viernes, 30 de noviembre de 2007

La Oreja se queda sin voz


Terremoto musical, catástrofe artística, quiebra del pop; llámenlo como quieran, pero la espantá de Amaia del grupo líder del sonido merengado, La Oreja de Van Gogh, deja a los de Ñoñosti con el trasero al aire. La moza que con tan poco garbo desgranaba esos temas tan blandengues parte hacia otras metas artísticas, que ni queremos imaginarnos, pero nos tememos que andarán a medio camino entre las empalagosas baladas de Tamara y el pop sinsorgo de la Torroja.

Y quien nos cantará ahora esas bellas melodías hechas a medida para tomar batidos de fresa en el Burger King del centro comercial, escuchar camino de la playa en el golf que te ha regalado papa, o tararear en las fiestas de cumple de las de clase. Gran dilema, al que se une el de que a pesar de su éxito, a La Oreja les convendría evolucionar un poco, no se vayan a dormir en los laureles. Aprovechando el cambio de vocalista, podrían imprimir un nuevo rumbo a su carrera. Paulina Rubio, demasiado pija hasta para ellos, es volver a lo mismo, así que aquí van unos cuantos nombres que darían un vuelco a la línea del grupo.

Cristina del Valle: desde que dejó su pareja de Amistades Peligrosas no vende un disco ni en el top manta. Lo intentó con el soplagaitas de Hevía e ídem de ídem, por lo que cual un Bob Geldof cualquiera, no se le ocurrió nada mejor para seguir en la pomada que abanderar causas solidarias, mujeres maltratadas, no a la guerra, reforestación de los Monegros. Esta faceta concienciada es la que le convendría a la Oreja, que unas cancioncitas sobre el cambio climático o en defensa de la anchoa del cantábrico le abriría nuevos mercados.

Rosa de España: la pollera devenida a cantante, ejemplo de artista hecha a si misma, pero de carrera un tanto errática, aportaría el toque racial y soul para galvanizar a las masas que los sábados noches mueven el esqueleto mientras sujetan el cubata.

Tamara: la precoz cantante de boleros requetesobados, no la genial hija de la Seisdedos, ganaría para el grupo todo el segmento de la tercera edad con posibles, de los que se pegan cruceros por el caribe y veranean en Marbella.

Massiel: la tanqueta de Leganitos es una fuerza de la naturaleza capaz de levantar los más melifluos temas escritos por los donostiarras. Además, el sonido tupperware de la Oreja es ideal para presentarse a Eurovisión, y con la experiencia de la la la madrileña, por fin ganar el dichoso festival.

Carmen de Mairena: quizás demasiada artista para tan poco grupo, pensarán algunos. Coplas como “Yo soy esa que pone la cosa tiesa”, elegante y sin segundas intenciones, nacida de su experiencia de la vida, y de la calle, llenaría las pasteleras canciones del grupo de sabor arrabalero, olor a puro y a colorete barato, pero sin duda, ganarían en autenticidad.

Pedro Ruiz: supondría sin duda un cambio radical la inclusión de este francotirador cultural, que ha hecho el payaso como humorista, pensador, actor, escritor y también cantante. Este galán crepuscular dejó indelebles traumas a todos los que vimos el clip de Ámame, pedazo de temazo tomatero, y junto a los chicos de La Oreja, rozaría lo sublime. Su target sería el de antiguos votantes de UCD desencantados con la deriva musical de Chiquetete.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Politono: himno equipo futbol




El forofo balompédico ibérico es una especie que, desgraciadamente, dista mucho de estar en vías de extinción. Más bien al contrario, no solo goza de buena salud, sino que de año en año van apareciendo nuevas subespecies que enriquecen tan casposo ecosistema.

¿Qué es lo que empuja a una persona humana aparentemente normal a encaramarse a los brazos de una estatua para atarle una bufanda, bañarse en una fuente pública o amenazar de muerte a un prójimo por no haberle dado al silbo a tiempo? Esto y el origen de la materia oscura son de los grandes enigmas de la ciencia, aunque toma cuerpo la teoría de una malformación genética en el cromosoma masculino.

Sea como sea, el hincha, exaltado o mero seguidor engalanan su atuendo con los colores de su equipo, y además descargan en el móvil el himno, generalmente abominable, compuesto para despertar el ardor guerrero antes del partido y poder romper espinillas con más contundencia.

Quien no ha visto al sevillita tumbao en el andamio al que le suena el soniquete del centenario del Betis. Ese Sabina que se curró otro para el Atletico, con el príncipe haciendo los coros, y que señorea los móviles de la hinchada más carpetovetónica al sur de los Pirineos. O el aldeano venido a más que lleva el politono real con cincuenta chistus tarareando lo del Atletic de Bilbao.

Llamativo es que nadie está libre de esta nefanda costumbre. Hombres sensatos, prohombres de las letras, eminencias de la ciencia y hasta alguna mujer, cualquiera puede dejarte con un palmo de narices y salirte con una música futbolera cuando menos te lo esperas. Hay que estar en guardia, cuando suene algo así, poner nosotros el himno nacional de Nigeria o de Laos y decirle que no se entera, que ya hay nuevo himno y que qué hace con esa antigualla. Con esta gente no se puede tener compasión.

lunes, 26 de noviembre de 2007

El secreto de Ventorrillo


La muy noble y muy antigua villa de Ventorrillo del Páramo, lugar en el alto llano castellano, entre Pancorbo y Despeñaperros, es un enclave habitado desde los albores de la historia, antes incluso de la invención de la play station y el furbol. Si duda, su posición estratégica, justo a medio camino de ninguna parte, no le ayudaron en exceso, pero la madre tierra derramó generosamente sus dones sobre ella para hacerla uno de los ombligos del orbe.

El subsuelo de la villa se haya entreverado de un intrincado sistema de cuevas naturales, que se cruzan y confunden, se hunden en las entrañas, afloran aquí o allá entre pedregales y ribazos secos. Las arterias principales, las mejor conocidas, han sido desde siempre utilizadas para la defensa y el almacenamiento de mercaderías. Las galerías angostas, las más, finos hilos que se derraman hasta lo remoto, solo son visitadas por pequeños roedores, insectos y el aire, que se cuela hasta el último resquicio. Porque el viento es el protagonista primero de esta historia, pues gracia a él y por desgracia, ha forjado el temperamento del lugar.

Ventorrillo se haya a merced de todos los vientos del mundo, que lo barren desde los cuatro puntos cardinales. Desde las gélidas ráfagas siberianas al abrasador viento del desierto o la tenue brisa de la costa, el aire que se pone en movimiento en cualquier parte del globo, acaba recalando en Ventorrillo. Allí busca las entradas de las cuevas, las aberturas cegadas por zarzas y follaje, las tapiadas por la mano del hombre, y circula por los incontables recodos de las secretas galerías.

Todo viento que llega a Ventorrillo y se pierde en el laberinto subterráneo termina por amansarse, convirtiendo su movimiento en telúrico sonido surgido al acariciar las duras aristas de las rocas, frotar las rugosas paredes o reverberar en ondas simas sin fin. Todo el poder de estas fuerzas volanderas se trasmuta en enigmática música en el gran órgano natural sobre el que se asienta el pueblo.

Esta melodía hecha de aire y roca ejerce un influjo determinante sobre todas las almas del pueblo desde el momento mismo de su nacimiento. Igual que en otros lugares hacen la carta astral para saber el futuro de los recién nacidos, en la capital del Páramo consultan el viento predominante ese día para saber de que pie cojeará de mayor. A veces, la música secreta se hace tan presente que no solo se escucha en el silencio de la noche, sino en el trajín de la vida diaria, inclinando la voluntad colectiva en una dirección u otra. Así, la caída del muro de Berlín creó un viento arremolinado que al llegar al pueblo provocó un incontenible deseo de derribar la cerca de espino que separa el municipio de sus vecinos de Valdenabo, la siempre vil. Lástima que el afán de concordia fuera pasajero, pero esto viene a mostrarnos la manera en que los más variados acontecimientos pueden repercutir en este poblacho castellano, aparentemente aislado del bullicio de la historia.

En próximas entregas vamos a intentar contarles la insólita historia de Ventorrillo, así como la vida y milagros de sus más ilustres hijos, todos algo aventados, pero fieles paradigmas de sus respectivas épocas. Y empezaremos con Quinto Terco, que dejó el arado por la espada de legionario y acabó en la Roma imperial regentando la primera cadena de lupanares de la ciudad.

viernes, 23 de noviembre de 2007

La cuestión palpitante, II



España se rompe en mil pedazos, señores, que miles son las propuestas que le han llovido al COI para que la peña hinche pecho mientras suena el pasodoble ramplón que tenemos por himno y cante las glorias de la patria. No queda ciudadano concienciado que no haya mandado su versión, así como artistas y músicos de toda laya. Hasta la Asociación para la protección del lince ibérico y la Cofradía de amigos del botijo de Calatayud han enviado letras.

Carlos Ceferino, nuestro responsable deportivo, ha tirado de sus contactos en el comité olímpico y ha conseguido ojear las miles de escritos que están sopesando. Y claramente destaca una sobre todos las demás. Su autor es uno de esos creadores que en cada generación se ven uno o ninguno, tocado por las musas con una desbordante creatividad, despidiendo calidez humana por todos sus poros, artista de cultura enciclopédica (en fascículos) pero cercano al sentir popular. Hablamos, por supuesto, de Leonardo Dantés, pope del pop patrio, que ha puesto su pluma al servicio de los más altos intereses, por supuesto, desinteresadamente. Pasemos a leer sus versos:

Viva, viva

el buen rollo entre la gente

que es algo genial.

Debemos procurar

que haya respeto, cariño y alegría

y todo lo que nos da felicidad.

Aunque la vibrante y cristalina belleza salta a la vista, tenemos que apuntar que el fino olfato de Leonardo ha pergeñado una coplita simple que pueda ser seguida sin muchos problemas hasta por el deportista de masa encefálica más liviana, o el seguidor de posaderas más atrofiadas. Otro gran acierto es la referencia a valores eternos, el buen rollo, el respeto, el cariño, que son señas de identidad de nuestro pueblo desde Viriato por lo menos. Sortea con exquisito tacto el problema de los nacionalistas periféricos, al no hacer referencia alguna que les soliviante. De tal manera es la letra, que igual vale para el himno de España que para el de Yemen.

Ojalá que sus versos estén el próximo verano en los labios de la selección de fútbol, y así poder pasar buenos ratos cuando lo canten, haciendo el baile del pañuelo, y ser la envidia de todas las naciones.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Luís Aguilé, o la corbata como bandera


En la paupérrima industria del entretenimiento musical patrio, brilla con luz propia un artista que lleva décadas regalando alegría y diversión a sus incontables incondicionales. Luis Aguilé, crooner porteño años ha aclimatado a la piel de toro, entretenedor nato de la España desarrollista, la de la transición, la movida, los aciagos noventa, y en este inicio de milenio, amo absoluto de pistas de baile, verbenas del inserso y clubes de modernillos.

La carrera de este artista de una pieza comienza allá en los cincuenta en su Argentina natal, con temas consustanciales a la expresión artística porteña, tendentes al desgarro existencial. Gracias a Dios, le dio por emigrar a La Habana de Batista, donde atemperó sus canciones al sol del Caribe. Con la llegada de Castro tomó las de Villadiego, lo que dio pié a su primer gran éxito, “Cuando salí de Cuba”, su única canción seria que no resulta risible. Todo el que vive en tierra ajena y va con tres copas de más, acaba tarareándola.

Llegado a España, se dedica a versionar éxitos italianos y americanos, “Dime” “Cuando calienta el sol”, y a componer canciones dedicadas a las suecas y francesas que empezaban a llenar el mediterráneo.

Su aspecto pulcro y atildado, sus corbatas de fantasía y el aire pícaro e inocentón a la vez encandila a las chicas casaderas, a la par que gusta a sus mamas, que le ven como un Rigoberto Picaporte, solterón de mucho porte. El acento entre sudamericano y cubano le daba un toque exótico. Su dominio del escenario, donde se mueve señorial a la vez que ligero, la clase con que caracolea con el cable del micrófono, le abren por siempre las puertas de la fama.

Y empieza la incontable lista de números uno. “Camina, camina”; te ha llevado el coche la grúa, tu mujer está en la cama con el vecino, no problemo, “camina, camina, no mires atrás, no vuelvas la cara, no lo pienses más”

“Con amor o sin amor”, dicharachera declaración de amor donde brilla su particular dicción. Tiene un final apoteósico, amenazando a su chica con militarizarla si no se aviene a sus demandas, mientras ladra en alemán.

“Es una lata el trabajar” popularizada por Gran Hermano, imprescindible en cualquier despedida de soltero, cena de empresa o inauguración de galería de arte.

“Pinocho”: su cima artística, deliciosa fábula, llena de encanto e ingenuidad.

“Camarero champán”: cuantas chicas han caído rendidas al son de sus mágicos compases, cuantas parejas se lanzaban a la pista de baile a dejarse llevar por esta melodía capaz de detener el tiempo.

“El héroe”: canción muy querida por nuestro artista, ya que suele terminar sus abarrotados conciertos con ella, dejando a sus incondicionales turulatos ante versos como “Superman, Superman, si eres tan valiente trae un poco de pan”. Hasta los genios tienen momentos de desfallecimiento.

Y quedan “El currante”, donde se despacha contra la lucha de clases y la alienación sin despeinarse, “Juanita Banana”, ópera bufa en un acto, “El tío Calambres”, ideal para banda sonora del nodo, o “Ven a mi casa esta navidad”, más empalagoso que un dueto entre José Luís Perales y Amaia de La Oreja de Van Goth, y tantas otras. “Me voy a Castellón”, su último hit, líder en descargas en Emule, introduce el novedoso concepto de canción patrocinada, haciendo publicidad de Marina D´or a la par que canta las bellezas de la provincia. Su capacidad de adaptarse a los tiempos que corren es lo que le ha hecho estar en el candelero desde hace cinco décadas.

No olvidemos que también tiene una vertiente literaria, como demuestra el quedar varias veces finalista del Planeta, y mucho antes que el Sabina viniera con sus sonetos amorcillados. Estamos ante un referente cultural de primer orden, pero humilde como es, sigue en la brecha como el primer día, dispuesto a entretener deleitando.

lunes, 19 de noviembre de 2007

Infanta en meetic


A rey muerto rey puesto dice el refrán, así que nuestra infanta ya está manos a la obra para buscar sustituto a Marichalar. Y como tantas chicas en este trance, su primera opción es apuntarse a una de tantas páginas de Internet para buscar pareja. Wenceslao, en un trabajo de investigación que haría palidecer de envidia al del Mundo sobre el 11 M, ha encontrado un perfil que tiene bastantes papeletas para ser el de de nuestra atribulada Elena. Juzguen ustedes mismos.

Nick: Pocahontas

Nacionalidad: española, por supuesto

Edad: menos de la que parece.

Estado: cese temporal de convivencia matrimonial

Estudios: licenciatura en ciencias infusas, master en protocolo, diplomada en uso y colocación de pamelas y peinetas.

Profesión: mis cosas

Aficiones: hípica, esquí, viajar, figurar.

Como soy: soy una chica de mi época, de gustos sencillos. Me gusta ir de compras por Nueva York, veranear en Mallorca, hacer escapaditas a Bali o relajarme en el cortijo de algún amigo.

Qué busco: un chico normal, sincero, que me haga reír, que no arrastre los pies al andar, que no le gusten las pulseras y me trate como a una reina. Abstenerse miembros de la asociación de amigos de la capa zamorana, republicanos y dibujantes del Jueves.

Como pueden ver, el perfil le va como un guante, pero quien sabe. Advertimos a los que estén tentados a responder, que se lo piensen dos veces, que si en todas las familias se cuecen habas, en ésta a calderadas.

Por su parte, don Jaime también intenta imprimir nuevos rumbos a su vida y dejar atrás su etapa borbónica. Es casi seguro que ahora será cuando dé forma a un proyecto largamente acariciado, como es el abrir en París una boutique de trajes de lagarterana, al que seguiría otra de foulares, pero en Shangai, que no hay que perder de vista los mercados emergentes. Dinamismo no le falta a nuestro hombre.

viernes, 16 de noviembre de 2007

Cartelera: Arroz a banda



Superproducción vietnamita que llega hasta nosotros después de haber cosechado el Premio de la Crítica en la Semana de Cine rural de Osaka, y el Premio del Público en la Feria de Maquinaria Agrícola de Lerma. Con tales avales, no tuve más remedio de ir a ver que era, y la impresión al finalizar el visionado no puede ser más positiva.

Nos encontramos ante una profunda meditación de los lazos entre el hombre y la tierra que trabaja. Con una exquisita fotografía, asistimos al diario laborar de una humilde familia campesina que lucha por arrancar a la tierra su diario sustento en mitad de ninguna parte. De casa al arrozal, del arrozal a casa a cocer el arroz y vuelta a empezar. Bien es verdad que más allá del ir y venir cotidiano poco más se puede ver en la cinta, y que tuve que apurar la petaca de vodka para no caer en brazos de Morfeo, pero aquellos espectadores que consigan salvar este escollo, estarán ante un pedazo de la realidad traspasada a la pantalla. Momentos como cuando los hermanos se despiojan unos a otros, o cuando el padre se gasta las ganancias de la cosecha en el karaoke te dejan clavado al asiento.

El joven realizador Ko Pho La pone el listón muy alto en su primer largo, y ya se baraja su nombre en la continuación de Cañas y Barro y en Predator versus Srek.

Actores no profesionales haciendo de ellos mismos aportan una frescura poco frecuente, los efectos especiales evitan que los espectadores duerman a gusto, y la banda sonora, que parece compuesta por una prima de Bjork, acentúa el exotismo. Si alguna pega le veo a esta obra son los subtítulos en húngaro, que no ayudan mucho a la compresión de la misma.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

¿Por qué no te callas, Marichalar?


Duelo de titanes el que se ha producido en la no se sabe qué número cumbre iberoamericana, una de esas reuniones de mandatarios que por lo general a todos importa un comino. Son citas para el turismo con cargo a los presupuestos, discursos rimbombantes y en el fondo, ná de ná. Como tantas otras, esta pasaba sin pena ni gloria, y quitando los sesudos analistas de política internacional, muy preocupados por un zipi zape entre Argentina y Uruguay a cuenta de una papelera, los demás estábamos más interesados en la combinación de la primitiva o en la falta de mordiente de la delantera del Betis que en semejante tostón.

Pero al final, entre Chaves, showman nato, y el rey, lapidario como buen Borbón (recordemos que su nieta “ya” dice dos palabras con dos años) han conseguido animar el cotarro.

El presidente venezolano, coronel de opereta criolla, adalid de las masas desheredadas, socialista bolivariano y frustrado cantante de rancheras y tangos, es para darle de comer aparte en el mundillo de los mandamases, aún dentro del área Caribe, tan rica en líderes carismáticos. Va camino de instaurar una suerte de dictadura de la mayoría para pasarse por la piedra todas las convenciones democráticas, hacer y deshacer a su antojo en nombre del pueblo, y al final dejarlo todo como un erial. Pero lo que te ríes en sus arengas televisadas, despotricando contra Bush, Aznar o lo que se tercie.

Al otro lado, Juan Carlos I, rey de España por la gracia de Díos, anteúltimo avatar de la esencia borbónica, manto protector de las cuatro esquinas de la patria, ejemplo y guía para todo español que se vista por los pies. Afable y bonachón como corresponde a un soberano cuya vocación de servicio es tal que lo mismo te regatea, te esquía o te caza osos beodos con el único fin de buscar la felicidad de sus súbditos, eternamente agradecidos ante tan descomunal tarea.

El tercer protagonista del rifirrafe era Aznar, que sobrevolaba la reunión como el espíritu santo en Pentecostés. Este gran estadista de talla mediana, impasible el ademán, digo el flequillo, inmóvil el bigote, césar visionario que a golpe de timón llevó a nuestro país a horizontes nunca sospechados ni por los más cenizos del lugar. Hombre que solo responderá ante la Historia (o como mínimo ante Carlos V o Azaña) de su gestión de gobierno, en el ínterin se dedica a vender libros en el Corte Inglés en los que explica como ser un español cabal.

Corifeos del sainete, Zapatero y su pachón ministro de exteriores, y otras autoridades de las Américas.

El caso es que estaba Zapatero con su discurso de buen rollito, mientras que Chaves por la bajinis no hacía más que malmeter contra Aznar, hasta que al rey se le cruzaron los cables y le soltó lo que ya es la frase de la temporada. A muchos nos sorprendió la salida de tono de quien en estos tinglaos suele estar dormitando placidamente, pero visto los problemas que tenía en casa, con su querida hija mayor a punto de consumar su ruptura matrimonial, Juan Carlos, que antes que rey es padre, normal que anduviera con los nervios soliviantados.

Marichalar, hasta hoy yerno de su Majestad, caballero español, paradigma de la elegancia celtibérica, oblicua apostura bajo su capa, que días era sayo y otros capote, deja un poso amargo en la memoria de la Borbón family. Lógico que el rey perdiera los nervios en la cumbre, pero no por el verbo tupido, que no florido, de Chavez, sino por el vacío que deja un yerno que se va, que ya se sabe que no lo llena ni la llegada de otro yerno.

lunes, 12 de noviembre de 2007

Arriba los corazones


Ya es oficial, el hombre es optimista por naturaleza, pero la sociedad lo corrompe. Un reciente estudio científico afirma que el cerebro humano está diseñado para ser positivo. Cuando se le pedía a una serie de sujetos que imaginaran un futuro personal favorable y placentero, su actividad cerebral era más alta que cuando se lo imaginaban negro y contrario. Es de sentido común, que con los golpes que te da la vida, si no tuviéramos ningún parapeto, ya me dirían que iba a ser de nosotros.

Aún así, habitantes del primer mundo que somos y que tenemos asegurado techo, alimento, libros, medicinas y un montón de cosas más que harían felices a media humanidad, no paramos quietos hasta que no encontramos una causa de aflicción. Ahítos materialmente, pero todos en el psicoanalista: que no encuentro mi lugar en la vida, que no se me reconoce como persona, que no puedo desarrollar todas mis potencialidades, que no…

Y si ni con esas conseguimos nuestra dosis diaria de tristeza, siempre nos quedará el arte, pozo negro de neuras y demonios, depositados por esos psicópatas egocéntricos que se dicen artistas.

El afán de compartir toda la basura, malos rollos, complejos y manías con el prójimo es lo que define a estos creadores de artefactos culturales. Los coscorrones que le daba su padre, las toñejas de los compañeros de clase o las risitas del género opuesto, bien administradas, aderezadas con algún fetichismo o drogodependencia, dan para toda una carrera musical o cinematográfica, glosada por críticos que no harán ver como esta alma sufriente, en continua lucha contra la realidad más adversa, ha sabido sublimarla para entregarnos estas canciones o pelis en las que exorciza todos sus demonios y convertirse en referente para toda una generación. Con esta milonga músicos de la estofa de los plúmbeo-siderales de Pink Fluid, o el Kurt Cobain, en su variante de genio trágico-incomprendido, llevan engañando al personal ni se sabe. Otra especie es el cantautor plañidero, y si es escorado a lo social mejor, tipo Ismael Serrano, que está ahora de gira con entradas a precios populares.

André Gide decía que con los buenos sentimientos solo se hacen malas novelas; así se entiende que la mayoría de ellas estén sacadas de las crónicas de sucesos, no vayamos a dar tregua al incauto lector y que se nos duerma con una sonrisa en los labios. En el teatro, la comedia siempre ha sido la hermana pobre de la tragedia, madre de todas las virtudes. Así que no paran de representar esos dramones lolailos de Lorca, mientras las excelsas obras de Jardiel Poncela, cumbres del humor inteligente, se ven de ciento en viento, porque claro, la gente sale contenta del teatro, ¡a donde vamos a parar!

Lo de la poesía ya es un caso perdido. El sentimiento lírico se define en parte por la ausencia y la melancolía, por el dolorido sentir, pero ya se encargan los poetas de ahondar la herida, que todo son amores imposibles, desolación y muerte.

En cine, la sabía masa va en tromba a ver la última comedia garrula o de acción sin ningún reparo, a pesar de que críticos y entendidos llevan años clamando para que se dejen cautivar por los dramas iranís o las pelis del León de Aranoa, uno que hace caja con las desgracias ajenas. Confío en que sigan sin escucharles.

Hay que hacer una revolución, dar le espalda a todos esos mercachifles del dolor propio y las cuitas ajenas. Un optimista no es ni un insustancial, ni un escapista ni un desinformado. No somos más superficiales ni menos trascendentes que los sombríos agoreros vestidos de negro, cuya sucias intenciones no van más allá de hacerse el interesante a base de poses ensayadas ante el espejo. Patéales la jeta, pon a los Beach Boys, lee el pequeño Spirou o a Pedro Salinas y haz lo que te pida el cuerpo.

viernes, 9 de noviembre de 2007

Gadgets III Tabla de planchar karaoke


Si hay tarea casera que resulte onerosa, esa es la plancha. Ante la idea de tener que pasar por semejante trago la gente busca tretas de todo tipo: ir a visitar a la suegra, apuntarse a un curso de papiroflexia por correspondencia o meterse voluntario a la legión. Para hacer más atractiva la noble guerra contra la arruga ha nacido la primera tabla de planchar con karaoke incorporado. Todos llevamos un cantante dentro, ya sea Caruso o Leonardo Dantés, luchando por salir a la luz. Este inconfesable deseo es del que queremos aprovecharnos para que mientras lo satisfacen dejen bien lisa la ropa.

El marido que siempre alegaba escrúpulos de conciencia para ponerse a la faena, le veremos ahora dejando primorosamente las braguitas de fantasía de su media naranja mientras vocea Cadilac Solitario. El huraño hijo mayor, todo el día chateando en el cuarto, tiene que sacar a empujones a su padre para poder cantar Y como es él entre calcetines y camisas. Antes muerta que en la plancha gritaba la hija en la edad del pavo, hoy se encarga sola de sus tops y tangas al ritmo calentito de El Barrio. Y la madre por fin tendrá un poco de tiempo libre para ver El Tomate con tranquilidad.

La única pega que le vemos a este producto es la contaminación acústica que desprende, y que en algunos momentos puede ser verdaderamente nociva, pero en la SETA, Sociedad española de tecnología adelantada, lideres en I+D, están en ello, y próximamente saldrá al mercado una tienda de planchado desmontable totalmente aislada acústicamente, para que los usuarios se puedan desfogar cual Mónica Naranjo sin que aumente el instinto asesino de sus vecinos.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Queremos ser tu banco


La banca española, siempre tan inquieta, diversifica su negocio. No contenta con sablear a su respetable clientela con comisiones variopintas, sacarle los cuartos con tasas a cada cual más imaginativa o hipotecarles hasta la tercera generación, ahora recurre a una estrategia más agresiva: robarle el dinero directamente, que para que vamos a andar guardando las apariencias.

Sucedió en Palencia este caso que seguro creará precedente. El director de una sucursal de Caja España estuvo durante cinco años quedándose con el dinero que una viejecita mandaba a un amigo suyo misionero. Casi trescientos mil euros del ala.

El diligente profesional de la banca debió pensar que la caridad empieza por uno mismo, y para qué molestarse por los congitos cuando uno tiene más acuciantes necesidades, como un coche nuevo o ir de vacaciones.

Con todo, lo que preocupa más es el que se extienda el ejemplo, que la voracidad de estas sociedades no conoce límites. Por ahora, como medida de precaución, recomendamos que a la salida de su sucursal comprueben si les falta la cartera.

lunes, 5 de noviembre de 2007

Noche toledana



Noche de difuntos, noche de almas en pena, noche en la que Afrodisio rinde culto a los que no hayan la paz. Espíritu atormentado el suyo, que hasta el sol radiante del mediodía le trae ecos de la otra vida, o el tibio susurro de una fuente le parece la cuenta atrás para ingresar en el cementerio, en este día de todos los santos ve su pecho henchirse de la melancolía propia de quien gusta de vivir en el olvido de las calles desiertas, arrastrando su vacío por los duros adoquines, a la querencia de húmedas sombras, las únicas que un hálito le dan.

Toledo, imperial y decadente, provinciana y mágica, es en estos días residencia obligada para Afrodisio y sus amigos. En su negro seno, la noche toledana abriga secretos que a generaciones han hecho bajar la cabeza y apretar el paso, hablar de soslayo cuando no oye nadie y rezar al altísimo para que los proteja.

En la taberna del Sevillano, lindando con un convento abandonado, cerca de Zocodover, la noche del uno de noviembre leyendo están el D. Juan de Zorrilla, obra maldita, de quien retar osó a los cielos, la justicia escarneció y la razón atropelló. Entre humo de gruesos hachones van desgranando los versos, toscos surcos de arado, como salmodia medieval, perpetuando la costumbre habida en la república de las letras de honrar en esta noche a D. Juan, burlador y sacrílego, capaz de condenar su alma por satisfacer sus apetitos.

Van pasando las horas y siguen nuestros amigos con lecturas fantasmagóricas, cada vez mas exaltados. Afrodisio, ahíto de cañabrava y otalidones, ve poblarse las sombras de la noche de extraños seres. Vencido un momento por el sueño, al despertarse se ve a si mismo tumbado dentro de una caja. Intenta levantarse. No puede, no le responde su cuerpo, que está como muerto. A duras penas levanta un poco la cabeza para darse cuenta de que se haya en un ataúd, conducido por siniestros seres que llevan una calabaza por cabeza y vulgares ropas rojas. Van repitiendo hipnóticamente “yo no soy tonto, yo no soy tonto”, calle abajo hacia las afueras.

“Al camposanto, Dios mío, me llevan al camposanto” grita aterrado, pero solo silencio escapa de su boca. Van a enterrarle vivo, y no puede ni mover un músculo para impedirlo. Las calabazas, con boca y ojos hechos a cuchillo, avanzan por los caminos del extrarradio mientras repiten su mantra machacón.

De pronto, se paran ante una enorme nave, rectangular arca preñada de maldad, cuyas duras aristas corta el viento de la noche. Al franquear el pórtico, lee aterrado la leyenda que rige los dominios de uno de los más disolutos dioses primordiales: Media Mark, morada Softwa-Chip, señor de la soberbia y la avaricia.

Ya dentro de ese pozo de inmundicia, Afrodisio daba su vida por perdida sin haber conocido los besos de su amada Marieta. La lúgubre comitiva recorre los pasillos de ese mercadillo de malignos artefactos, expuestos para tentar a los incautos, cuando al fondo se ve el santa santorun, el secreto centro de aquel templo de la impostura, el servicio post venta. Cuatro seres que desprenden el fétido aroma del plástico corrupto, a modo de sumos sacerdotes, esperan el cortejo, ante un arcón frigorífico abierto de última generación, con tecnología no frost (diga adiós al hielo, diga adiós a los malos olores), pantalla LCD incorporada y sandwichera lateral opcional.

La muerte blanca de manos de unas calabazas vestidas de rojo. Quieren sepultarlo en una nevera cual vulgar merluza. El poeta del verso sonoro intenta levantarse del ataúd, intenta gritar, no, no, no!!! Una mano helada recorre su espalda, suda a mares, y de repente… mira de lado y ve a Casto Castro que le habla, que le pellizca el flaco moflete.

Poco a poco empieza a mover su aletargado cuerpo, a reconocer a sus amigos de tertulia que le miran preocupados. Un sueño, solo ha sido un sueño. Desvariaba, efecto del orujo y la noche toledana. Tirita en la silla mientras revive lo soñado. La santa compaña del electro-cascajo ha venido en su busca y ha librado su alma in extremis, pero habrá próxima vez, su dios es inmisericorde, y acabará cayendo en las garras de la bestia tecnológica.

viernes, 2 de noviembre de 2007

Moda Halloween


Mucho miedo se pasa en Halloween, pavor da lo que se ponen algunos, y no por lo fantasmagórico sino por el mal gusto que gastan. Atilio Ventimiglia en noches como esta flipa en colores con el atrevimiento del personal a la hora de disfrazarse. Se dio una vuelta ayer por las zonas de ambiente y boquiabierto volvió. En los bares popis el disfraz de moda era el de Bruce Sprinting, tipo a medio camino entre un chapero en paro y un peón caminero, pues no hay nada más aterrador para los amantes del pop que los toscos alaridos del mindunguis.

Otro traje con mucho éxito, el del primo de Rajoy, lo lucían con sorna las juventudes del PSOE, mientras los peperos iban en su mayoría con el de Al Gore, que nos ha enseñado a todos como beneficiarse del cambio climático.

Tedy Bautista, Ramoncín y el Monstruo de la Galletas, ejemplos de infinita voracidad, fueron muy socorridos por los internautas. Esperemos que almas tan sensibles no se sientan dolidas y empiecen a pleitear con todo el que pillen.

Varios individuos aparecieron disfrazados de Drácula, pero al fijarse mejor Atilio descubrió, por la cantidad de pulseras que arrastraban, que no, que iban de Marichalar, pero la capa y las ojeras le confundieron. Supuso que el original estaría celebrando el cumple de su sobrinita, Leonor, que siguiendo la precocidad de la familia, con dos años ya dice dos palabras. A este ritmo, a los veinte igual domina veinte palabras, o más.

En fin, caretas para todos los gustos: de revolucionario bolivariano, de guitarrista de ACDC, de diablo Cojuelo y la más tremebunda de todas; la de Miguel Ángel Muñoz haciendo de médico. La gente huía horrorizada presa del pánico, se tapaba los ojos implorando piedad. Ni Miliquito había llegado a tales extremos.