lunes, 6 de agosto de 2012

Cerrado por descanso del personal


Después de la más grande historia sobre el deporte rey jamás contada se impone unos días de profunda reflexión, preferiblemente  bajo una palmera en algún lugar del trópico. Si no fuera posible también pueden estrujarse las meninges tras  una peña de la sierra de Gata o en la ribera cenagosa de algún agostado pantano. Nosotros erraremos hacia donde se pone el sol camino de la verdad esférica. Agradecer a nuestros lectores la paciencia y el tiempo que han dedicado a esta página y desearles feliz verano. Volveremos en octubre con renovadas ganas. Mientras, una cancioncita muy estival.