lunes, 24 de diciembre de 2012

Otro fin más



Por si aún no se habían dado cuenta, no se ha acabado el mundo. Los mayas se unen a la nutrida lista de agoreros, que abarca desde los voluntariosos pastorcillos de Fátima hasta los cansinos testigos de Jehová, en quedarse con el culo al aire en lo referente a predicciones catastróficas. Tampoco es que estos señores despertaran mucha confianza cuando fueron incapaces de predecir el fin de su propio mundo o confundían con dioses a los cazurros extremeños que fueron a darles matarile a los cuatro que quedaban.
Desde que se escribió el Apocalipsis, ese gran precursor de la ci-fi y el terror paranormal, no ha habido año en que no nos prometieran el fin de los tiempos: que esto no da más de sí, que tanto pecar al final se paga, que hemos acabado con todo, que estamos en el tiempo de descuento, que esto va a petar por algún lado. Y aparte de meter el miedo en el cuerpo a unas cuantas almas de cántaro y hacer negocio de poco más ha valido tanta escatología.
Así que el que haya tirado la casa por la ventana antes del fin que baje a la calle a recoger los restos. Los que andaban con la mosca tras la oreja y han preferido nadar y guardar la ropa que se vayan vistiendo que ya ha escampado. Al próximo grupo en predecir el fin, no sabemos si ahora les toca el turno a la nueva iglesia druidica de los arcanos esdrújulos o a la asociación de chacineros de Getafe, les pedimos un poco de seriedad y que busquen argumentos más originales para sus profecías que ya estamos aburridos de oír siempre la misma letanía.
Decía Gracián que las cosas más importantes vienen siempre a medio decir. Por lo mismo, seguro que el fin del mundo llegará sin avisar ni presentarse más que lo justo. Y además nos pillará a todos trabajando, en vez de en  la barra del bar, el mejor lugar para ver la vida pasar, y más cuando es por última vez.



                                                                      

lunes, 17 de diciembre de 2012

Rosalie enamorada

Rosalie Blum por Camille Jourdy

Si se preguntan cual es el momento justo en el que una mujer se enamora  hoy traemos a su consideración un documento gráfico revelador. Observen detenidamente el gesto de esta chica: la mirada vaga, perdida, levemente soñadora, de quien diseña altas barandas al abrigo de las nubes; una sonrisa recatada tras la que está creciendo una arquitectura emocional cuyos pilares y contrafuertes no transiguen con las leyes terrenales. Dicen que estos síntomas suelen cursar con un fuerte batir de alas de mariposa que crean en la mente de la mujer sinapsis contractuales de largo recorrido y un cambio en la longitud de onda de su aura, con lo que su interacción con el mundo que la rodea sufre una reducción de sus puntos de contacto. Algunos autores apuntan también alguna fluctuación del campo magnético terrestre, pero es un punto a demostrar. Nosotros desde aquí solo podemos ponerles en antecedentes para que llegado el caso sepan a lo que se enfrentan, y que si deciden no huir sepan que no tienen escapatoria.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Promesas electorales

Aristóteles creía que la política era el arte de lo posible. Siglos después, otro gran pensador en sus ratos libres y de verbo atropellado, Manuel Fraga, le enmendó la plana al ateniense al considerar que a veces para conseguir lo posible había que hacer lo imposible. Como la política hace extraños compañeros de cama, el paladín de la derechona coincidía con los que tras las barricadas de París en el 68 pedían lo imposible en un ejercicio de realismo. Como ven, el arte de manejar los asuntos públicos ha basculado entre el pragmatismo pegado al suelo y la nebulosa utopía. Gracias a la intervención del genio analítico alemán de Bismarck y sus mariachis, con el concepto de la realpolitic, se pudo centrar un poco el problema. Ahora, desde el partido pirata germano le dan una nueva vuelta de tuerca. Esta formación celebró hace poco un congreso para diseñar su programa electoral. Entre las ideas más arriesgadas se encontraba una para incluir los viajes en el tiempo entre sus puntos programáticos, considerando que con el debido empuje político el ir y venir en el tiempo, ya fuera en escapadas de fin de semana o en quincenas vacacionales, se podrían realizar en esta misma década. Verán que la línea de lo posible y lo imposible se diluye por mor de las promesas electorales. La propuesta no salió adelante por ser demasiado adelantada para su tiempo, pero desde luego es una inquietud que se palpa en los sondeos electorales, donde todos maldicen los tiempos que les han tocado vivir y los políticos que padecemos.
Por fin encontramos un partido con visión de futuro y a la vez pegado a los problemas reales. No importa que la propuesta no haya llegado hasta la cartelera electoral pirata. Pronto algún otro recogerá el testigo, y podremos comprobar in situ el famoso verso de Manrique de que cualquier tiempo pasado fue mejor, o si tenía razón Cicerón cuando clamaba O tempore,  o mores, que en todas las épocas cuecen habas.
Por otra parte, se nos antoja la única propuesta realista contra la crisis que padece España. Con una máquina del tiempo podríamos catapultar a todo el país hasta el siglo XXXIII, donde se calcula que se empezará a ver el final del túnel. Pero como siempre tendremos que esperar a que la máquina la inventen otros,  posiblemente alemanes, porque con el raquítico presupuesto que han dejado aquí para investigación no llega ni para rediseñar el pitorro del botijo. Una vez más estamos a  expensas de Alemania, hasta que el tiempo se nos acabe o nos lleve por delante.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Rocky Sharpe & The Replays



El doo wop, el shoobedoing o duduá, la música vocal de los años 50, tuvo por estas latitudes su época de gloria en los últimos setenta y primeros ochenta gracias al bueno de Rocky Sharpe y sus Replays.  Allá por el 74 en Brighton junto a su hermano Johnny Stud montaron Rocky Sharpe and the  Razors, combo con el que arrasaron en los círculos estudiantiles. Años después volvieron a la carga con el nombre que les hizo famosos y nueva formación. Grabaron 4 discos y aguantaron sobre los escenarios hasta 1985. Hicieron una puesta al día de los grandes del género, con versiones arrolladoras de los Bellmont o del mismísimo Elvis. Rescataron del olvido el pegadizo rama lama ding dong de los Edsels, viajaron hasta marte y enmendaron la plana a Boby Darin con su versión de Dream Lover. Con un directo divertido y dinámico, llenaron las emisoras de la época de esos juegos vocales que devuelven a uno a la loca adolescencia cuando la sonrisa de una chica era suficiente para que tu corazón estallara en fuegos artificiales. Ahora que solo quedan rescoldos es buen momento de volver a escucharles para reavivar la llama.


lunes, 26 de noviembre de 2012

Cibercucarachas





La cucaracha es el ser vivo por antonomasia. Humilde, hacendosa, discreta, lleva 300 millones de años a lo suyo, indiferente a cataclismos, glaciaciones, estinciones y demás vaivenes geológicos o biológicos. Habitante de la oscuridad, señora de la suciedad, gracias a ella la mugre se siente acompañada, las grietas bullen de vida, por las rendijas fluye el río vital de su lento laborar. Mientras nosotros, recién llegados a la escuela de la vida, las miramos por encima del hombro pensando que sus antenas a ras de suelo nunca nos harán sombra, ellas siguen revolcándose entre la basura que con tanta liberalidad les proporcionamos.
Pero ahora van a dar un gran paso en la escala evolutiva, van a fusionar su organismo a pruebas de bombas H con la última tecnología. Científicos de North Carolina State University han colocado unos implantes biónicos a estos incombustibles insectos gracias a los cuales pueden dirigirlos por control remoto. Con solo tres electrodos, uno conectado al abdomen y otro a cada antena, estos visionarios hombres de ciencia consiguen que vayan a donde se les antoje.
Se pensarán que para qué carajo sirve teledirigir cucarachas. Para fardar con los colegas, para darle un susto a alguna ñoña hipersensible y poco más. Pero aquí las grandes beneficiadas son las reinas de las basuras. El hombre no es más que la mano del destino, un actor necesario pero involuntario en el gran diseño de la evolución en el que ellas acabarán en la cúspide. Ahora que van a empezar a fusionarse con las máquinas no habrá fuerza que las detenga. Profetizamos que su ascenso será irresistible, que colonizarán hasta el último confín del planeta, serán más numerosas que las arenas del mar y su reino no tendrá fin. Nosotros no somos más que unos arrogantes simios venidos a más, un accidente de la evolución, donde ellas son corredoras de fondo. Escrito queda, las cibercucuarachas heredarán la tierra.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Brillar y brillar




Según los astrofísicos, esos sesudos señores que están todo el día con la cabeza mas allá de la luna haciendo censos de los cuerpos celestes, todas las estrellas que han sido o serán están ya colgadas en el cielo. Lo dice uno de esos herméticos estudios que al común de los mortales nos resultan tan misteriosos como las trompetas del apocalipsis: el 95% de las estrellas que tienen que nacer en el universo ya están en su lugar, brillando estremecidas en medio del vacío estelar.


Es una noticia muy importante porque de ahora en adelante cuando se queden embobados mirando una noche estrellada piensen que ésta es toda la cera que arde, que nunca verán tantas luminarias como ahora ven. Nuestro universo  está en su máximo esplendor en cuanto a luz y calor, y que en el porvenir  su brillo irá menguando lenta e inexorablemente hasta que un lejano día el frío interestelar lo domine todo. No se me alteren que todavía quedan unos cuantos eones para que el olvido se lo lleve todo por delante. Tenemos tiempo para perderlo en nuestras pequeñas querellas, en fiarlo todo a dioses decrépitos o a banderas de colorines. Mientras tanto, algunos seguiremos contando estrellas.

lunes, 12 de noviembre de 2012

El patito feo




La vida conyugal de Jiat Feng, de los Feng de toda la vida, era todo lo feliz que puede ser la de un chino de clase media. Llevaba varios años casado con una mujer bien parecida en concordia y armonía, por lo que la llegada de su primer retoñó no haría más que colmar de felicidad a la pareja. Desgraciadamente, cuando el bebé entró por la puerta el amor saltó por la ventana.
El señor Feng no pudo lograr el deseo de todo padre de verse reflejado en la cara de su hija. El caso es que tampoco se parecía a su mujer. Para colmo, algún allegado le comentó lo poco agraciada que era la condenada. El nuevo padre no tardó en sumar dos y dos y en tachar de infiel a su esposa. La pobre le dijo que era cosa muy fea acusar de hechos tan graves sin más fundamentos que la hechuras de la niña, pero tras denunciarla ante las autoridades, acabó confesando la verdad.
La buena esposa del señor Feng en tiempos había sido tirando a feucha, por lo que puso remedio pasando repetidamente por el quirófano, donde se dejó la friolera de cien mil dólares, hasta que no la reconoció ni la madre que la parió. Pero como la cirugía estética todavía no se aplica a nivel genético la niña le había salido más fea que pegar al padre con un calcetín sudado.
Descubrir a toro pasado que te ha tocado bailar con la más fea no es plato de buen gusto, por lo que el señor Feng interpuso una demanda de divorcio y reclamó una indemnización por sentirse engañado. Y el juez le dio la razón, afeando la conducta de la esposa y obligándole a pagar otros ciento veinte mil, con lo que al final a la pobre mujer le ha salido su aventura matrimonial por un ojo de la cara. No sabemos quien se ha quedado el churumbel de la discordia, pero todo hace suponer que el marido burlado no estaría por la labor de verle la cara a diario.
Ahora tocaría ponerse moralista y afear la conducta del señor Feng, solo interesado en el aspecto externo de su pareja, pasando por alto las grandes prendas morales que sin duda la adornaban y que la llevaron hasta el sacrificio  del quirófano por mor del éxito conyugal. Pero la verdad es que lo único que se le pasaba por la cabeza al buen hombre era aquella canción de los Sirex que reza que se mueran los feos.




lunes, 5 de noviembre de 2012

Descanse en pub


Si la muerte me pilla borracho que sea en el bar es el deseo de muchos aficionados a castigarse el hígado, y algunos como Mark Howells lo consigue. Murió al pie del cañón, en el baño de caballeros de un pub de Aberdale en Gales un viernes a la tarde. Era un buen cliente, que lo suyo fue intoxicación etílica, y una gran pérdida para sus allegados y para la caja registradora. El dueño del pub se dio cuenta de que la imagen del local se resiente cuando te encuentras un fiambre en el excusado, y más en fin de semana. Y el papeleo que trae, con el cortejo judicial incomodando a los señores clientes y el juez de guardia maldiciendo la suerte de tener un levantamiento de cadáver en retrete, que es difícil manejarse en tan poco espacio con muertos que no están por colaborar.
Así que el avispado hostelero dejó pasar el finde sin dar parte del óbito de su cliente vip para no perjudicar la recaudación. Junto a la señora de la limpieza instalaron al bueno de Mark cómodamente en una habitación encima del bar. La señora dejó la escena del deceso como los chorros del oro que por más que los de la científica pasaron el algodón ni una mala prueba hallaron.
Pasado el fin de semana colocaron el cadáver donde diera su último suspiro, avisaron a la poli y aquí paz y después gloria. Pero no, la colaboradora necesaria fue presa de horribles pesadillas en las que el muerto era protagonista estelar. No pudo resistir la presión y el mismo día que enterraban al parroquiano fue a la policía y cantó de plano.
El trasiego de difuntos sin la debida documentación y sin el permiso de la autoridad le va a costar al dueño del pub quince meses de prisión. Según el juez su comportamiento fue de una total falta de respeto al muerto. Estamos seguros de que si le hubieran pedido al interfecto su opinión no hubiera sido tan duro, que es mejor el velatorio al lado del bar en el que bebió toda su vida que en esos asépticos tanatorios donde lo más que puedes meterte entre pecho y espalda es un desangelado café de máquina.

lunes, 29 de octubre de 2012

De anillos y fusiles


La vida es un deporte de riesgo, no en vano nadie sale vivo de ella. Pero los hay que apuran sus posibilidades al máximo. Son tantos los peligros que nos acechan desde que nuestra madre nos echa al mundo que parece mentira que la podamos contar. Enfermedades, terremotos, gobiernos, todo se vuelve hostil a nuestro alrededor. Pero los hay que nunca acaban de ver el peligro y dan un paso más hacia el abismo. Hablamos de la gente casada, los que ligan su destino al de otro congénere para abrir la caja de Pandora.
Hay seres que no contentos con sus propias desgracias cargan también con las ajenas. Además de disfrutar del espíritu protector de su madre se regalan con la mirada reprobadora de la suegra. Junto al hermanito que vuelve a casa por navidad a gorronear estará el cuñado que le sablea todos los fines de semana, sin olvidarnos de los inefables primos del pueblo y su torpe afán de visitar a tu media naranja siempre a contrapelo. Dejamos de lado los eternos tiras y aflojas entre la pareja unida por el vínculo matrimonial pues daría para escribir varios tratados y no llegar a acuerdo alguno.
Por ello el anuncio de que un joyero de Iowa regala un fusil a los novios que se gasten más de 1999 dólares en un anillo de compromiso parecería algo normal en la mentalidad armamentística yanqui, pero la noticia tiene más chicha de la que parece. Aunque el joyero dice que el fusil es para que el novio vaya a cazar ciervos, en verdad lo que quiere es darle un arma con la que defenderse en la selva del matrimonio, donde solo se aplica la ley del más fuerte. Otra cosa es que sea suficiente, porque la caza mayor es un juego de niños comparado con una entrañable comida familiar.

lunes, 22 de octubre de 2012

Tasca, el negocio del futuro



De la crisis se sale con iniciativa, innovación, creatividad, no siguiendo los viejos patrones que ya se ve para que nos han servido. O eso dice la teoría. En la práctica todo sigue igual. Cuatro personalidades de las más dinámicas de la sociedad andaluza están poniendo toda la carne en el asador para sacar adelante... una tasca, el negocio español por excelencia.
Por un lado se han unido Francisco Rivera, señorito andaluz de toda la vida, castigador de toros dentro de la plaza y de hembras fuera, con Carlos Herrera, comunicador comprometido, penúltimo gurú de la ondas. Por otro lado Jose Mari Manzanares, torero en boga a zaga de su padre, y Sergio Ramos, pilar de la selección, pieza clave en el Real Madrid y una de las mentes más despejadas que se recuerdan. Estas dos parejas han pujado en Sevilla por una antigua lonja de pescado que quieren reconvertir en un emporio del lujo del cuchillo y tenedor, lo que se traducirá en que las gambas en vez de con gabardina irán con visón y hará falta la visa oro para pagar una ronda.
Parece ser que el ayuntamiento ha concedido la licencia a la terna formada por Rivera y Herrera, pero la pareja contraria piensa recurrir la decisión, y con la afición que tienen los famosillos a los pleitos, no nos extrañaría que el litigio acabara en el tribunal internacional de derechos humanos.
 En todo caso, un ejemplo a seguir. La hostelería es un sector en continua expansión, y más ahora que cada día hay más desocupados para que pasen las horas muertas sujetando la barra del bar. Nada de tentar a la suerte con negocios innovadores cuando se sabe que la felicidad consiste en ver el fútbol o los toros en la tasca mientras trasiegas unos pescaitos fritos. Esta es la España del futuro, futbolistas y toreros como motor de la economía.

lunes, 15 de octubre de 2012

El chacachá del tren

Negro es negro por Edika

Desde que la alta velocidad campa por las vías férreas el viaje en tren ha perdido parte de su encanto. Escenas como ésta en que hombres y mujeres (y ocasionalmente algún semoviente) de procedencia dispar y fines a veces divergentes, por unas horas compartían estación de destino mientras intercambiaban viandas y miradas, hablaban de la aurora boreal o de la hija de don Juan Alba que quiere meterse monja, han dado paso al aséptico acarreo de personas. Porque hoy ya no se viaja en tren, se ha convertido en un triste y anónimo viaje  en metro, pero superficial.

lunes, 8 de octubre de 2012

Romería militar


La economía no es más que una lista de prioridades. Tanto dinero hay y en esto y esto se va gastar, y si sobra pues ya veremos si  también en aquello. En época de vacas flacas hay que hilar muy fino para cuadrar las cuentas, sobre todo cuando hablamos del erario público. Por eso sorprende, para bien, que este gobierno del que nos hemos dotado tenga clara las verdaderas necesidades de sus gobernados. No habrá dinero para escuelas u hospitales, el presupuesto para ciencia o desempleo esta en plena edad de hielo, pero el flanco de la fe está bien cubierto, manu militari.
Y es que se oyen aleluyas y por todos los ámbitos suenan salves al divino creador cuando leemos con arrobo que el gobierno se ha gastado más de doce mil euros en que una delegación del ejercito y de la guardia civil vayan a Lourdes de peregrinación. A lo que parece, tan pía expedición la llevamos sufragando desde 1958 en el marco de la PMI (peregrinación militar internacional) que  dicen sirve para promover lazos de colaboración y fraternidad entre los 35 paises que la integran.
Pensabamos que el papel del ejercito era dar caña al enemigo, no el de confraternizar con él. Qué lejos quedan ya los tercios de Flandes o los conquistadores de América, matando indios del Caribe a la Patagonia con la espada en una mano y la cruz en la otra. Ahora van todos en comandilla a Lourdes, en vez de  a Santiago a marchas forzadas a rendir pleitesía al matamoros. No vamos a proponer que se bajen hasta el Rocío que ya sabemos que a la guardia civil le va más lo de dar tortas que palmas. Pero alguna virgen perdida a la que peregrinar a un precio más apañado podían haber buscado. Lástima de antidisturbios, que bien estarían de romería hacia Jerusalén, que entre que van y vienen viviríamos tranquilos una temporada, y ellos se ganarían el cielo.

lunes, 1 de octubre de 2012

Curso de asesor electoral


Como cada vez es más difícil engañar incautos conviene profesionalizarse. Por eso hoy ofrecemos nuestro primer curso de asesor electoral para ayudar a que cualquier zoquete se apoltrone con cargo al presupuesto. Con nuestro avanzado sistema pedagógico se convertirá en un consumado agitador de masas, manipulará a su antojo el cuerpo electoral, y se pasará por el arco del triunfo la voluntad popular. Bajo el lema donde dije digo digo Diego y ni pestañeó aprenderá los rudimentos de la jerigonza política. Enseñe a su candidato a alabar la consolidación fiscal en vez de las subidas de impuestos, la optimización de recursos y no recortes, o crecimiento negativo de las rentas del trabajo en vez de bajada salarial. Gracias a usted el cetrino candidato a la presidencia de la diputación dispensará miradas seráficas o el alcaldable de turno bendecirá las masas como San Francisco.
Elabore programas electorales en tormentas de ideas a base de carajillos. En campaña electoral ofrezca cada día una propuesta de empaque y altas miras, tal que una nueva regulación del trasiego de marisco en sectores de desocupados, no les vayan a subir los triglicéridos.
Con el primer fascículo, totalmente gratis, un informe sobre las principales características de nuestros partidos políticos. Enseñe a los del PSOE que ser progre no está reñido con el lujo asiático, o a los del PP a colocarse el jersey sobre los hombros para dar imagen de cercanía cuando se codean con la plebe.
Asegure su futuro prometiendo el oro y el moro, que los mentirosos heredarán la tierra.

lunes, 6 de agosto de 2012

Cerrado por descanso del personal


Después de la más grande historia sobre el deporte rey jamás contada se impone unos días de profunda reflexión, preferiblemente  bajo una palmera en algún lugar del trópico. Si no fuera posible también pueden estrujarse las meninges tras  una peña de la sierra de Gata o en la ribera cenagosa de algún agostado pantano. Nosotros erraremos hacia donde se pone el sol camino de la verdad esférica. Agradecer a nuestros lectores la paciencia y el tiempo que han dedicado a esta página y desearles feliz verano. Volveremos en octubre con renovadas ganas. Mientras, una cancioncita muy estival.

lunes, 30 de julio de 2012

La fe esférica (12-12)


Tres días con sus tres noches duró la locura. En todo el mundo los muertos se contaban por miles y los heridos rebosaban los hospitales. Hasta que extenuados de tanto dar patadas no caían desmayados, no paraban los afectados de driblar a todo el que se ponía por delante e intentar meter goles. Javier salvó la vida parapetado en el banquillo, pero no así trece de sus chicos que vieron como el día más importante de sus carreras era también el último. Matías murió intentando rescatar el Santo Grial. De Zacarías nunca más se supo, engullido por la forofa marabunta. Edgardo apareció en la habitación de su hotel, donde se refugió para cortarse las venas en la bañera. El final catastrófico de su plan y la pérdida de la fuente de poder de la orden le habían convencido de que no era digno de seguir viviendo. El resto de componentes de la orden se desvanecieron ante el temor de que las autoridades los pusieran a la sombra, pues ya sus pesquisas apuntaban en esa dirección.
Tengo que seguir haciéndome el loco hasta que los de la poli me dejen en paz. De todo el equipo y la directiva, solo yo y dos jugadores hemos salvado el pellejo. Creen que somos los culpables de la locura desatada, pero yo hago que no me acuerdo de nada, que solo entrenaba y nada más. Ahora es cuando ha recaído sobre mí la gran responsabilidad de volver a alzar los muros de nuestra antiquísima orden. Cuando estaba semi sepultado entre las ruinas del estadio olímpico el ángel del Sumo Seleccionador se me apareció y me dijo: “No temas Javier, que has hallado gracia a los ojos del divino Seleccionador y desde hoy las generaciones venideras loarán tu nombre. Grande es la misión que te encomendamos pero sabemos que serás capaz de llevarla a cabo. Pronto habrás de recrear en la tierra el Maracaná celeste, espejo en el que todos los hombres verán la grandeza del Supremo Seleccionador” Mientras ese día llega, dedicaré todas las potencialidades de mi alma a reverdecer los laureles de la verdadera fe esférica y a que la humanidad no aparte los ojos del terreno de juego, único lugar donde se puede mirar para encontrarle un sentido a la vida.

lunes, 23 de julio de 2012

La fe esférica (11-0)

priorato balon dorado pribado

Pero algo inesperado ocurría. Cuando otras veces se había utilizado el Sacro Silbo para domeñar voluntades, las víctimas habían quedado abotargadas, esperando recibir órdenes de sus nuevos amos. En cambio, ahora, toda la gente del estadio estaba inquieta, no paraban de ir de un lado a otro. Supuso Edgardo que, al reproducir el sonido taumatúrgico por medios electrónicos, variaría algo el efecto producido. Aún así, al quitarse los tapones y ver al presidente de la república italiana riñendo con el presidente del gobierno español por una bola de papel caída entre las butacas le extrañó un poco. Enseguida observó que la gente había invadido el campo, no para felicitar a los jugadores, sino para quitarles el balón y jugar ellos. Se montó un gigantesco partido entre cientos de aficionados persiguiendo la pelota del partido  y otras que encontraron en las inmediaciones, además de las que se improvisaron con bolsas de plástico, periódicos, ropa liada,  o cualquier cosa que pudiera ser utilizada como pelota: zapatos, móviles, bolsos, sombreros o bocadillos. Todos querían jugar al fútbol, fuera en el campo o en la más alta grada, y el que tuviera entre sus pies algo que valiera de balón tenía rápidamente un adversario presto a disputárselo a cara de perro. Se inició un caótico partido de todos contra todos como en los patios de colegio. Volaban patadas y balonazos a diestro y siniestro. Entradas por detrás, plantillazos, obstrucciones, zancadillas cuando no palo y tente tieso, todo valía en la nueva era recién inaugurada. Edgardo consiguió salir a duras penas del palco donde el premier inglés acababa de romperle la tibia al presidente de la comisión europea e ir en busca de Matías y Zacarías, que también miraban perplejos la batalla campal en que había acabado su plan. Para Zacarías estaba claro que la reproducción electrónica del silbido había alterado la sustancia del divino mensaje, de tal manera que lo que tenía que ser sumisión y entrega a los designios del Priorato era una histeria imposible de controlar. La masa enloquecida no atendía los llamamientos de los miembros de PRIBADO, solo pensaba en jugar al fútbol con ansia asesina. Matías había visto a mucha gente caída en la refriega, y los jugadores habían desaparecido entre las hordas que invadieron el terreno de juego. Las fuerzas de seguridad eran las peores, que hacían uso de su material para jugar con ventaja, oyéndose primero tiros aislados y luego ráfagas de metralleta. Todos corrían tras todo lo que pareciese un balón y arreaban leña sin compasión a todo el que osase disputárselo.
El triunvirato del Priorato, los únicos cuerdos en ese pandemónium, intentaron salir del campo, pero cuando estaban a punto de lograrlo una horda de gente procedente de la calle les pasó por encima dejándolos maltrechos. Una vez fuera comprobaron horrorizados que hombres y mujeres de toda laya jugaban a lo loco por las calles, dándole patadas a las papeleras, farolas, semáforos, portales, escaparates y todo lo que se ponía a tiro. A la puerta de una trattoria un viejo con sotana mareaba a una moza bien rolliza con un libro de Césare Pavese hasta que un hombre con la camiseta del Injerto le arreó una patada en la entrepierna y huyó con el supuesto esférico; un crío mordía a otro para robarle la bolsa de patatas fritas con la que pretendía hacerle un caño y en mitad de la avenida una dama con traje de noche no tenía reparos en arrearle los paraguazos que hicieran falta a un camionero para que dejara una lata de aceite a tiro de sus zapatos de tacón.
Todos los que habían oído el fatídico silbido solo vivían para jugar al fútbol de forma desenfrenada. Millones de personas en todo el mundo daban patadas a diestro y siniestro ante el pánico de los demás. Edgardo y sus secuaces intentaban salir del caos pero no hacían más que recibir por todas partes. “No es esto, no es esto” repetía machaconamente Edgardo, todo su pelo cayéndole sobre la cara, recibiendo codazos y coces sin sentirlas, los ojos fuera de las órbitas. En una de las acometidas de la chalada hinchada Matías cayó al suelo, con tan mala suerte que un fornido hooligan tomó su cabeza por un balón reglamentario y le arreó una patada digna de falta directa desde el borde del área. Totalmente fuera de juego, Matías siguió recibiendo cuan largo era patadas de los posesos que la tomaban con todo lo que fuera susceptible de rodar. Un centro chut que le arrancó parte de la chaqueta hizo volar por los aires el estuche en el que reposaba el Silbo Sagrado. Cuando éste caía, una vieja con la cara ensangrentada lo remató de cabeza, y al llegar al suelo seis orates saltaron a la vez a por él, presionándose unos a otros base de patadas en la boca. En medio de esa melé se perdió el rastro del Sagrado Silbo, aunque una tradición no oficial del Priorato dice que acabó en una alcantarilla, desde donde las aguas acabaron depositándolo en el seno de la Cloaca Máxima.

lunes, 16 de julio de 2012

La fe esférica (10-0)

pribado priorato balon dorado

A las ocho en punto de la tarde empezaron a mover la pelota el Liverpool y el Injerto. Ni un alfiler cogía en el campo y, a excepción de la hinchada inglesa, todos jaleaban al equipo negro y amarillo, que parecía que jugaba en casa. El palco estaba  cuajado de las más altas estancias del país anfitrión y de los contendientes, además de otros tantos que no querían perderse el partido del siglo. Los cuatro seguidores de toda la vida del Injerto  hoy se sentían impelidos por miles de gargantas. Edgardo celebró una sesión especial en el vestuario en la que conjuró a todo el equipo y les galvanizó con el chiflido con el que les infundía antes de cada partido la determinación de ganar o ganar. Hoy llegaremos a la gloria reservada a unos pocos como vosotros dijo para terminar su homilía.
El partido fue una batalla campal entre el poderío técnico y físico de los ingleses y la tenacidad y correosidad de los meseteños, que no dejaban respirar al contrario. Aunque tenían un portero algo cantamañanas, estaba bien custodiado por los carniceros de la defensa, mientras la delantera ponía en continuo brete a Chache, que sacaba manos que solo el Supremo Seleccionador le podía inspirar.
Edgardo, en el palco con las autoridades, a pesar de su aplomo habitual, mal disimulaba su angustia, sabedor de que toda la historia de la orden estaba en juego y que sus sesenta y ocho  predecesores le estarían contemplando desde la sagrada grada del paraíso en tan cruciales momentos. Matías y Zacarías, con la excusa de supervisar la retrasmisión, se habían instalado en el centro de control de televisión silbo en ristre, conteniendo la respiración cada vez que el Liverpool se acercaba al área contraria. Javier se desgañitaba a pie de campo dando instrucciones a sus jugadores, que a duras penas contenían las embestidas rivales.
Un triunfo se consideró llegar al descanso con la portería a cero. David estaba resistiendo a Goliat. El  resultado era incierto, lo que aumentó más si cabe la audiencia televisiva, junto con la que seguía la lucha de titanes por internet, radio, en pantallas gigantes en muchas ciudades, además de bares, tabernas, burdeles, sidrerías, cervecerías y restaurantes que estaban de bote en bote, todos mirando embobados la pantalla. Millones de personas en África y Asia haciendo suyo el sueño de unos chavales de pueblo, toda América latina y hasta en los USA se habían interesado por el soccer ese.
Pero, mientras tanto, comenzaba la segunda parte y el Injerto  no conseguía el gol que necesitaba para hacer saltar la chispa, a pesar de que en el descanso Edgardo había hecho un aparte con Chochete para juramentarse con él en la consecución del tanto fundamental.
Seguía el encuentro la misma tónica de ataque con todo de los ingleses y defensa a ultranza de los españoles, con algún tímido acercamiento a la portería rival. Mediada la segunda parte, se montó un barullo en el área pequeña a la salida de un córner, llegó el balón suelto a pies de Chochete quien conectó un derechazo con toda su alma que, tras rebotar en un contrario y luego en el poste, acabó tontamente en las redes.
El rugido fue como el que acompaña el de un movimiento sísmico de escala diez. La tensión y el deseo contenido tomaron cuerpo en un ruido que parecía surgido de las entrañas de la tierra, coreado por miles de personas a voz en cuello. Las gradas vibraron con un movimiento frenético, igual que los millones de personas que se congregaban frente a las pantallas de televisión. De entre toda esa explosión de alegría un sonido lento y suave apenas perceptible empezó a llegar a los oídos de todos los televidentes así como a los de los que estaban en el estadio olímpico. Matías desde el control central de retransmisión había soplado de esa forma con la que el Sagrado Silbo entregado hace veinte siglos por el arcángel San Gabriel a María para ayudar a su hijo, conseguía hacerse con la voluntad de todo el que alcanzaba a oírlo. Millones de personas excitadas deportivamente eran presa fácil para ese hipnótico sonido, que salía como sin querer por todos los altavoces de teles y radios del planeta. Gran parte de la población estaba a punto de caer bajo la bota del Priorato del Balón Dorado.
Edgardo, que se había colocado unos tapones nada más chutar Chochete a gol, veía culminada desde el palco la magna obra con la que la orden había soñado desde hace siglos, la unificación de toda la humanidad bajo el designio de la providencia circular, antigua y perfecta religión que haría a los hombres seres felices.

lunes, 9 de julio de 2012

La fe esférica (9-0)

el priorato del balon dorado

El día que iba a marcar un antes y un después en el devenir del género humano amaneció en Roma como tantos otros, que una ciudad que tantas fechas señeras ha visto pasar no iba a descomponer la figura por una más. Tres días llevaban el cuerpo técnico y los jugadores del Injerto concentrados en la ciudad de Rómulo y Remo velando armas para el encuentro más importante de su fulgurante carrera deportiva: la final de la liga de Campeones contra el Liverpool, escuadra de la Pérfida Albión que se presentaba como convidado de piedra ante el plan maestro del Priorato del Balón Dorado, que en el trascurso del choque se haría con el poder mundial.
Ese objetivo era meridiano  para Javier, de los pocos que estaban en el gran secreto, aunque no así el cómo se llevaría a cabo. La noche anterior se reunieron con él Edgardo, Matías y Zacarías. El Comendador General de la orden pasó a contarle que la fuente de poder del silbato otorgado por el Altísimo a su orden era la de hacerse con todas aquellas voluntades que estuvieran bajo el influjo de un espectáculo futbolístico. Todo el que contemplando un partido de fútbol oiga el divino silbido pasará a servir a cualquier miembro de la orden con solo enseñarle el dorado balón de su estandarte. Obedecerán ciegamente sus instrucciones sin reserva ninguna. De esta manera, los torpones jugadores del Sabañón se convirtieron en ases del balón, pues recibieron la orden de entregarse por completo a jugar. De esta manera el Priorato ha atravesado los siglos sin haber caído en las redes de sus múltiples enemigos. De esta manera iban a hacerse en la final con el poder mundial.
La afición de todo el continente y de medio orbe estaba de parte del más débil. Millones de personas iban a ver el partido. Edgardo recalcó que era vital para el plan que el equipo marcara un gol. Cuando todo el mundo exaltado celebrara el tanto, el señor Talón, colocado en la sala de control de retrasmisión, haría sonar el silbo por uno de los micrófonos ya preparados al efecto. El sonido llegaría por los altavoces a todo el Estadio Olímpico y por las ondas a los cuatro puntos cardinales. El estado de euforia por el tanto actuaría de catalizador para que el antiguo trino que enajenaba voluntades tuviera los efectos deseados y conseguir que millones de espectadores pasen ipso facto a formar parte de las huestes de la orden ejecutando sin rechistar su voluntad. Jefes de estado, políticos, artistas, empresarios, más innumerables seres anónimos pasarán a engrosar las filas de la fe esférica y la harán determinante en la política mundial. Ahora, gracias a los adelantos de la técnica, se puede mandar el divino sonido de sumisión por el orbe entero. Todo depende de que los chicos metan un gol para que el mundo esté a nuestra  merced, cerrar el Vaticano y la Meca y permitir solamente la peregrinación a San Mamés y a Maracaná, así como abrir campos de fútbol en los solares de las extintas iglesias.