo es qué les daba el tal Serge, porque feo y desagradable era un rato. Y mayor, aún encima. O tal vez por eso, no sé.

U-topia dijo...

Nunca he conocido a un feo con tanto éxito. ¿Será su manera de hablar-cantar? ¿O tenía algún as en la manga?

Rafa Hernández dijo...

Seguiremos con los pirulís y a dios gracias que ya pasó la semana santa, y yo que las trabajo todas, no ves la gracia que me hacen las procesiones.

Un abrazo.

Chafardero dijo...

A Rick:
Pero es la prueba de que hasta los feos pueden triunfar con las mujeres. En este caso, parece que el rollo de artista atormentado las camelaba.

Chafardero dijo...

A U-Topia:
Quiero pensar que solo era su carisma artístico, pero vate tú a saber.

Chafardero dijo...

A Rafa:
Desde luego, una procesión con un buen pirulí es más llevadera.
Y no te quejes tanto, nuestro señor trabaja duro todas las semanas santas y contento que está.

Doctor Krapp dijo...

Veo poco entendimiento hacia los encantos del bello Serge, cuando era un hombre que desbordaba magnetismo por cualquier parte de su anguloso cuerpo. ¿A caso no representa la fealdad del fauno que corre desnudo por el bosque tras la bella ninfa?
Señores, cuando se junta fealdad y descaro la caza siempre es letal de necesidad.

Chafardero dijo...

a Dr Krapp:
en este caso solo se puede echar mano del magnetismo y el desparpajo, porque sus ojos saltones no le ayudaban mucho.