jueves, 7 de julio de 2011

Nacido el siete de julio

encierros para discapacitados
Tal día como hoy, hace ya cinco años, echó a andar Repámpanos. Como lo de leer las vísceras de un buey albino para ver qué nos deparaba el porvenir, a la manera de los clásicos, se escapaba a nuestro presupuesto, decidimos ponernos bajo la advocación de San Fermín, de los pocos tipos con fundamento que hay en el santoral. Gracias a su capote hemos cruzado estos años sin grandes trabajos, con algunas penas y bastante cachondeo. Hoy es el día en que no se mueve un bit en la red sin antes pedir el parabién de esta página. Repámpanos  es el blog de cabecera de líderes de opinión como el Golosina,  agitadores de masas como Jorge Javier Vázquez o de agentes sociales  del calado  del Pocero. Cada nuevo post es minuciosamente desmenuzado por los más expertos analistas de de la CIA. Las principales cancillerías occidentales nos consultan antes de tomar cualquier decisión de fuste,  y hemos firmado un convenio de colaboración con la mancomunidad de residuos orgánicos del Penedés.
Así que para agradecer la protección prestada por San Fermín, nada mejor que acudir a sus fiestas patronales en la dulce Iruña. En su honor daremos rienda suelta a los siete pecados capitales, y si diera  tiempo, también a alguno venial. Nos dejaremos llevar por la marea blanca y roja de bar en bar, haremos el salto del ángel desde la fuente de la Navarrería, correremos delante de los morlacos y detrás de las mozas (por supuesto, con la peor de las intenciones) y que el amanecer nos pille subidos a la barra del bar bailando a Rafaela Carrá. Prometemos beber sin moderación y cantarles jotas a los guiris a grito pelado: bañarnos  en champán, rebozarnos en kalimotxo y desayunar bocatas de chistorra. Todo es poco para el que todo lo puede, San Fermín,  que procura que los mozos no resbalen en Estafeta, que las mozas no sufran un traspiés mientras levantan los cachis  de cerveza, o que a otros se nos hagan los ojos chiribitas ante la morena de  negros rizos que baila a la luz de la luna.
Todo este despliegue de actividad tendrá  consecuencias. No hace falta pasar consulta al gabinete de videncia de Rapel para prever una resaca de pronóstico reservado. Esta merma a las ya de por si pocas facultades nuestras hará que durante dos meses nos falle el pulso a la hora de coger la pluma, por lo que lo más sensato sea coger vacaciones.  En setiembre volveremos a hablar de lo divino y sobre todo, de lo humano, que tiene más miga.  Mientras tanto, feliz verano y gracias por estar ahí.