lunes, 6 de octubre de 2014

A pares

La esquela es un género que no pasa de moda. La cercanía de la muerte afila el estilo de las notas necrológicas, prosa breve y doliente dedicada a aquellos que ya no podrán leerla. La verdad es que la tónica general es bastante anodina, aburridas listas de familiares acongojados, horarios de funeral, que si el protagonista estará de cuerpo presente o declinará el honor, o si la familia recibe o pasa de todo. Pero las hay que se convierten en pequeños panegíricos del difunto, alabando la mano que tenía para los garbanzos con callos, las medallas logradas en combate o el vacío que deja en la asociación filatélica local. 
Hay otro tipo de esquelas que sacan a la luz facetas del muerto desconocidas hasta la fecha. Tal es el caso de las dos necrológicas que aparecieron juntas en un periódico argentino. Guillermo es el protagonista indiscutible. En la primera su mujer e hijos se despiden de él con dolor. Sin solución de continuidad, no sabemos si por casualidad o por maldad de los redactores, se despide del mismo una tal Susana, en términos inequívocos. Nótese la emoción contenida de la primera nota, de estilo convencional y opacando cualquier desahogo sentimental, en contraste con la pena monda y lironda de la segunda, sin artificios ni palabras gastadas. Susana agradece a su gordito querido los cinco años de felicidad recibidos. 
Parece que el bueno de Guillermo se guardó bien sus aventuras, pues fue toda una sorpresa para sus familiares y amigos la aparición in extremis de Susana. A la desconsolada viuda, tras leer la esquela contigua, ya no hay quien la consuele. Es difícil aventurar cuales hubieran sido las intenciones del vivo de Guillermo de seguir entre los vivos, pero su amante tenía claro que una esquela es un momento tan bueno como cualquiera para oficializar una relación, aunque fuera a toro pasado.

10 comentarios:

María dijo...

jaja en la tierra en la que vivo te aseguro que esto no sería tan extraño y desde luego la viuda e hijos oficiales sabrían, como sabe todo el mundo, que a su difunto marido y padre, lo compartían en el mismo concepto solo que no oficial más. Sin ir más lejos aquí hay un hombre ( ya difunto) que de manera pública y notoria mantenía a demás de a sus familia, a dos más, entre amantes e hijos, más de 20 personas, imagínate si se dedican todos a poner su esquela en fila en este periódico jajaja un abrazo.

Rafa Hernández dijo...

De todas formas creo que ha decaído un poco esto de las esquelas: hace años tenían tela, pero mucha tela. Muchas eran de auténticas comedias.

Saludos amigo

Rick dijo...

Bien por Susana. Ella no tenía la obligación de poner esquela alguna, mientras que la parienta oficial y los hijos sí. Y, efectivamente, comparando una esquela con otra, está claro: Susana gana por goleada.

U-topia dijo...

Divertidísimo que ambas vayan juntas. Imagino la cara de la familia oficial. Desde luego el estilo de ambas esquelas es totalmente diferente y Susana tenía la mejor parte del "gordito".

Doctor Krapp dijo...

Yo creo que esta esquela es una esquela única y que fue pagado a escote por la familia y la amante después de algún curioso acuerdo económico que se me escapa.
Pero cabe otra posibilidad que en realidad la mujer se llamase Gabriela Susana y que luego de publicada la primera formal tuviese un arrepentimiento y optara por la otra. No debemos ser tan mala pensados.
Para esquelas originales las que publicó el gran Carandell en aquel "Tus amigos no te olvidan"
http://www.lecturalia.com/libro/53764/tus-amigos-no-te-olvidan

Chafardero dijo...

@ María:
Ése no es un hombre, si no un prohombre, mantener a tres familias en los tiempos que corren tiene mucho mérito. Se merecería media docena de esquelas.
Saludos!!

Chafardero dijo...

@ Rafa:
Éstas también tienen tela, aunque el asunto más parece una tragicomedia.
Saludos!!!

Chafardero dijo...

@ Rick:
Desde luego, yo firmaría por que me dedicaran una esquela de ese estilo, aunque lo de gordito no me hace mucha gracia.

Chafardero dijo...

@ U-Topia:
A la viuda seguro que Susana también le cae gorda, por mucho que tuvieran cosas en común.

Chafardero dijo...

@ Dr Krapp
Susana Gabriela suena a nombre de culebrón, por tanto quizás sea verdad lo que dices.
Recuerdo haber ojeado ese libro en alguna librería. Sí, muy grande el Carandell.