miércoles, 5 de marzo de 2008

El dichoso debate


Coincidiendo con las letanías que se marcaron Rajoy y Zapatero para aburrir hasta a los ratones de campanario, se celebró en el casino de Ventorrillo un cara a cara entre dos de los más destacados dirigentes de PBV como son Carlos Ceferino Cerezuelo, árbitro emérito y empresario de pompas fúnebres entre otras actividades, y el eminente crítico cinematográfico y sommelier amateur René Champiñac. Si los grandes partidos utilizan estos actos para ponerse como chupa de dómine, en el PBV sirven como tormenta de ideas y banco de pruebas de teorías revolucionarias. Por eso se confrontaron la sensibilidad varonil y carpetovetónica de CCC, pero con garra y dinamismo, y el temperamento contemplativo y refinado de Champiñac, intelectualmente comprometido con las corrientes estéticas que beben del mejor borgoña. Bajo el común denominador de ser entregados amantes de la vida padre, ofrecieron una contienda de ideas con propuestas preñadas de futuro, que no defraudó a la audiencia. Varios canales, Tele Cabarceno, Telesegovia, Teletienda, así como la COPE en su emisión para el pacífico sur conectaron con el casino de Ventorrillo, epicentro de la política española este lunes.

Abrió fuego René con un ataque furibundo a la plaga del chandalismo, lacra estética que llena calles y plazas de infraseres con prendas a medio camino entre saco y pijama, a juego con deportivas de marca de chillón colorido. Le rebatió Carlos Ceferino con la tesis de que el español medio a la segunda caña ya le tiembla el pulso y que para ir de bares a media tarde es más acorde una vestimenta trotona que soporte bien los lamparones, además de ser la indumentaria perfecta para ver los partidos en el sofá.

Una propuesta que armó revuelo fue la de la creación de un canal de televisión exclusivo dedicado a la cultura del vino, ya que CCC quería que fuera de más amplias miras e incluyera cualquier bebida alcohólica.

Carlos Ceferino, con una vida dedicada al deporte, no ve contradictorio el ejercicio de la buena vida con estas actividades, mientras que René, siempre más reflexivo, ve en ello una de las causas de la decadencia de la cultura occidental. Propugna la prohibición de estos aberrantes espectáculos, sobre todo en su variante futbolera, derrumbar los campos y mandar a los jugadores a picar piedra a sierra morena. El que quiera fútbol, que vaya a su polideportivo y juegue un partido con los amigos, pero nada de castigar a los demás con los recitales de patadas, codazos, insultos y escupitajos que hay que padecer por la tele. A CCC casi le pega una apoplejía ante tanto desvarío de René (no olvidemos que posee La Tela Madrileña, dedicada a la memorabilia del equipo blanco), disculpándole porque ya se había echado al coleto seis Ricard.

Donde puso el empresario de pompas fúnebres toda la carne en el asador es en su proyecto para la construcción de una serie de tanatorios que aprovecharan la incineración de toda esa gente que ha decidido abandonarnos para convertirla en energía eléctrica con que alumbrar la vida de sus deudos y así poder verlos un poquito más. A René ésto le olía a cuerno quemado, pero reconoció que la idea era respetuosa con el medio ambiente, y mucho más con el bolsillo de Ceferino.

Finiquitado el Ricard y el Pastis de René y los Montecristos de su colega oponente, dieron por concluido el debate, que ya ven que ha generado un puñado de ideas que de llevarse a cabo harán que este país entre por fin en el siglo XXI.


3 comentarios:

Srta. Effie dijo...

¿Y que me dice de la variante de chandal con tacones en los centros comerciales?

Y un señor que se mete entre pecho y espalda seis richards, merece todo mi respeto.

Srta. Effie dijo...

¿Y que me dice de la variante de chandal con tacones en los centros comerciales?

Y un señor que se mete entre pecho y espalda seis richards, merece todo mi respeto.

Chafardero dijo...

René Champiñac es de la opinión de aplicarle la ley antiterrorista a estas pepis y proyectarles cien veces Desayuno con diamantes como castigo.