lunes, 7 de junio de 2010

Lenin


Desde la caída del socialismo real está muy en boga poner a sus dirigentes a bajar de un burro. El revisionismo histórico que minimiza el cómputo de judíos gaseados o rojos muertos en las tapias de los cementerios no se cansa de decir que los creadores del sistema comunista no eran más que una panda de intelectuales burgueses totalmente ajenos a las preocupaciones y anhelos del pueblo, al que querían liberar de su  yugo aunque para ello hubiera que encadenarlos a todos. Toda la utopía comunista no fue más que un inmenso experimento de ingeniería social perpetrado por cuatro iluminados que en su vida se habían codeado con un obrero o cruzado una palabra con un campesino.
Pero la verdad es muy testaruda y acaba saliendo a flote. En una reciente biografía de Lenin, Helen Rappaport nos da la prueba irrefutable de lo cercano y compenetrado que estaba con el proletario el padre de la Rusia soviética. La preocupación por las condiciones de vida del proletariado y su proceso de alienación fueron las que movieron a Lenin a frecuentar el trato con prostitutas, y no el satisfacer sus más bajas pasiones, como rápidamente apuntarían Pío Moa y sus mariachis. Por conocer de cerca a los parias de la tierra y las contradicciones del sistema capitalista fue por lo que acabó contrayendo la sífilis el líder bolchevique, que a la postre le mandaría al otro barrio. Y además  con alguna famélica puta francesa, lo que demuestra el espíritu internacionalista de Lenin, tantas veces puesto en tela de juicio por Trotsky.
En estos días en que parece que estamos viviendo el fin del sistema capitalista, es cuando más falta hace seguir los pasos de los pocos líderes que en este mundo han sabido aunar teoría y praxis para transformar la realidad, aunque fuera desde el puticlub.



8 comentarios:

Anónimo dijo...

No, si don Vladimir, además de su compenetración con el lumpen, hacía frases que eran verdades como puños. Una de las que más me gustan es: "Libertad ¿para qué?

Chafardero dijo...

El asunto era la lucha de clases y la dictadura del proletariado, liderada por él, la vanguardia revolucionaria. Eso de la libertad y la felicidad son conceptos burgueses y antirevolucionarios.

Anónimo dijo...

Eso mismo hacen los curas para tomar contacto con la realidad más mundana. Lo que no me queda claro es como son más dañinos si como curas o como políticos.
Mi cultura es más bien escasa,(perdón), a veces sus artículos superan el umbral de mi sapiencia, pero aprendo mucho leyéndole; ahora se me plantea una duda: la libertad y la felicidad han sido las premisas de toda mi vida, ¿ me habré convertido en burguesa y antirevolucionaria ? mi cuenta corriente dice totalmente lo contrario.
Marian

Chafardero dijo...

Desde luego, querida amiga. A pesar de que su cuenta corriente sea proletaria, sus aspiraciones la convierten en una enemiga de la clase obrera.

noveldaytantos dijo...

Tampoco te creas que la situación de hoy día es como para tirar cohetes. Aunque a mí no deja de fliparme esto de la crisis con todos los hoteles de Benidorm llenos hasta arriba.

Chafardero dijo...

Hay que hacer una gran purga entre todos los clientes de hoteles de cinco estrellas, para que no vivan más a costa del proletariado.

Anónimo dijo...

No estoy de acuerdo con los que afirman que el comunismo es una utopía... SÍ QUE FUNCIONA... hasta que se te acaba el dinero de los demás. Y Lenin para mí no pasa de ser un héroe de guerra alemán, hizo más por el Reich que el barón Rojo, a cambio de una pequeña financiación, claro.

¡Excelente blog, chafardero!

Chafardero dijo...

Desde luego, seguro que hoy en día le recuerdan con más cariño en Alemania que en Rusia.
Y gracias por el piropo